El bateo (Argumento)



El bateo

El bateo, Sainete lírico en un acto y cuatro cuadros se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el día 7 de Noviembre de 1901. Sus libretistas, Antonio Paso y Antonio Domínguez. Música de Federico Chueca.

Acto I

Cuadro primero. La acción tiene lugar en los barrios bajos de Madrid. En una casa de un barrio popular madrileño se prepara el bautizo (bateo) de un niño, hijo natural de Nieves, la cual piensa casarse muy pronto con Lolo, el padre del niño. Los vecinos jalean al padrino, Wamba, un viejo anarquista que canta un tango en el que hace gala de todo su repertorio: bombas, fuego, dinamita y anticlericalismo. Entra Nieves, la madre del bebé, que muy agitada le cuenta a su madre, Valeriana, que ella y Lolo habían ido a oír misa y luego él había ido a contratar a un terceto de ciegos para que interpretara música; al regresar ella hacia su casa se ha encontrado a un antiguo novio, Pamplinas, que amenaza con impedir el bautizo y retar a Lolo, padre del niño. Llega Pamplinas y disputa con la madre y la hija, reprochando a Nieves que la haya engañado, a la vez que mantiene su amenaza a Lolo y afirma que el bautizo no tendrá lugar porque a él no le da la gana. Virginio y Visita entran en escena. El le declara su amor y ella, que estaba enamorada de Lolo, quién la abandonó para irse con Nieves, decide utilizarlo a su favor y le cuenta que todas las noches, a las dos de la madrugada, entra en casa de Nieves un hombre. Entra Pamplinas y Visita le pregunta maliciosamente por el bautizo. Pamplinas repite que no se celebrará. A continuación, Visita encuentra a Lolo y le cuenta la misma historia, sugiriéndole que puede que él no sea el padre de la criatura. Lolo, preocupado, encuentra a Wamba y le cuenta las sospechas que le asaltan y el posible engaño de Nieves; Wamba decide que el bautizo se hará incluso si él tiene que entrar en la iglesia. Doña Valeriana y Nieves, que han oído las sospechas de Lolo, lo niegan, y Nieves dice que verlos contentos, algunas personas se mueren de rabia.
Cuadro segundo. Muestra a los organilleros que van a participar en el festejo dispuestos a declararse en huelga.
Tercer cuadro. Tiene lugar en el interior de una sacristía, cunado se está celebrando la ceremonia. El sacerdote pregunta el nombre de los padres del niño; al contestar Lolo entra Pamplinas e interrumpe la ceremonia, diciendo que es mentira que el niño sea de Lolo. Nieves y Wamba tienen que sujetar a Lolo para que no se pegue con Pamplinas.
Cuarto cuadro. La escena se traslada al merendero donde se celebra la fiesta del fustrado bautizo. Faltan Lolo y Pamplinas; Wamba los busca, expresa el temor de que se estén matando, mientras que la Nieves y su madre, la Valeriana, los buscan por todo el barrio. Poco después entra Lolo seguido por Pamplinas, ambos con semblante de haberse entendido. Lolo increpa a Pamplinas para que diga delante de todos lo que le ha dicho a él, y Pamplinas asegura que un hombre en todos los días en casa de Nieves. Lolo pregunta a Nieves si eso es cierto. Wamba se adelanta y asegura que es cierto, pero que es él mismo quien visita la casa a causa de sus ocultas relaciones con Valeriana, la madre. Lolo salta de júbilo y abraza a Nieves pidiéndole perdón por haber dudado de ella; Visita se queda chasqueada. Pamplinas echa las culpas a la liosa Visita, y ésta se las echa a Virginio, al que van a pegar, pero Wamba los detiene. Lolo dice que mañana irán todos otra vez a la iglesia para bautizar al niño. Wamba deberá formalizar sus relaciones con Valeriana, pero insiste en que por lo civil y con proclamas anarquistas; todos le abochornan y Wamba se dirige al público y pregunta si alguien quiere apadrinar al niño en su lugar.

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