El tambor de granaderos (Argumento)

El tambor de granaderos

El tambor de granaderos, Zarzuela cómica en un acto se estrenó en el Teatro Eslava de Madrid, el día 16 de Noviembre de 1894. Su libretista, Emilio Sánchez Pastor. Música de Ruperto Chapí.

Acto I

Epoca de la dominación francesa en España. Comienza el cuadro primero en una plaza pública frente al cuartel de Granaderos. Un grupo de mendigos espera a que el lego Roque les traiga su sopa diaria. Una vez hecho el reparto, el lego es informado de la llegada del Consejero Don Pedro que, decidido a enclaustrar a su sobrina Luz por hallarse ésta enamorada de Gaspar, muchacho nada del gusto del tío, ha llegado para llevar a cabo las últimas gestiones. Amparándose a veces en la ausencia de Don Pedro y otras en la vista defectuosa de éste, Luz logra entrevistarse secretamente con Gaspar, que está a punto de convertirse en tambor de Granaderos, en lo que en realidad es una trampa tendida por el tío de Luz para alejar a los amantes. Pero Gaspar promete no olvidar a la muchacha y ella le jura que no profesará como monja mientras él exista. Gaspar, que ha comprendido que su nuevo oficio no va a significar ningún adelanto para sus amores con Luz, decide no besar la cruz ni jurar la bandera en la ceremonia que significaría su definitivo ingreso en filas. Para lograr su propósito se entrevista con el lego Roque, a quien logra convencer y hacerle su cómplice para el arriesgado plan que tiene en mente. Puestos de acuerdo, Gaspar sale satisfecho, saboreando de antemano el triunfo de su proyecto.
Llegada la hora de la jura de bandera, todos los soldados se muestran disciplinados, excepto Gaspar, que ha pesar de suscitar la cólera del coronel, se niega rotundamente a besar la cruz y jurar la bandera, por considerar antipatriótico ambos actos. Luz, que presencia la ceremonia desde un balcón, y no conoce las intenciones de Gaspar, cae desmayada al ver a éste reprendido y enviado al calabozo por el coronel. No obstante, y con la ayuda del lego Roque, Gaspar logra fugarse de la prisión. Refugiándose en el convento de la Merced, se disfraza de fraile, y bajo el nombre de padre Benito, inicia sus planes. Gaspar y el lego toman el camino de la hacienda de Don Pedro, que tiene por muerto al amante de su sobrina, y únicamente espera la visita del padre Benito para entrevistarse definitivamente con Luz, que sigue negándose a ingresar en el convento. Mientras tanto, descubierta la desaparición de Gaspar, el coronel trata de darle alcance, acompañado de varios de sus hombres. Al ver a Gaspar, Luz cae desmayada, actitud que desconcierta a Don Pedro, cuya defectuosa vista no le permite alcanzar los límites de la trampa. A eso sigue un diálogo de graciosos equívocos, que da lugar a la llegada del coronel y sus acompañantes. Gaspar y el lego intentan darse a la fuga, pero rodeada la casa por los soldados, la huida se hace imposible. Entonces Gaspar, despojado de sus hábitos, se presenta en lucha abierta, pues prefiere morir antes que entregarse a manos de tales afrancesados. En ese crítico instante, llega a caballo un soldado. Informa como el Rey José ha sido sustituido por Fernando VII y el padre de Gaspar nombrado Corregidor de Madrid. Estas noticias vienen a salvar definitivamente al amor de Gaspar y Luz, que al final pueden abrazarse en público.