Pepita Jiménez (Argumento)



Pepita Jiménez

Pepita Jiménez, Opera en tres actos se estrenó en el Teatro del Liceo de Barcelona, el día 5 de Enero de 1896. Su libretista, Francis Money-Courtts, inspirada en la novela de Juan Varela. Música de Isaac Albéniz.

Acto I

La escena representa un bello y amplio jardín en el cual están don Pedro y doña Antoñona esperando que llegue Pepita. Entretanto, don Pedro comenta con doña Antoñona lo que le gusta Pepita, a lo que le contesta ésta que Pepita está enamorada de su hijo Luis, seminarista. Don Pedro se queda asombrado al saber la noticia y más aún al conocer que su hijo se marcha al día siguiente y hoy viene a despedirse, llega Luis y su padre intenta convencerle para que se quede, pero interrumpe la conversación Pepita, que llega en compañía del Conde de Genezahor y dos oficiales, ésta saluda a don Pedro y a Luis e intenta convencer a este último para que se quede a la fiesta que hace para los niños. Don Pedro promete a Pepita que hablará seriamente con Luis. Pepita está casi sollozando y el vicario al verla, se le acerca y trata de consolarla. Esta le confiesa que está enamorada pero la huyen. El vicario le dice que no hay, amor imposible y menos para ella. Al preguntarle que quién es y contestarle Pepita que es Luis, el vicario le dice que lo olvide, que no puede ser porque ha consagrado su vida a Dios y se postra a rezar ante la Virgen. Pepita le imita y los dos arrodillados rezan en silencio.

Acto II

Antoñona convence a Luis para que hable con Pepita a solas y la convenza de que es mejor para los dos que se separen. Luis ve llegar al Conde y sus amigos, y se oculta detrás de un biombo donde oye lo que dice el Conde: Que duda de la honestidad de Pepita. ya que se ha escogido un novio muy singular. Al oír esto Luis, colérico se dispone a atacar al Conde, pero los oficiales se interponen y sujetan a ambos. Estos se retan a duelo, pero gracias a la intervención del vicario, éste no llega a efectuarse. Antoñona le dice a Pepita que esa noche irá Luis a verla, que ponga un pretexto para que la fiesta no se alargue mucho y le dice que haga ver que tiene jaqueca. Cuando la fiesta está en su apogeo. Pepita finge un desmayo y la acompañan Antoñona, don Pedro y el vicario a la casa. Los campesinos, consternados, van marchándose lentamente, unos cabizbajos y otros comentando lo ocurrido.

Acto III

Está Luis esperando en el salón a Pepita cuando aparece ésta, pidiéndole disculpas por haberle hecho venir. Pepita le declara su amor y le pregunta si lo que ella siente no es amor, Luis le contesta que no, que sólo fue un momento de tentación del cual él ya está arrepentido y que ella tiene que olvidar el dolor, ya que no puede despedirse si la ve llorar. Pepita le dice que no huya como un cobarde, pues si se marcha se llevará su alma y su vida, y se dirige al secreter, saca de un cajón un frasquito de veneno y lo guarda en su mano. Luis, enfadado por lo que ha dicho, está de espaldas a ella y no ha visto lo que ha hecho. Se toma el veneno y le dice que rece por su salvación. Se pone en pie e intenta acercarse a Luis, pero sólo da unos pasos y cae al suelo. Luis, desesperado, al saber lo que ha hecho intenta reanimarla sin conseguirlo. Pepita le pregunta si la quiere, al contestarle Luis que sí, expira.

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