Don Joan de Serralonga (Argumento)

Don Joan de Serrallonga
Don Joan de Serrallonga, Drama en tres actos se estrenó en el Teatro Tívoli de Barcelona, el día 7 de Octubre de 1922. Su libretista, Víctor Balaguer refundido y arreglado como obra lírica por Francesc Pujols. Música de Enric Morera.

La acción se desarrolla en tiempos de Felipe IV, en plena época del bandolerismo entre las partidas de los "ñerros" y "cadells".

Acto I

La primera escena se sitúa en el palacio de los Torrelles cerca de Barcelona. Don Joan de Serrallonga había huido a Francia, después de haber asesinado a su enemigo, Feliu de Torrelles, Allí se enamoró de Joana, y ahora, embozado regresa a Barcelona para volver a encontrarse con ella. Joana es de la familia de los Torrelles, y se han citado en el baile de máscaras que éstos celebran en su palacio. Ella debe casarse con otro, y desconoce que Don Joan es el asesino de su primo Feliu; relata sus amores en un dúo. El Fadrí de Sau es el cabecilla de la partida de los "ñerros", y Joan de Serrallonga su principal compañero. El Fadrí está en el baile disfrazado de astrólogo, y desafía a sus enemigos como si les leyera su ventura. Quedan solos Serrallonga y Joana, que se declaran de nuevo su amor; él le propone huir. Le descubre Lluís de Montblanc, y ambos se retan a duelo; entonces en cuando Joana, desesperada, descubre que Joan es un Serrallonga, la familia enemiga de los Torrelles. Bernat de Serrallonga, sin saber de su hijo, llega para proponer que una boda selle la reconciliación de las dos familias, pero Carles Torrelles lo rechaza, ultrajando el honor de los Serrallonga. Don Juan, mientras, ha matado a Lluís. El Fadrí llama a sus bandoleros embozados en la fiesta, juran todos los "ñerros" fidelidad a Serrallonga. Se entabla una lucha entre "ñerros" y "cadells"; cuando Serrallonga se dispone a matar a Carles, Doña Joana le implora a Serrallonga que le perdone. Le persiguen los alguaciles y la partida de bandoleros huye; Doña Joana se va también acompañando a Serrallonga.

Acto II

Cuadro primero. Se desarrolla en las montañas de Les Guilleries, donde se esconden los "ñerros" del Fadrí y de Serrallonga. Serrallonga y Joana cantan su amor, libres de preocupaciones en las montañas. Llegan un estudiante y un comerciante cantando el romance popular de Serrallonga. Les apresan los bandoleros. El estudiante, a quien Serrallonga le es simpático, le advierte de una emboscada que ha oído que les preparaban en Vic; alguien de los suyos les ha traicionado. Llega Bernat el padre de Serrallonga; en un emocionante dúo le suplica que deje la vida de bandolero y que pida perdón, pero Don Joan sólo quiere vengar las afrentas hechas a su padre. Al tiempo, descubre que las habladurías sobre robos y otras fechorías cometidas por Serrallonga son falseadas. Bernat perdona a su hijo. Llega Carles, pretende recuperar a su hermana. Ella no quiere seguirle. Los bandoleros detienen a Carles. Serrallonga les obliga a que lo liberen; ambos han acordado un duelo a muerte entre ellos dos solos. Al irse, llega Salvi acompañado de soldados, los bandoleros les prenden, avisados de la emboscada.
Cuadro segundo. Se desarrolla en un salón del palacio de los Torrelles. Carles ha sido nombrado Gobernador de Barcelona. Es de noche, y Serrallonga sorprende a Carles entrando en su habitación: es la hora de la venganza, y ambos van a batirse. Pero Carles le traiciona, y en lugar de ir a buscar su espada aparece con los soldados; prenden a Serrallonga. Al poco llega Doña Joana, que reprende a su hermano su acción mezquina. El manda detener también a Joana por colaboradora de los bandoleros.. Eulalia le ayuda a escaparse. El final del segundo acto es la representación del baile popular de Serrallonga, tal y como se representa en Sant Joan de Querós; el personaje de el Consueta intenta justificar lo forzado de la nota histórica de la obra de Balaguer.

Acto III

Panteón de la familia Serrallonga, en Querós. Llegan Salvi y Don Carles que se esconden en el panteón preparando una nueva emboscada: saben que Serrallonga quiere ir a rezar por su padre, muerto hace poco. Llega Don Joan de Serrallonga, y se oye una voz cantar la canción popular de Serrallonga. Aparece la sombra de Don Joan. Los soldados le hacen de nuevo prisionero. Al poco llegan el Fadrí de Sau, Doña Joana y los bandoleros que pretendían proteger a Joan y salen para liberarle. La siguiente escena se desarrolla en una prisión de Barcelona. Joana, el Fadrí de Sau y los bandoleros están fuera de la cárcel. Mientras, Joan, desesperado, sólo piensa en morir, apesadumbrado por la muerte de su padre. Al día siguiente entra a su celda Salvi, ahora nuevo Gobernador. La noche anterior el Fadrí de Sau ha asesinado a Carles. Salvi ordena quitar las cadenas a Serrallonga, se apiada de su preso, al cual no considera ladrón ni salteador de caminos. El Fadrí se presenta delante de Salvi y confiesa sus crímenes: quiere que sea él el ejecutado, y que se libere a Serrallonga. Un emotivo trío entre el Fadrí, Joan y Joana es la despedida del buen Serrallonga que ve próxima su ejecución. La obra acaba con la escena en la que Joan es conducido al patíbulo, mientras el coro se lamenta con la canción popular de la desdichada suerte de Serrallonga.

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