Al fin se casa la Nieves (Argumento)



Al fin se casa la Nieves

Al fin se casa la Nieves o Vámonos a la venta del Grajo, Sainete lírico en un acto se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid, el día 26 de Noviembre de 1895. Su libretista, Ricardo de la Vega. Música de Tomás Bretón.

Acto I

En el despacho parroquial de una iglesia, el estudiante Bautista expresa su rechazo de la carrera religiosa que le quiere imponer su tío Don Plácido, el cura párroco. Llega éste y comenta los preparativos para la boda, en la que por fin se va a casar la Nieves, una hermosa muchacha aragonesa que perdió a sus dos novios anteriores. El nuevo pretendiente de Nieves es un viudo asturiano, que tiene en Madrid tres o cuatro cafés. Dos viejas santurronas, Doña Juana y Doña Carmen, llegan persiguiendo a unos monaguillos que les han gastado una broma cosiéndoles los dos vestidos. El sacristán, Baldomero, las ayuda, mientras el párroco recrimina a los niños. Antes de marcharse le entrega a su sobrino una carta de Rafael, un amigo al que creía fallecido en la guerra. Se presenta por sorpresa el propio Rafael a Bautista, que le cuenta sus hazañas en la guerra. Fue herido y apresado durante meses en una manigua hasta que pudo escaparse. Piensa en irse cuanto antes a Teruel para reencontrarse con su antigua novia, aunque antes se retira a descansar. Llegan los convidados a la boda, entre ellos Martinito, el hijo del organista, los novios, los padrinos y familiares. Nieves llora agradeciendo el cariño el cariño de Don Pepe, que la acepta en un duro momento tras el fallecimiento de su madre y la pérdida de su anterior novio. Se escucha el órgano y todos salen hacia la capilla. Rafael llega con prisa por marcharse a Teruel y sólo encuentra a Baldomero para que le comunique a Bautista su rápida marcha. Salen todos de la capilla por la suspensión de la boda, debido a cuestiones formales, que la retrasan para otro día. Don Pepe mantiene su invitación en la venta del Grajo, merendero de su propiedad, aunque antes acudirán a desayunar a un café. Salen todos. Prosigue una animada escena callejera, en la que se escucha el pregón de un sartenero, el bullicio de los invitados al café, el ajetreo de la barbería y una comparsa callejera de seis ciegos. Llega Doña Tomasa con su hija, que se escandalizan por la celebración tras los sucesos de la iglesia, aunque termina también uniéndose a la fiesta y tonteando con Bizcochea. Desde dentro se escucha el jolgorio y deciden seguir la fiesta en la venta del Grajo. Rafael busca a Bautista y decide aprovechar la espera para afeitarse en la barbería. El barbero le cuenta que la novia se llama Nieves y es de Teruel, ante la sorpresa de Rafael. Bautista cuando sale le confirma esa información y ambos deciden ir a la venta del Grajo, intentando evitar la boda. En la venta, merendero en el campo a las afueras de Madrid, los invitados bailan y se columpian con gran animación; finalmente piden a Nieves que cante una jota de su tierra. Llega Rafael que se oculta entre unos árboles, mientras Bautista comenta a los presentes que ha leído la aparición de un soldado procedente de Cuba al que se daba por muerto. Nieves se emociona pensando que podría ser su antiguo novio. Todos se van a dar una vuelta en barca. Llega el cura Plácido que le cuenta a Benita y a Pepe el suceso de la inesperada vuelta de Rafael. Pepe se da cuenta de la situación y decide ayudar a los dos, suspendiendo su compromiso con Nieves. Finalmente se produce el tenso encuentro de los dos jóvenes, y Pepe anuncia que debe marcharse cuanto antes a Mieres para realizar algunos negocios. Todos terminan celebrando que al fin se casa la Nieves.

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