EL PUÑAO DE ROSAS
Zarzuela en un acto dividido
en tres cuadros.
Libreto: Carlos Arniches y
Ramón Asensio.
Música: Ruperto Chapí.
Estrenada en el Teatro Apolo
de Madrid el 30 de octubre de 1902.
La acción en un cortijo
cordobés.
ARGUMENTO
La
acción comienza en un rellano pintoresco de la sierra de Córdoba, donde junto a
una fuente aparecen sentadas un grupo de mozas. Rosario tiende su mano a una
gitana que le está diciendo la buenaventura, a su izquierda su prima Carmen con
el cántaro apoyado en la cadera atenta por igual a los comentarios de las mozas
y a las profecías de la gitana, la cual predice a Rosario que dos hombres están
enamorados de ella, y que habrá un disgusto si no lo remedia Dios, pero que no
se apure, porque un marqués muy rico y prendado de su hermosura, vendrá por
ella. Las mozas se ríen, diciéndole que Tarugo será el marqués. Juan padre de
Rosario, le dice a Carmen que se alegra que se burlen de Rosario, a ver si con
sus burlas le arrancan el cariño de ese bruto, que es el bestia más bestia que
ha dado la tierra, al que está dispuesto a echar del cortijo por aquello de
“ojos que no ven...” y le dice a su sobrina que llene el cántaro que ha venido
el señorito, que últimamente anda mucho por el Cortijo.
El
señor Juan encuentra a Tarugo y a su hermano José Antonio juntos, circunstancia
propicia para decirle lo que hace tiempo desea: que su hija es su orgullo y
aunque no la guarde para príncipes ni reyes, menos para un salvaje como él. Le
amenaza con echarle de cabeza por el barranco si vuelve a mirar a Rosario. Esta
sale del cortijo viendo la tristeza de Tarugo le dice que si puede hacerle un
favor. “¿Uno sólo”? pregunta Tarugo. Rosario le dice que va a venir el señorito
con unos amigos y quiere estar guapa, motivo por el cual le pide un puñao de
rosas. Como es mayo y los rosales no han brotado todavía, ella quiere ser como
se las compone para encontrarlas y traérselas.
Mientras
Tarugo sale a cumplir su encargo, Rosario reflexiona que es una herejía lo que está
haciendo con Tarugo, ya que todo el mundo cree que le quiere, pero de quien
ella está enamorada en realidad es del “señorito Pepe”, quien solamente la
desea en plan de aventura. Regresa Tarugo con su manojo de rosas. Pregunta
Rosario de dónde las ha cogido, a lo cual él responde que se las ha cogido a la
Virgen. Tarugo va a pedirle a Rosario una rosa después de haberla llevado en el
pelo, y al avanzar hacia ella ve llegar al señorito Pepe. Se esconde entre la
maleza para que no le vean y oye como Pepe y Rosario se declaran su amor. El
señorito le pide que se vaya con él aquella noche a Córdoba: Rosario le
responde que lo pensará.
Cuando
ella desaparece, él se burla cínicamente diciendo que estará con ella un mes en
Córdoba, otro en Sevilla y después para Tarugo. El señor Juan descubre llorando
a Rosario.
Cree
que es por culpa de Tarugo y lo hecha del Cortijo, pero él jura que aunque
Rosario no será para él, nadie se la va a llevar de su casa. Llega la hora de
la cita y aparece el señorito Pepe. Tarugo está entre los árboles esperándole
con su escopeta. Le sale al encuentro y le dice que si quiere de verdad a
Rosario que se la pida a su padre. Si así lo hace, él mismo se la llevará hasta
el altar, pero si no se la pide, que se marche a Córdoba. Forcejean los dos hombres,
logrando Tarugo quitarle la escopeta al señorito Pepe, amenazándole con matarlo
si no se marcha. El señor Juan ha descubierto que su hija no está en el Cortijo
y sale buscándola desesperado. Es entonces cuando Tarugo entrega a Rosario a su
padre y ella le pide perdón. Tarugo va hacia la ventana donde estaba “el puñao
de rosas” y lo coge, el señor Juan le pregunta que a dónde va, y él le contesta
que a devolver las flores a la Virgen.
_____________
Personajes:
Rosario: Hija del capataz.
Una gitana: Que le “echa” a Rosario la buenaventura.
Tarugo: Enamorado de Rosario que roba de un altar un “puñao de rosas” para ella e impide su marcha con Pepe.
Pepe: Señorito del cortijo que propone a Rosario huir con él a la ciudad.
Carmen: Prima de Rosario.
José Antonio: Hermano de Tarugo.
Juan: Capataz del cortijo y padre de Rosario.
Tres cazadores:
Un arriero:
______________
Números musicales:
Coro “Una gitana vieja me dijo un día”: (Coro, Rosario, Gitana, Carmen)
Dúo de Rosario y Tarugo “Ay mare der
arma mía”: (Rosario, Tarugo, Gitana)
Dúo de Rosario y Pepe “No te asustes tu
alma mía”: (Pepe, Rosario)
Coro “Va la tarde cayendo” y terceto de
cazadores “Con perro, escopeta, morral y canana”: (Coros, Arriero, Tres Cazadores)
Copla“¡Venga jaleo! ¡Venga jarana!”: (Coro, Juan, Rosario, Carmen)
Final “¡Nadie! ¡Toó está tranquilo”: (Tarugo)
_____________
Coro “Una gitana vieja me dijo un día”: (Coro, Rosario, Gitana, Carmen)
CORO
Una
gitana vieja
me
dijo un día,
que
yo por sus achares
me
moriría.
Y
asertó de tal modo
mi
pensamiento,
que
me puse más gorda
der
sentimiento.
No
creas nunca,
rosa
temprana,
en
los augurios
de
una gitana.
ROSARIO
(A
quien la gitana le está diciendo la buenaventura)
No
las hagas caso;
son
ganas de hablá.
GITANA
Yo
qué he de hasé caso
de
ezas condenás.
CORO
Una
gitana vieja
me
dijo un día,
que
yo por sus achares
me
moriría.
Y
asertó de tal modo
mi
pensamiento,
que
me puse más gorda
der
sentimiento.
No
creas nunca,
rosa
temprana,
en
los augurios
de
una gitana.
GITANA
Esta
raya de tu mano,
capuyito
de azusena,
quié
desí que dó moreno
por
ti ze mueren de pena.
Y
que estás pasando ducas
y
fatigas por los dó,
y
que va a haber un desgusto
zi
no lo remedia Dió.
UNAS
Eso
el otro día
me
lo dijo a mi.
OTRAS
Pos
a mi me dijo
lo
mesmo que a ti.
ROSARIO
No
las hagas caso,
son
ganas de hablá.
GITANA
¿Yo
qué he de hasé caso?
¡No
faltaba má!
CORO
Una
gitana vieja
me
dijo un día,
que
yo por sus achares
me
moriría.
Y
asertó de tal modo
mi
pensamiento,
que
me puse más gorda
der
sentimiento.
No
creas nunca,
rosa
temprana,
en
los augurios
de
una gitana.
GITANA
(Continuando)
Pero
no t’apure, niña,
que
esta raya m’azegura
q’un
marqué la ma de rico
za
prendao de tu hermozura,
y
t’hará muchos regalos,
y
vendrá pronto por ti,
y
estarás jecha una reina,
y
a zu lao zerá felí.
CORO
¡Ja,
ja!
¡Ja,
ja!
¡Un
marqué nada menos!
¡Qué
atrosiá!
M’alegrito
de verla
tan
rigulá!
ROSARIO
(Contrariada
y dándole una moneda)
¡Estas
no nos dejan!
Toma
y vete ya,
y
ojalá que asiertes.
GITANA
¡Pues
no he de asertá!
Capuyito
de rosa temprana,
tu
lo verá.
CORO
¡Ja,
ja!
¡Ja,
ja!
¡Un
marqué nada menos!
¡Qué
atrosiá!
M’alegrito
de verla
tan
rigulá!
No
hagas caso, Rosario,
no
creas na,
que
esa vieja infundiosa
te
va a engañá.
CARMEN
Que
la engañe o que no,
lo
mismo da,
y
eso poco a vosotras
sos
pué importá.
MOZAS
M’alegrito
de verla
tan
rigulá!
GITANA
(Haciendo
mutis por la rampa)
Ayá
va por el mundo roando
la
probe gitana,
que
er destino de todos augura.
¿Quién
quié que le diga
la
buenaventura?
CORO
¡Ja,
ja!
¡Ja,
ja!
¡Un
marqué nada menos!
¡Qué
atrosiá!
M’alegrito
de verla
tan
rigulá!
Ya
veréis cómo luego es Tarugo
er
marqué que por eya vendrá.
ROSARIO
¿Qué
disen de Tarugo?
¿Qué
tienen que desí?
CARMEN
Que
digan lo que quieran;
¿qué
se te importa a ti?
ROSARIO
E
que si yo le quiero,
le
quiero porque sí,
y
nadie de esas cosas,
se
tienen que reí.
CORO
¡Ja,
ja!
¡Ja,
ja!
¡Un
marqué nada menos!
¡Qué
atrosiá!
M’alegrito
de verla
tan
rigulá!
M’alegrito
de verla
tan
rigulá!
M’alegrito
de verla
tan
rigulá!
GITANA
Ayá
va por el mundo roando
la
probe gitana,
que
er destino de todos augura.
¿Quién
quié que le diga
la
buenaventura?
CORO
¡Ja,
ja!
¡Ja,
ja!
¡Un
marqué nada menos!
¡Qué
atrosiá!
M’alegrito
de verla
tan
rigulá!
M’alegrito
de verla
tan
rigulá!
M’alegrito
de verla
tan
rigulá!
_______________
Dúo de Rosario y Tarugo “Ay mare der
arma mía”: (Rosario, Tarugo, Gitana)
ROSARIO
(En
la ventana, regando unos tiestos)
¡Ay,
mare der arma mía
qué
güen porvení me espera,
de
fortuna y de alegría!
¡Que
güen porvení me espera,
que
hoy ma dicho una gitana
que
tendré tóo lo que quiera!
TARUGO
(A
media voz)
La
copla en zus labios,
zuspira
y mermura;
no
hay naide que cante
con
eza durzura.
Yo
ziento al oírla
no
zé qué temó;
murmuyo
lejano de fuente escondía
parese
zu vó.
ROSARIO
Yo
no sé, maresita del arma,
qué
e lo que m’apura,
solo
sé esta tarde m’han dicho
la
buena ventura.
Y
a pesá de que tóo m’asegura
fortuna
y riquesa,
yo
no sé que será que me siento
morí
de tristesa.
TARUGO
¡Dios
mío! ¿qué dices?
¿Qué
zufre y que llora?
Po
yo zabré pronto qué ocurto y qué negro
pezá
la devora.
¡Rozario!
ROSARIO
(Sorprendida)
¡Tarugo!
¿Qué
buscas aquí?
TARUGO
Po
ná, que en silensio
tus
quejas oí;
y
como por ellas
que
estas triste sé,
vengo
a que tu mesma
me
digas por qué.
ROSARIO
¿Qué
yo estoy triste piensas?
¡Jesú,
qué atrosiá!
TARUGO
¡Rozario,
no me engañe!
ROSARIO
¡Yo
qué te vi a engañá!
Cantaba
cosas tristes
por
ganas de cantá.
TARUGO
Dispensa,
yo penzaba
que
tóo eso era verdá.
GITANA
(Dentro
y muy lejos)
Ayá
va, ayá va por er mundo roando,
la
probe gitana,
que
er destino de todos augura:
¿Quién
quié que le diga
la
buenaventura?
ROSARIO
(Inquieta)
¡Dió
santo!, ¿qué escucho?
¡Su
voz otra ve!
TARUGO
Rozario,
¿qué es eso?
ROSARIO
¡Por
Dió, déjame!
TARUGO
Tú
tienes hoy argo,
que
no zé lo que é.
ROSARIO
(Disimulando)
¡Pero,
hombre, qué empeño!
¡Yo
qué he de tené!
(Ocultando
su tristeza con fingida alegría)
Yo
no tengo na má por ahora
que
mucha alegría.
¡Si
tuviera una pena muy honda
te
la contaría!
Po
que yo se de sobra hase tiempo,
que
tú pa mi has sío
un
amigo, que como un hermano,
siempre
me ha querío.
TARUGO
(Sin
poder dominar su tristeza)
Po
má que eya ze empeñe en negarlo,
yo
azeguraría,
que
hase tiempo, no tiene Rozario,
denguna
alegría.
Y
ar zabé que la pena la ajoga,
zoy
hombre perdío;
que
no hay otro que tanto la quiera
ni
la haya querío.
ROSARIO
Yo
no pueo finjí, lo va a conosé
pobretica
e mí, que voy a jasé,
¿Qué
piensas, Tarugo?
TARUGO
Yo
no pienso ná.
ROSARIO
Po
espera un momento que sarga;
tenemode
hablá.
Yo
no tengo na má por ahora
que
mucha alegría.
¡Si
tuviera una pena muy honda
te
la contaría!
Po
que yo se de sobra hase tiempo,
que
tú pa mi has sío
un
amigo, que como un hermano,
siempre
me ha querío.
TARUGO
Po
má que eya ze empeñe en negarlo,
yo
azeguraría,
que
hase tiempo, no tiene Rozario,
denguna
alegría.
Y
ar zabé que la pena la ajoga,
zoy
hombre perdío;
que
no hay otro que tanto la quiera
ni
la haya querío.
______________
Dúo de Rosario y Pepe “No te asustes tu
alma mía”: (Pepe, Rosario)
PEPE
No
te asustes tú, arma mia,
luserito
de mi vía,
no
te asustes, que soy yo.
ROSARIO
¡Yo
asustarme? ¡Tontería!
Tú
me causas alegría,
pero
sobresalto no.
PEPE
(Apasionadamente)
¡Ay,
vía de mi vía!
ROSARIO
¡Pepe,
por Dió!
(Mirando
con temor al cortijo)
Tú
me causas alegría,
pero
sobresalto no.
PEPE
Como
a mí en er mundo
sin
estar contigo
nada
me divierte,
dejo
a los amigos
jugando
en el arto
po
venir a verte.
Po
desirte a sola
que
por curpa tuya
de
pesá me muero
(Abrazándola)
ROSARIO
(Cariñosamente)
¡Pepe,
me hases daño!
PEPE
¡Cáyate,
arma mía!
¡Déjame,
lusero!
(Estrechándola
más y con creciente pasión)
¡Quiero
estrecharte en mis brazos,
verte
de amor medio loca,
quiero
bebé la alegría
en
los labios de tu boca!
Quiero
sentir junto al mío
tu
corasón parpitá,
y
quiero darte, arma mía,
mi
sangre y mi vía,
¡que
ya ves si es dá!
ROSARIO
¡Caya
por Dió, Pepe mío!
Mira
que me vuelvo loca
y
que me estás trastornando
las
palabras de tu boca.
¡Caya,
por Dió te lo pío,
porque
me vas a matá!
Que
yo también te daría
mi
sangre y mi vía,
¡que
ya ves si es dá!
PEPE
(Con
alegría)
¿Lo
dise de vera?
ROSARIO
¿Po
no ve que sí?
PEPE
¿De
vera, Rosario?
ROSARIO
¡Y
aún dudas de mí!
PEPE
(En
voz baja y acariciadora)
¡Pos
óyeme, paloma!
Yo
tengo ayá en Triana,
en
medio de los campos,
una
casita blanca.
ROSARIO
(Suplicante)
¡Pepe!
PEPE
(Apasionado)
¡Caya!
En
el jardín, las flores
sus
cálises levantan
y
aquel rincón ocurto
perfuman
y embalsaman.
ROSARIO
(Desfalleciendo)
¡Pepe!
PEPE
(Más
bajo cada vez)
¡Caya!
Pa
unir en laso estrecho
dos
cuerpos y dos almas,
pa
dos que bien se quieran
como
nosotros...
ROSARIO
(Con
súbito arranque)
¡Basta!
PEPE
(Dominándola
nuevamente con el sensual halago de su voz amorosa)
No
existe mejor nío
que
mi casita blanca,
perdía
en el espeso
ramaje
de Triana.
ROSARIO
(Con
mucha emoción)
¡Ay,
mare de mi vía!
PEPE
¡Ay
vía de mi arma!
¡Ayí
mi amor te espera
y
ayí quiero que vayas!
ROSARIO
(Con
entereza)
¡Nunca!
PEPE
(Sorprendido)
¿Qué
es lo que dices?
ROSARIO
¡Nunca!
PEPE
(Con
amargura)
¡Ya
lo esperaba!
(Despreciativo)
Mujer
al fin y al cabo,
y
como todas, falsa.
ROSARIO
(Suplicante)
¡Pepe!
PEPE
(Con
rabia)
Si
no me quieres..
ROSARIO
(Con
gran dolor)
¡Pepe!
PEPE
(Con
indignación)
¿Por
qué me engañas?
ROSARIO
(Casi
llorando)
¡Pepe,
por Dió lo pío!
cáyate,
que me matas!
PEPE
(Abrazándola
de nuevo)
¡Quiero
estrecharte en mis brazos,
verte
de amor medio loca,
quiero
bebé la alegría
en
los labios de tu boca!
Quiero
sentir junto al mío
tu
corasón parpitá,
y
quiero darte, arma mía,
mi
sangre y mi vía,
¡que
ya ves si es dá!
ROSARIO
¡Caya
por Dió, Pepe mío!
Mira
que me vuelvo loca
y
que me estás trastornando
las
palabras de tu boca.
¡Caya,
por Dió te lo pío,
porque
me vas a matá!
Que
yo también te daría
mi
sangre y mi vía,
¡que
ya ves si es dá!
_______________
Coro “Va la tarde cayendo” y terceto de
cazadores “Con perro, escopeta, morral y canana”: (Coros, Arriero, Tres Cazadores)
CORO
(De
pastores, a lo lejos)
Va
la tarde cayendo,
yega
la noche:
camino
e la majada
van
los pastores,
buscando
entre las sombras
y
en er descanso
er
nudo cariñoso,
de
amantes brasos.
Va
la tarde cayendo,
cayendo,
cayendo
Va
la tarde cayendo,
yega
la noche:
camino
e la majada
van
los pastores,
Camino
e la amajada
van
los pastores.
Camino
e la amajada
van
los pastores.
Vaya
con Dios la tarde,
venga
la noche.
CORO
(De
aceituneras)
Como
banda de palomas
que
la noche ha sorprendío,
va
acá una de nosotras
buscando
er caló der nío!
(Salen
a escena)
Semos
las aseituneras;
venimos
der plantoná.
¡Ay,
caminito de casa,
qué
a gusto te voy a andá!
Vamos
pronto mositas,
que
farta poco.
Vámonos
hasia er pueblo
que
el ir es corto.
Quió
está pronto en la reja
pa
que no espere
y
me diga cantando
cuánto
me quiere.
Semos
las aseituneras,
venimos
der plantoná.
¡Ay,
caminito de casa,
qué
a gusto te voy a andá!
Caminito
de casa,
caminito
de casa.
¡Ay,
caminito de casa,
qué
a gusto te voy a andá!
ARRIERO
(Dentro)
¡Arrierito,
arriero!
¡Malhaya
tu suerte perra!
Siempre
solo y siempre andando
por
atajos y vereas.
LOS
TRES CAZADORES
(Cómicamente)
¡Con
perro, escopeta,
morral
y canana,
salí
esta mañana
serían
las tré!
Subiendo
y bajando
peñascos
y serros,
detrás
de los perros
diez
leguas andé.
¡Suando!
¡Aspeao!
¡Molío!
¡Cansao!
Y
usté me dirá:
(Limpiándose
el sudor)
¿y
qué ha casao usté?
¡Ah!
¡Ah!
(Con
señales de gran cansancio)
Pues
no he casao na.
¡Ná!
¡Ná!
Pero
tóo se puede
sufrir
con valor,
por
er gusto que da que te digan:
¡Ahí
va un casaor!
El
perro, de muestra
nos
puso un conejo;
tiramos,
y un viejo
ar
punto gritó:
“No
tiren, zeñore,
que
es un disparate.
Si
está con tomate,
y
lo he guisao yo.”
¡Corrío!
¡Abroncao!
¡Me
fui
avergonzao!
Y
usté me dirá:
(Haciéndose
aire con el sombrero)
¿Y
qué ha casao usté?
¡Ah!
¡Ah!
(Igual
que la otra vez)
Pues
no he casao na.
¡Ná!
¡Ná!
Pero
tóo se puede
sufrir
con valor,
por
er gusto que da que te digan:
UNO
Ahí
va un casaor
OTRO
Ahí
va un casaor
OTRO
Ahí
va un casaor
UNO
¡Ahí
va!
OTRO
¡Ahí
va!
LOS
TRES
¡Ahí
va un casaor!
_______________
Copla“¡Venga jaleo! ¡Venga jarana!”: (Coro, Juan, Rosario, Carmen)
CORO
¡Venga
jaleo!
¡Venga
jarana!
Duren
las coplas
hasta
las sinco
de
la mañana.
Venga
jarana,
venga
jaleo,
poique
esta noche
yo
t’aseguro
que
aquí me queo.
JUAN
No
tanto, mositos,
que
hay que madrugá.
CORO
Po
que cante una copla Rosario.
ROSARIO
Po
ayá va
(Olé
y palmas)
ROSARIO
(Entonándose)
¡Aaaaay!
TODOS
¡Olé!
ROSARIO
Yo
sufro mientras tú gosas,
yo
goso mientras tú cantas.
Las
penas que a mí me sobran,
son
las que a ti te hasen farta.
¡Ay,
si tú supieras
lo
que a mi me pasa!
No
tendrías, no tendrías pa mí de seguro
tan
malas entrañas.
CORO
¡Ole
las mujeres!
¡Vaya
sentimiento!
CARMEN
¡Ay,
Josú, qué tristes
que
nos hemos puesto!
PEPE
Canta
tú si quieres.
CARMEN
Pues
ayá voy yo.
TODOS
¿Qué
va a sé?
CARMEN
Un
tango
de
los de mistó.
CARMEN
No
le cuentes ar cura, chiquiya,
lo
que anoche pasó entre lo dó
porque
no va habé cura en Seviya
que
te dé la arsolución.
CORO
¿Que
no?
CARMEN
¡Que
no!
Pero
no pase pena denguna,
ni
t’apures por eso, mujé;
ven
a merme esta noche a las onse,
porque
yo te arsorveré.
TODOS
¡Olé!
CARMEN
Poique
pa sierto delitos
que
cometemo lo do,
yevo
yo siempre conmigo...
La
arsolusión.
(Carmen
levanta los brazos, yergue su busto y principia a bailar un zapateao con toda
la gracia del mundo. Entusiasmo general)
TODOS
¡Duro!
¡Grasia!
¡Venga!
¡Qué!
¡Arsa!
¡Toma!
¡Vaya!
¡Bien!
_______________
Final “¡Nadie! ¡Toó está tranquilo”: (Tarugo)
TARUGO
¡Naide!
¡To está tranquilo!
¡No
ze oye una pisá!
Ya
la hora de la cita
no
tardará en zoná,
y
eze hombre, por Rozario
gozoso
yegará.
¡Que
yegue, zí, que yegue,
que
zentenciao etá!
¡Medita
infame y goza
tu
hazaña criminá!
¡Po
la sagrá memoria de mi pare
no
te la yevarás!
FIN
Información
obtenida en la Página Web http://lazarzuela.webcindario.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario