Las hijas del Zebedeo (Argumento)

Las hijas del Zebedeo
Las hijas del Zebedeo, Zarzuela cómica en dos actos se estrenó en el Teatro Maravillas de Madrid, el día 9 de Julio de 1889. Su libretista, José Estremera. Música de Ruperto Chapí.

Acto I

Sala de la casa de un modisto. Luisa y Regina están sentadas junto a un costurero, la primera atiende a un libro sobre labores, mientras la segunda cose. Llegan otras compañeras que preguntan si ha vuelto el maestro, y como no es así, se marchan con sus novios. Regina y Luisa deciden no ir, porque tienen otros planes. Llega de la calle Polissón, tío y padrino de Regina, que trae un libro muy voluminoso. Explica aparte, que su hermana y madre de ésta, fue seducida por un tal Felipe y cree que el libro puede ser importante porque aparece la posible dirección de un auténtico padre. Al final cree que se encuentra en el Merendero del Zebedeo, por lo que piensa que el padre de su pupila es el citado Zebedeo. Se va Regina y viene Gregorio que le trae el vestido de su ama, Tomasa. Cuando aquel se marcha, aparece Arturo, novio de Luisa, que viene a pedirle perdón tras la disputa que tuvieron el día anterior. Cuando oyen a Polissón, a Luisa no le queda más remedio que ocultarlo en el vestidor. En el momento en que se va a escapar, llega Felipe Fernández Palomo, que es el auténtico padre de Regina, y con Tomasa, su esposa, para que ésta se pruebe el vestido. Felipe comenta con Polissón la necesidad de contratar a una ayudante para la fonda que regenta. Cuando Tomasa aparece con la chaqueta puesta, Polissón de dice que su apellido es Zarandillo, lo que hace que Felipe se dé cuenta que el sastre es el hermano de la que fuera su antigua amante. Polissón también lo sospecha por lo que manda a Regina con una carta a la fonda sin decirle nada más. Ella se siente fastidiada porque tiene planes de ir al teatro. Cuando se van, Luisa libra a Arturo, con quien tiene lugar una escena de amor, que no sabe muy bien que hacer al darse cuenta de que Arturo quiere a Luisa. Paralelamente, Regina le pide a Luisa que le lleve la carta a la fonda para así ir al teatro.

Acto II

En un merendero de las Ventas del Espíritu Santo. Arturo está asustado porque piensa que va a venir Polissón enojado. Aparecen Felipe y Tomasa, sus padres, Felipe comenta a Tomasa que está por llegar una joven que ayude en la fonda. Cuando aparece Luisa con la carta, en la que hay unas claves para Felipe, se une al coro de modistillas y sus novios. Luisa entrega la carta a Gregorio y le comenta que espera contestación. Cuando la recibe Arturo, éste se muestra aterrado porque cree que viene a armarle un escándalo. Le dice que no es quien ella cree y que se ha ocultado para que su padre no se enterara. Ante la sorpresa de que su padre lo haya hecho, prefiere decírselo porque además, tiene la impresión por algunos comentarios de Felipe, de que Luisa y él pueden ser hermanos. Aparece Felipe que viene dispuesto a contarlo todo pero la llegada de Tomasa lo impide. En plena confusión, Luisa trata a Felipe de padre. lo que genera la consiguiente sorpresa en Tomasa. En éstas, Polissón se presenta de repente y le espeta a Felipe que su hijo es un seductor que engaña a las mujeres pero que, teniendo en cuenta que Luisa le quiere, no le importa que se case con ella. Se crea una situación insólita ante estas palabras. Llega Regina y, al no poder ver a Felipe, entrega otra carta a Tomasa que, al leerla, se da cuenta que Regina es la hija ilegítima de su marido. Luisa, mientras, absolutamente confundida, canta las célebres carceleras, donde muestra su confusión pensando en su futuro marido. En plena bronca general, no queda más remedio que todo el mundo se explique. Al final, Tomasa acepta a Regina como hija, Luisa se casará con Arturo y Felipe y Polissón quedan contentos y felices.

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