MARIA
MANUELA
Zarzuela en dos actos.
Libreto: Guillermo
Fernández-Shaw y Ricardo Fernández-Shaw.
Música: Federico Moreno
Torroba.
Estrenada el 1 de Febrero de
1.957, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
ARGUMENTO
Primer acto
Zarzuela
comienza en el obrador de tapiz de la real fábrica de tapices de Madrid. Es la
primavera del año 1920. Las operarias con su maestra María Manuela, y los
operarios con Lorenzo el carpintero, se afanan en su trabajo cantando y riendo.
Con ellos trabajan el encargado del taller, señor Amadeo, y Gonzalo, el dibujante.
La verdadera personalidad de Gonzalo es descubierta por Amadeo. En realidad,
Gonzalo es el primogénito de un grande de España, que por su mala cabeza ha
sido expulsado de su aristocrático hogar.
María
Manuela cree que Gonzalo es un pobre desgraciado que necesita ayuda. A Gonzalo,
colocado en la fábrica para poder vivir, le advierte esta ingenuidad, y en el fondo
está enamorado de María Manuela. Una de las nuevas aprendizas, Mercedes, es sorprendida
por Gonzalo, quien reconoce en ella a “Fifí”, la condesita de Pinos Blancos,
con la que flirteó en sus buenos tiempos. Ambos ríen sus respectivas travesuras,
y en una situación casi amorosa son sorprendidos por María Manuela, que arroja
del taller a Mercedes por considerarla poco seria y se enfurece con Gonzalo, de
quien está enamorada.
Gonzalo
aunque desheredado por su familia, no ha perdido su condición de primogénito de
Grande de España, lo cual le obliga a firmar en mayordomía su asistencia a la
capilla pública del próximo día de Corpus Christi.
Gonzalo
vuelve a encontrarse con Mercedes “Fifí”, con la que coquetea; pero «Fifí» le dice
que todo ha terminado entre ellos. En el cuadro tercero, María Manuela, confundida
entre el gentío, presencia el paso del cortejo real. En una de las primeras representaciones
de la grandeza, aparece Gonzalo. La sorpresa de María Manuela es tan
desoladora, que no puede impedir el caer desmayada. Gonzalo, que la ha visto, tiene
que continuar en su puesto. María Manuela es llevada a la sacristía. Gonzalo puede
llegar junto a ella al fin, y le confiesa, no sólo la verdad de su origen, sino
la verdad de su corazón. La primera reacción de María Manuela es la
indignación.
Rechaza
tajantemente a Gonzalo; pero cuando él se retira entristecido, la muchacha mándale
recado diciéndole que a pesar de todo, le espera a almorzar en el taller.
___________
Personajes:
María Manuela: Maestra de
operarios, enamorada de Gonzalo.
Mercedes: Condesita “disfrazada” de operaria que flirtea con Gonzalo.
Petrilla: Operaria.
Gonzalo: Grande de España “colocado” como dibujante.
Lorenzo: Carpintero.
Amadeo: Encargado del taller.
___________
Números musicales:
Pasacalle “Lo mismo los tapices que los
amores”: (María Manuela, Lorenzo)
Dúo de Maria Manuela y Gonzalo “Una
mujer que cruza”: (Gonzalo, María
Manuela)
Romanza de Gonzalo “María Manuela,
madrileña menestrala”: (Gonzalo)
Romanza de María Manuela “Hubo una
pastora que a Palacio se acercó”: (María
Manuela)
Presentación de Mercedes “¡Olé, rosita
bonita!”: (Lorenzo, Mercedes)
Final del acto I “Tiene usted un corazón
digno de una emperatriz”. (Lorenzo,
María Manuela, Gonzalo, Mercedes)
Pantomima de los piropos “Es el piropo,
piropo madrileño”: (Gonzalo, Coro)
Dúo de Mercedes y Gonzalo “¡Qué buena
está la mañana”: (Gonzalo, Mercedes)
Pasodoble de Lorenzo “Las mujeres
españolas, son la rosa y el clavel”: (Lorenzo,
Coro)
Romanza de Mercedes “¿Dónde vas
marquesita maja?: (Mercedes)
Romanza de María Manuela “¿Por qué se ha
de mentir a la gente?: (María Manuela)
Dúo de María Manuela y Gonzalo “¡María
Manuela!...¡Calle! ¡Qué horror!”: (Gonzalo,
María Manuela)
Romanza de María Manuela “Así como es
ella, deberías ser tú”: (María
Manuela)
Chotis “¡Café con media! Media tostada”:
(Lorenzo, Tramoyistas)
Concertante final “Yo no sabía en aquel
momento lo que quería”: (María
Manuela, Gonzalo, Mercedes, Amadeo, Petrilla)
___________
Pasacalle “Lo mismo los tapices que los
amores”: (María Manuela, Lorenzo)
TODOS
(En
sus trabajos)
Lo
mismo los tapices
que
los amores
se
tejen en la vida
con
ilusiones.
Y,
poco a poco,
el
tapiz del cariño
nos
vuelve locos.
M.ª
MANUELA
(Desde
su silla, cosiendo con aguja y lana en uno de los tapices)
Afánate,
tapicero,
afánate
en tu labor;
que
puedes ser el primero
de
los artistas del obrador.
Afánate,
compañero,
que
puedes ser el mejor.
LORENZO
(Saliendo)
Felices,
María Manuela.
M.ª
MANUELA
Lorenzo,
muy buenos días.
¿Mucha
faena?
LORENZO
No
mata;
aquí
la carpintería
da
pocas preocupaciones.
¡Si
yo fuese bordador...!
M.ª
MANUELA
¿Por
qué?
LORENZO
Para
ver de frente
tantos
capullos en flor.
(Por
las chicas de los tapices)
M.ª
MANUELA
(Levantándose
y señalando al telar grande de la izquierda)
¿Has
visto el tapiz?
Ya
está rematao.
LORENZO
Y
he visto esa cara,
en
la que el pintor
estuvo
inspirao.
M.ª
MANUELA
(Halagada)
¡Jesús,
qué importante
me
queréis hacer!
LORENZO
Eso,
al dibujante,
que
es hombre galante
con
toda mujer.
(Ella
se vuelve riendo a su silla)
(Suena
dentro un golpe de campana. Las Chicas se levantan y detrás de los telares van
saliendo Obreros y Obreras. Lorenzo baja a primer término)
TODOS
(Mientras
que salen y se van arreglando)
El
golpe de campana
dentro
de mí resonó
porque
me dice que es la hora
de
una caricia de sol.
M.ª
MANUELA
¡Sol,
que en invierno es la gloria
LORENZO
y
que nos hace vivir!
TODOS
¡Sol,
cuyos rayos son flecos
en
el mantón de Madrid!
(Cuando
María Manuela y las Chicas subían para salir por el foro, aparece bajo el arco
Gonzalo, el dibujante de la fábrica, que se dirige a unas y otras Chicas, hasta
quedar emparejado con María Manuela, al tiempo que Lorenzo lo hace con otra
muchacha y cada Oficial con su respectiva; y sale por la izquierda, primer
término, Amadeo, el encargado del taller, con blusón de faena, que hace
ostentación de no unirse a ninguna)
GONZALO
¡Bendito
sol!
CHICAS
¡Madrileñazo!
GONZALO
¡Abrázame!
CHICAS
¡Menudo
abrazo!
GONZALO
¡Confórtame
con
tu calor!
CHICAS
¡Eso
quisiera
el
buen señor!
M.ª
MANUELA
¡Límpiese
usted
que
está de huevo!
LORENZO
¡Vamos
allá a
tomar
el sol!
TODOS
¡Hasta
volver
al
obrador!
¡Sol,
que en invierno es la gloria
M.ª
MANUELA y GONZALO
¡Bendito
sol!
TODOS
y
que nos hace vivir!
M.ª
MANUELA y GONZALO
¡Y
que nos hace vivir!
TODOS
¡Sol,
cuyos rayos son flecos
en
el mantón de Madrid!
M.ª
MANUELA y GONZALO
¡En
el mantón de Madrid!
___________
Dúo de Maria Manuela y Gonzalo “Una
mujer que cruza”: (Gonzalo, María
Manuela)
GONZALO
Era
una noche fría...
era
una noche oscura...
un
envoltorio en blanco...
y
una mujer que cruza.
En
un portal se queda
el
envoltorio blanco.
Suena
la voz del viento...
suena
un temblor de llanto.
M.ª
MANUELA
¡Lo
daba el corazón!
GONZALO
Un
pobrecito niño
sin
padres se quedó
y
de las buenas almas
implora
compasión.
M.ª
MANUELA
¡Dios
mío, qué dolor!
GONZALO
¡Ay!
Estas
cosas que suceden
y
que hoy nos desconsuelan
eran
antes solamente
folletones
de novela.
M.ª
MANUELA
¡Me
da usted compasión!
GONZALO
El
niño llora y llora...
unos
gitanos llegan...
oyen
que llora el niño
y
en brazos se lo llevan.
¡Pobre
del niño triste!
¡Qué
flaco va creciendo!
¡Como
no habrá nacido
para
titiritero!
M.ª
MANUELA
¡Qué
lástima me da!
GONZALO
Y
cuando llega a hombre
desesperado
va
porque
ningún cariño
le
compadecerá.
M.ª
MANUELA
¡Jesús!
No siga más.
GONZALO
¡Ay!
Estas
cosas que suceden
y
que hoy nos desconsuelan
eran
antes solamente
folletones
de novela.
M.ª
MANUELA
¡Me
da usted compasión!
GONZALO
¡Ay!
¡Folletones
pavorosos!
M.ª
MANUELA
¡Ay!
¡De
novelas por entregas!
M.ª
MANUELA y GONZALO
¡Jesús!
¡Jesús! No siga más.
No
siga más.
___________
Romanza de Gonzalo “María Manuela,
madrileña menestrala”: (Gonzalo)
GONZALO
María
Manuela,
madrileña
menestrala,
hoy
realzas mi acuarela
transportada
a este tapiz.
(Se
va oscureciendo la escena. Un foco se cierra sobre la figura de Gonzalo,
mientras que otro se abre, iluminando plenamente el tapiz aludido)
María
Manuela,
yo
no sé cómo has venido
a
ser honra y a ser gala
de
este espléndido jardín.
María
Manuela,
te
mentí sin compasión
con
la historia divertida
de
mi humilde condición.
María
Manuela,
bien
merezco tu perdón
por
haber hecho en la tela,
con
los rasgos de tu cara,
la
pastora gentil
de
un soñado Trianón.
María
Manuela,
madrileña
menestrala,
en
la magia de la tela
¡cómo
gana mi cartón!...
Seré
feliz porque has de ser
pastora,
tú, de mi Trianón.
___________
Romanza de María Manuela “Hubo una
pastora que a Palacio se acercó”: (María
Manuela)
M.ª
MANUELA
En
los claros días
de
la corte del Rey Sol
hubo
una pastora que a
palacio
se acercó y
un
pastor galán,
que
rondalla allí,
con
dulce voz le dijo así:
La
mujer que busca el amor,
no
debe olvidar que soñar
es
siempre mejor,
y
al soñar con su amor
tendrá
que mentir
si
dice querer despertar.
Pero
la pastora,
pastorcilla
del Trianón
que
también sabía los
afanes
del pastor
para
responder
al
pastor galán,
le
dijo así con gravedad:
Tú,
mujer que busca el amor,
no
debe olvidar que soñar
es
siempre mejor,
y
al soñar con su amor
tendrá
que mentir
si
dice querer despertar.
Al
soñar con su amor
tendrá
que mentir
si
dice querer despertar.
___________
Presentación de Mercedes “¡Olé, rosita
bonita!”: (Lorenzo, Mercedes)
LORENZO
(A
Mercedes)
¡Olé,
rosita bonita!
¡Rosa,
rosita de olor!
MERCEDES
Eso
es igual que el piropo
que
canto yo en mi pregón:
"¡Rosas!
¡Rositas!
¡De
olor y qué bonitas!"
Pregonando
mis rosas
pongo
tanta ilusión
que
mi canto parece
que
te ofrece su olor.
Florecieron
en marzo,
cuando
nace el amor,
y
a las caras se asoman
de
las niñas en flor.
"¡Rosas!
¡Rositas!
¡De
olor y qué bonitas!
¡Vaya
un ramito!
¿Lo
quiere el señorito?"
"¡Cómpreme
usté
dos
por un real!"
Rubores
de
jardines
que
van
pidiendo
amores...
¡Ay,
qué bonitos!
(Simula
que va de uno en otro personaje ofreciendo flores. Ellos ríen)
No
me deje plantada,
que
me mata el dolor
si
no vendo mis flores
con
mi alegre canción.
Pregonando
mis rosas,
pongo
tanta ilusión
que
mi canto parece
que
te ofrece su olor.
Florecieron
en marzo,
cuando
nace el amor,
y
a las caras se asoman
de
las niñas en flor.
___________
Final del acto I “Tiene usted un corazón
digno de una emperatriz”. (Lorenzo,
María Manuela, Gonzalo, Mercedes)
LORENZO
(Por
el foro)
¿Y
mis herramientas?
Pero
¡anda la mar!
¿Qué
ha sucedido
a
la chica?
M.ª
MANUELA
¡Ná!
GONZALO
Que
se ha desmayado...
M.ª
MANUELA
Ya
se le pasó.
LORENZO
¡Y
que está preciosa
con
el tipitón!
(Se
queda a su lado)
GONZALO
(A
María Manuela)
Tiene
usted un corazón
digno
de una emperatriz.
Esa
que hay en el tapiz
de
pastora del Trianón.
M.ª
MANUELA
Si
lo tengo es por usted
que
me ha dado la lección:
eso
es lo que hay que tener
más
que nada, corazón.
MERCEDES
(A
Lorenzo, viendo a Gonzalo con María Manuela)
Sus
piropos
me
hacen gracia.
LORENZO
Son
la fija.
MERCEDES
Eso
es labia.
M.ª
MANUELA
(Gozosa
a Gonzalo, por Mercedes y Lorenzo)
La
aprendiza
le
hace cara,
él
la tiene
en
la canasta...
GONZALO
(A
María Manuela, encelando a Mercedes)
Yo
no sé si estará bien
que
le encienda su rubor
M.ª
MANUELA
¡No
lo diga, por piedad,
porque
mata mi ilusión!
(Aparte)
¡Me
quiere y se lo calla
pacientemente!
¡Le
quiero y me lo callo
por
ser prudente!
¡Quién
me dijera
que,
a la chita callando,
que,
a la chita callando,
tan
feliz fuera!
LORENZO
¡Lo
que digo es la fetén!
MERCEDES
¿Me
lo dice de verdad?
GONZALO
¡Su
ilusión quiero saber!
M.ª
MANUELA
¡Algún
día la sabrá!
MARIA
MANUELA, MERCEDES, LORENZO y GONZALO
(Cada
uno en su idea y actitud)
¡Ah!...
GONZALO
Tiene
usted un corazón
digno
de una emperatriz.
Esa
dama del tapiz
de
pastora del Trianón.
M.ª
MANUELA
¡Algún
día lo sabrá!
Porque
quiero tener yo
un
secreto que guardar
con
muchísima ilusión.
LORENZO
¡Lo
que digo es la fetén!
¡Venga
usté a tomar el sol
pa
que rabien más de tres
y
me envidien más de dos!
MERCEDES
¡Ay,
qué labia tiene usté!
¡No
me azare, por piedad!
¡Sus
piropos tienen miel
de
un riquísimo panal!
MARIA
MANUELA, MERCEDES, LORENZO y GONZALO
En
la vida juvenil,
cuando
luce un claro sol
lo
importante es no olvidar
los
secretos del amor.
___________
(Todos
los personajes que intervienen en este número
–Coro y Cuerpo de baile–, expresarán con sus gestos, mímica y actitudes
cuanto exige la acción y la situación que se describe. El personaje de Gonzalo
continúa con su personalidad de cantante, alrededor del cual giran: unas veces
la acción; girando él, en las otras, alrededor de las diversas figuras que intervienen
en el número, y procurando acompasar sus movimientos al ritmo musical, pero sin
perder su línea, con arreglo a lo que manda la partitura)
Pantomima de los piropos “Es el piropo,
piropo madrileño”: (Gonzalo, Coro)
GONZALO
(Al
ver a la Chica, que naturalmente, lleva un ritmo de baile, y que cruza la
escena un tanto azarada hasta salir por la derecha, siguiéndola)
¡Vaya
un pie
chiquitito
y bonito!...
(La
Chica se detiene un instante y sonríe... continuando su camino. Al hacer mutis
la Chica, sale por este lateral derecha una Mocita juncal con mantoncillo negro
de flecos que cruza la escena de derecha a izquierda llevando una batea con
ropa)
¡Viene
usted
derramando
sal!...
(La
Mocita se le planta un poco seria. En este instante dos Mujeres flamencas con
mantones "alfombraos" se cruzan con la anterior de izquierda a
derecha)
¡Eso
es gracia,
salero
y pimienta!
(Antes
de que estas dos Flamencas lleguen al lateral se le plantan y hacen
"pitos" en sus narices, y le vuelven la espalda con marcado desprecio,
quedándose en ese lugar del escenario comentando entre ellas... Y otra Mocita
juncal sale por este lado dirigiéndose al foro izquierda donde también se queda
comentando con la anterior Mocita)
¡Viva
el rumbo,
mi
General!
(Por
la derecha de segundo término aparece una Vendedora de agua con botijo y vasera
al brazo y con pelerina sobre los hombros, a la que atosigan con sus piropos
mímico-bailados el Vendedor de molinillos de papel y el Vendedor de "Don
Nicanor". Dos Guardias con casco y charrasco –sable– salen por la
izquierda y se dirigen con aire marcial a las dos Mujeres flamencas, a las que
se acercan piropeándolas también.
Gonzalo
mira a unos y otras y tararea sus frases anteriores un tanto chasqueado y
divertido. Por la derecha entra la Chica seguida de un Chico de una tienda, con
delantal terciado al tiempo que un Pollito pera se acerca a las Mocitas del
foro izquierda con sus requiebros. Gonzalo mira a los hombres que le han
arrebatado sus conquistas y dice:)
Es
el piropo
piropo
madrileño,
lo
más gracioso
que
se caza por el aire.
Es
pura sal
en
alas del amor.
Es
el donaire personal
que
se convierte en una flor.
Es
el piropo
piropo
sandunguero,
un
mensajero
de
la hermosa Primavera.
Por
una flor
graciosa
y postinera
una
mujer
se
deja camelar.
(Todas
las Mujeres, al oír a Gonzalo, van dejando a los Hombres y acercándose a él, rodeándole
con interés, atraídas por su voz. A una y otra según van llegando)
¡A
ti y a ti, preciosa!
¡A
ti y a ti, morena!
¡Clavel
y yerbabuena!
¡Bonita!
¡Salerosa!
CORO
Es
el piropo
piropo
madrileño,
lo
más gracioso
que
se caza por el aire.
Es
pura sal
en
alas del amor.
Es
el donaire personal
que
se convierte en una flor.
(En
este instante los Hombres, con la mayor gracia cautivadora de su baile, rodean
a las Mujeres que se dejan atraer por sus "piropos" bailados,
uniéndose –por parejas– a ellos y
danzando alrededor de Gonzalo; como dándole celos graciosamente, Gonzalo quiere
atraerse a una y a otra, sin lograr que le hagan caso. Las parejas se han
formado así: Los dos Guardias, con las dos Mujeres flamencas; el Chico de la
tienda con la Chica; los Vendedores de molinillos y "Don Nicanor" con
la Vendedora de agua a la que llevan en el centro, y el Pollito pera llevando a
su lado a las dos Mocitas juncales)
(Gonzalo
se ha quedado completamente solo y chasqueado en el centro de la escena y,
entonces a toda voz, vuelve a decir:)
GONZALO
Es
el piropo
piropo
sandunguero,
un
mensajero
de
la hermosa Primavera.
Por
una flor
graciosa
y postinera
una
mujer
se
deja camelar.
(Las
Mujeres, poco a poco, van dejando a los hombres, atraídas por la sugestión de
la voz de Gonzalo y acercándose a éste)
CORO
¡A
ti y a ti, preciosa!
¡A
ti y a ti, morena!
GONZALO
¡Clavel
y yerbabuena!
¡Bonita!
¡Salerosa!
(Ya
están todas embobadas rodeándole con gran indignación de los Hombres, que
comentan entre ellos y acaban por acercarse un tanto a ellas dando unas zapatetas
y marchándose mohínos hacia el lateral de la izquierda. Gonzalo rodeado por
todas ellas, o siguiéndolas más bien según se van yendo graciosamente por la
derecha, hasta hacer todas mutis, quedando él el último)
CORO
¡A
ti y a ti, preciosa!
¡A
ti y a ti, morena!
GONZALO
¡Clavel
y yerbabuena!
¡Bonita!
¡Salerosa!
¡Clavel!
___________
Dúo de Mercedes y Gonzalo “¡Qué buena
está la mañana”: (Gonzalo, Mercedes)
GONZALO
¡Qué
buena está la mañana!
¡Cómo
reluce hoy el sol!
MERCEDES
No
me esperaba encontrarte.
GONZALO
Pues
a mí me lo decía
el
corazón.
MERCEDES
¡Qué
guapa estaba la Reina!
¡Y
qué simpático el Rey!
GONZALO
¡Tú
sí que estás deliciosa!
MERCEDES
¡Es
que no soy la aprendiza
del
taller!
GONZALO
(Con
intención)
¿Y
ese chico carpintero
cómo
no te acompañó?
MERCEDES
¡Si
supieras que hasta el alma
se
ha metido el muy ladrón!...
Menos
mal que la maestra
no
es difícil de pelar...
GONZALO
¡Si
supieras que ese cuento
a
la historia pasó ya!
MERCEDES
(Aparentando
indiferencia)
¡De
verdad
lo
lamento!
GONZALO
Es
barbián el muy ladrón.
MERCEDES
A
mí me gustan barbianes
cuando
me hacen el amor.
GONZALO
Pues
no vayas muy deprisa
que
te puedes resbalar.
MERCEDES
Aplíquese
"usted" el cuento
si
no quiere desbarrar.
¡Quién
pudo figurarse
que
el "dandy" que tú eras
modelo
de elegancias
espléndido
y feliz,
sería
con el tiempo
pintor
de fantasía
que
andaba dibujando
cartones
de tapiz!
GONZALO
¡Quién
pudo figurarse
que
fuera la aprendiza
la
misma bella dama
que
estoy hablando aquí!
Si
fue por mi cariño
tu
loca travesura,
mi
afán te corresponde
queriéndote,
Fifí.
MERCEDES
(Riendo)
Pero,
¿tú qué te has creído?
No
lo hice por amor.
Solamente
fue una alegre
aventura
de Fifí.
¡Una
alegre travesura
divertida,
de Fifí!
GONZALO
(Sincero)
Pero
es que yo...
MERCEDES
(Coqueta)
No
estás tan mal...
GONZALO
Te
juro sin pamplinas,
que
digo la verdad.
MERCEDES
No
jures, que es pecado.
GONZALO
(Acercándose
a ella)
¿Lo
quieres comprobar?
MERCEDES
(Apartándose
siempre con coquetería)
¿Te
apuestas a que no?
GONZALO
¿Te
apuestas a que sí?
MERCEDES
Aprende
a soportar
las
bromas de Fifí.
MERCEDES
y GONZALO
¡Queremos
los dos
tener
razón!
(Frase
en la orquesta)
MERCEDES
¡No
dejes de tener...
GONZALO
¡No
dejes de tener...
MERCEDES
y GONZALO
...buen
humor!
MERCEDES
y GONZALO
¡No
fue por tu cariño
Si
fue por mi cariño
mi
loca travesura!
tu
loca travesura
¡Fue
sólo una aventura
¡mi
afán te corresponde
más
de Fifí!
queriéndote,
Fifí!
¡No
fue por tu cariño
Si
fue por mi cariño
mi
loca travesura!
tu
loca travesura
¡Fue
sólo una aventura
¡mi
afán te corresponde
más
de Fifí!
queriéndote,
Fifí!
MERCEDES
Olvídame
tú,
será
lo mejor.
GONZALO
¡Yo
volveré!
(Cada
uno para sí)
MERCEDES
y GONZALO
¡Y
volverá
también
su/tu
amor!
___________
Pasodoble de Lorenzo “Las mujeres
españolas, son la rosa y el clavel”: (Lorenzo,
Coro)
LORENZO
(Enardecido,
recogiendo la frase principal del pasodoble)
Las
mujeres españolas
son
la rosa y el clavel
que
florecen encendidos
bordeando
el redondel.
Son
sus caras sus banderas
y
sus gritos su canción,
y
las niñas de sus ojos
las
mejores compañeras
de
una tarde de pasión.
TODOS
Las
mujeres españolas
son
la rosa y el clavel,
que
florecen encendidos
bordeando
el redondel...
LORENZO
Son
sus caras sus banderas
y
sus gritos su canción,
y
las niñas de sus ojos
las
mejores compañeras
de
una tarde de pasión.
TODOS
Las
mujeres españolas
son
la rosa y el clavel,
que
florecen encendidos
bordeando
el redondel...
___________
Romanza de Mercedes “¿Dónde vas
marquesita maja?: (Mercedes)
MERCEDES
(Con
graciosa picardía y expresión)
¿Dónde
vas, marquesita maja,
sobre
tu "boudoir"
en
tu coche inglés
lindo
y seductor?
Como
soy una nueva Dama
de
Su Majestad,
a
Palacio voy
con
puntualidad.
Soy
mujer, y lo que deseo
con
gran ilusión
es
no producir
una
decepción;
y,
si pasa cierto personaje
que
no sé quién es,
sólo
quiero que comprenda todo,
todo
mi interés.
Yo
no sé
si
le encontraré;
pero,
en fin,
esa
es mi intención,
para
hallar
a
quien me sé
¡tanto
me da
un
salón
que
un "boudoir" francés!
Por
favor
querido
Cayetano
corre
un poco más.
Mira
que,
si
vamos tan despacio
no
voy a llegar.
¡Por
favor
corre
más!
¡Por
favor,
fustiga
los caballos
que
no llegaré...
y
tengo que triunfar!
Y
si pasa cierto personaje
que
no sé quién es,
sólo
quiero que comprenda todo,
todo
mi interés.
¡Un
gentil galán!
Tropezar
con él
es
toda mi ambición;
porque
eso puede ser
encontrar
mi
propio corazón.
___________
Romanza de María Manuela “¿Por qué se ha
de mentir a la gente?: (María Manuela)
M.ª
MANUELA
(Sentada,
pensativa)
¿Por
qué
se
ha de mentir a la gente?
¿Por
qué
no
proclamar la verdad?
Si
fue
para
engañarme valiente,
valor
le
pongo yo a mi ansiedad.
(Se
levanta)
Un
amor estremecido
por
los más puros anhelos,
y
un afán de perfecciones
que
era gloria de los Cielos.
Se
me van en un segundo
de
sorpresa y de estupor...
¡Pobre
amor, que no ha podido
merecer
un buen amor.
(Con
emoción)
Su
cariño era falso,
con
el viento se fue...
Y
encerrado en mi alma
se
quedó mi cariño,
¡que
era de oro de ley!
Un
amor que yo veía
asomar
en sus miradas
y
una hoguera en mi pecho
que
encendía en llamaradas,
apagaron
de repente
su
creciente resplandor.
¡Pobre
amor, que entre las sombras
hoy
oculta su dolor!
¡Pobre
amor, que entre las sombras
hoy
oculta su dolor!
(Por
la puerta de la Capilla aparece Gonzalo, con su uniforme anterior, que avanza
suplicante)
___________
Dúo de María Manuela y Gonzalo “¡María
Manuela!...¡Calle! ¡Qué horror!”: (Gonzalo,
María Manuela)
GONZALO
¡María
Manuela!
M.ª
MANUELA
(Al
verle)
¡Calle!
¡Qué horror!
¡Váyase
pronto!
(Dramáticamente)
¡No
me atormente
con
más ofensas!
GONZALO
(Humilde)
¡Oye,
por Dios!
M.ª
MANUELA
¿No
le impone respeto
este
santo lugar?
¿No
le asusta agraviarme
otra
vez con engaños
de
cobarde impiedad?
GONZALO
¡Oyeme,
por tu vida!
Yo
te pido perdón;
pero
escucha bajito
por
qué fue mi ficción.
M.ª
MANUELA
(Intentando
marcharse)
¡Déjeme...!
GONZALO
¡Oyeme...!
M.ª
MANUELA
(Ahora
llega suplicante)
¡Márchese!
GONZALO
¡No!
(Acercándose
a ella. Con emoción a flor de labio)
Yo
siempre fui
para
mi hogar
un
soñador
que
quiere despertar.
Yo
siempre fui
befa
y baldón
del
que mi padre se quejaba
sin
cesar.
Pero
una vez
en
que te vi
me
deslumbré
con
tu brillante resplandor.
Llegaste
tú,
llegó
tu amor;
¡y
para mí
llegó
también
mi
salvación!
Y
al amor...
y al
amor que me diste
en
aquel...
en
aquel magno día,
yo
jamás...
yo
jamás pagaría
con
decir...
con
decir la verdad.
M.ª
MANUELA
Del
amor...
del
amor que en ti puse,
con
la fe...
con
la fe que alentaba,
yo
jamás...
yo
jamás esperaba
tan
cruel...
tan
cruel galardón.
(El
va a abrazarla. Ella le rechaza dignamente)
GONZALO
y M.ª MANUELA
Yo
siempre fui
Yo
siempre fui
para
mi hogar
para
mi hogar
un
soñador
la
sola luz
que
quiere despertar.
que
había de alumbrar.
Y
para mí
¡llegó
el amor!
Y
para mí
la
perdición
también
llegó.
___________
Romanza de María Manuela “Axial como es
ella, deberías ser tú”: (María Manuela)
M.ª
MANUELA
¡Así,
como es ella
debiera
ser tú!:
decidida
y valiente,
salerosa
y graciosa
como
un cascabel.
¿Por
qué no?
¿Por
qué un hombre sin lacha,
sin
pudor y embustero
se
burla de ti?
¿Y
a ti, qué?
¡Tú,
eres tú!...
¡Y
él, es él!
Eres
tú,
María
Manuela;
bonita
y graciosa,
con
sal y fachenda,
con
sal y fachenda
y
mucho de aquí.
(Por
el corazón)
Y
de ti para mí,
mi
querida María.
¡Ay,
María Manuela!
si
los tienes así.
No
los ves a tus pies
cuando
por las mañanas.
¡Ay,
María Manuela!...
sales
para el taller.
Cuando
vienes y vas
por
la puerta de Atocha...
¡ay,
María Manuela!...
cómo
vienen y van,
y
se quedan así...
¡ay,
María Manuela!...
atontaos
alelaos
por
ti.
Eres
tú,
María
Manuela;
bonita
y graciosa,
con
sal y fachenda,
con
sal y fachenda
y
mucho de aquí.
___________
Chotis “¡Café con media! Media tostada”:
(Lorenzo, Tramoyistas)
LORENZO
En
la madrugá o al desayuno
y
en la sobremesa del almuerzo,
al
atardecer, como en la cena,
un
café se toma el madrileño.
Un
café de Moka o Puerto Rico,
o
un caracolillo brasileiro,
con
su mucho o poco de achicoria
¡es
lo que espabila y mata el sueño!
Pero
amigo,
donde
esté
un
recuelo
de
café,
con
su media
tostá...
LORENZO
y TRAMOYISTAS
¡Café
con media!,
media
tostada,
media
de abajo
muy
bien untada
de
mantequilla
con
un pincel...
LORENZO
Este
es el disloque
y
la fetén.
TODOS
¡¡Café!!
LORENZO
Y
es que en el Cuartel o en el Mercado,
en
la Redacción o el Ministerio,
una
taza bien torrefactada
hace
revivir al madrileño.
El
café en Levante o San Isidro,
Colonial,
Varela o Gato Negro,
llena
de optimismo al ciudadano
con
su olor de néctar de lo bueno.
Pero
amigo,
donde
esté
un
recuelo
de
café
con
su media
tostá...
LORENZO
y TRAMOYISTAS
¡Café
con media!,
media
tostada,
media
de abajo
muy
bien untada
de
mantequilla
con
un pincel...
LORENZO
Este
es el disloque
y
la fetén.
TODOS
¡¡Café!!
LORENZO
La mantequilla
con
un pincel...
Este
es el disloque
y
la fetén.
TODOS
¡¡Café!!
___________
Concertante final “Yo no sabía en aquel
momento lo que quería”: (María
Manuela, Gonzalo, Mercedes, Amadeo, Petrilla)
M.ª
MANUELA
(No
puede resistir más y salta con todo su coraje, avanzando hacia ellos)
¡No!
GONZALO
¡María
Manuela!
MERCEDES
¡Maestra!
M.ª
MANUELA
¡Aquí
estoy!
(Petrilla
viene a unirse con Amadeo)
Ni
usted, señorita,
ni
usted, don Gonzalo,
están
en razón.
Yo
no soy una mujer
que
se toma y que se deja.
¡Yo
no soy un bibelot!
¡Yo
no soy una cualquiera!
AMADEO
¡Olé
las mujeres!
PETRILLA
¡Viva
la maestra!
PETRILLA
y AMADEO
¡Y
que parecía
una
mosca muerta!
M.ª
MANUELA
¡Conque
ya lo saben!
GONZALO
¡María
Manuela!
MERCEDES
¡Yo
se lo regalo!
M.ª
MANUELA
¡No
quiero miserias!
¡No
quiero limosnas!
MERCEDES
¡María
Manuela!
M.ª
MANUELA
(A
Fifí)
Puede
usted llevarse
a
este caballero.
(Por
Gonzalo)
El
no fue el culpable
de
lo del suceso.
Todo
lo ocurrido
fue
por culpa mía.
GONZALO
¡María
Manuela!
M.ª
MANUELA
Yo,
que no sabía
en
aquel momento
lo
que le quería...
GONZALO
¡No!
Perdón...
PETRILLA
(Consolándola)
¡Maestra!
M.ª
MANUELA
Y
por mi cariño,
¡porque
le quería!
¡Ya
nadie le quiere....
nadie!
¡Ni yo misma!
MERCEDES
Perdón,
María Manuela.
Perdone
el mal que le he hecho.
M.ª
MANUELA
Estaba
usted en su derecho...
MERCEDES
De
todos modos, perdón.
(A
Gonzalo)
Que
Dios te ampare, Gonzalo.
(Azarada,
a todos)
¡Adiós!
(Y
hace mutis, también emocionada, por el foro)
AMADEO
¡Mi
madre, qué lío!
PETRILLA
¡De
padre y muy señor mío!
GONZALO
¡María
Manuela, perdón!
(La
orquesta ataca fuerte. Amadeo ofrece su brazo derecho a Petrilla y el izquierdo
a María Manuela, que se cogen a ellos alegremente)
¡María
Manuela,
madrileña
y menestrala;
mi
cariño ha de ser gala
de
tu hermoso corazón!
FIN
Información
obtenida en la Página Web http://lazarzuela.webcindario.com/
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