Gigantes y Cabezudos (Libreto)



GIGANTES Y CABEZUDOS



Zarzuela cómica original y en verso, en un acto y tres cuadros.

Libreto de Miguel Echegaray.

Música de Manuel Fernández Caballero.

Estrenada en el Teatro de la Zarzuela en la noche del miércoles 29 de Noviembre de 1898.


REPARTO (Estreno)

Pilar – Lucrecia Arana.

Antonia – Nieves González.

Pepa – Sra. Blázquez.

Juana - Srta. Espinosa.

Compradora – Srta. Arizmendi.

El Sargento – Julián Romea.

Timoteo – Juan Orejón.

Pascual – Sr. González

Jesús - Sr. Guerra.

El Tío Isidro: Pablo Arana.

Vicente – L. Romea.

Municipal 1 º - Sr. Toha.

Municipal 2 º - Sr. Galerón.

Los de Calatorao – Srta. Jarque, Sr. Balsalobre, Srta. Espinosa, Sr. Estrella, Srta. Llanos, Alabez (Niño).

Cabezudos, gigantones, coro general y de niños; banda de guitarras y bandurrias, tamboril y gaita.


CUADRO PRIMERO

La plaza del mercado en Zaragoza. A la izquierda, una carnicería, de la cual sólo se ve la puerta; puestos por todas partes; algunos carritos de mano, donde se venden frutas, etc. En primer término a la izquierda, un puesto de verdura y a la derecha uno de telas.

Antonia, Pepa, Juana, Coro de Mujeres, después, Timoteo.

(Música)

(Al levantarse el telón aparecen agarradas y pegándose Antonia y Juana. Las demás procuran separarlas)

VENDEDORA
Hay que separarlas.
Van a hacerse mal.

OTRAS
Isidro, tío Isidro,
venga usted acá.

(El tío Isidro sale de su carnicería y separa a las que se pegan)

ISIDRO
¡Alto! ¡Qué mujeres!
Estas son demonios.

ANTONIA
¡Me arañó la cara!

JUANA
¡Me ha arrancado el moño!

ISIDRO
¿Por qué habéis armado
esta trapatiesta?

JUANA
El genio de Antonia.

ANTONIA
El carácter de esa.

JUANA
Me ha pedido mucho.

ANTONIA
La he dicho que ofrezca.

JUANA
No me da la gana.

ANTONIA
¿No ve usté qué lengua?

PEPA y VENDEDORAS
¡Calma y no pegarse
por unas cuadernas!

JUANA
Eso no es vender.

ANTONIA
¿Eso qué es?

JUANA
¡Robar!

ANTONIA
¡Ladrona! ¡La mato!

JUANA
¡Qué me has de matar!

(Vuelven a agarrarse. Vuelve a separarlas el tío Isidro)

ISIDRO
¡Antonia, que te estés quieta,
y tú, Juana, vete ya!
A que llamo al alguacil.

JUANA
El alguacil no vendrá.
Ya sabemos por qué es tan valiente,
ya sabemos por qué es tan cerril,
ya sabemos que insulta a la gente
porque tiene el marido alguacil.
Pero a mí no me importa ni el juez.
Que viniese ahora mismo quisiera.

ANTONIA
¡Tío Isidro, tío Isidro, me insulta otra vez!

VENDEDORAS
¡Fuera! ¡Fuera 1 ¡Te digo que fuera!

(Empujan todas a Juana que se marcha)

ISIDRO
Pero, por Dios, Antonia,
nos comprometes.
Jamás oyes razones
ni te contienes.
A las seis has venido,
no son las siete,
y ya has andado a golpes
dos ó tres veces.
Pronto a tu puesto.
ponte a vender.

PEPA y VENDEDORAS
Y cállate, si puedes,
alguna vez.

(Antonia se sienta en su puesto de verduras, izquierda, primer término)

ANTONIA
¡Pimientos y tomates!
¿No hay quien los quiera?
Y rábanos, ¿quién compra?
¡La rabanera!

PEPA y VENDEDORAS
Tiene un carácter
como una fiera;
pero ella es la alegría
de la plazuela.

(Vuelven todas a sus puestos. Pepa en el de telas)

UNA
Una ¡Vaya una merluza rica!

OTRA
¡Melocotones, manzanas!

UNA
¡Venga usté, parroquianica!

OTRA
¿Dónde están mis parroquianas?

COMPRADORA
¡Qué caro está todo!
¡Qué barbaridad!
Los precios se suben
cada día más.

UNAS
Ya Timoteo
viene hacia acá.

(Timoteo vestido de Guardia Municipal. Entra por la izquierda)

TODAS
A buena hora llega
hoy la autoridad.

TIMOTEO
Soy yo, muchachas.
Venid a mí.
Algo muy grave.
voy a decir.

VENDEDORAS
Algo muy grave.
¿Qué pasará?

(Todas se levantan, vienen y le rodean)

TIMOTEO
Silencio, calma
y oídme ya.
El Ayuntamiento
hoy está reunido.
Por el nuevo arbitrio
ya se ha decidido.
No ha quedado corto
el Ayuntamiento,
que a todas aumenta
un ciento por ciento.

VENDEDORAS
Un ciento por ciento.
¡Qué barbaridad!

TIMOTEO
Cosas, hijas, de la
superioridad.
El Alcalde, que os tiene un canguelo
muy justificado,
al Gobierno civil, de mañana,
llegó demudado.
Y allí expuso sus dudas
respecto a vosotras;
pues como él decía,
al fin, sois mujeres,
y de Zaragoza.
Y entonces, al pobre Alcalde,
le dijo el Gobernador:
«Usted cumpla lo acordado,
del orden respondo yo.»
Ya lo sabéis,
vais a pagar.

VENDEDORAS
¿Pagar nosotras?
¡Nunca jamás!
Anda, ve y dile al Alcalde
que diga al Gobernador
que no responda del orden,
que el orden lo turbo yo.
Con tanto impuesto
ahogada estoy.
Mi sangre quieren,
yo no la doy.

TIMOTEO
Cristo de la Seo,
virgen del Pilar,
haz que se sosieguen
y no griten más.
Si en aumento sigue
esta rebelión,
de una gran paliza
no me libro yo.

VENDEDORAS
Si esos señores
juntos allí,
contra nosotras
votan que sí,
anda, ve y dile al Alcalde
que diga al Gobernador,
que la plazuela ha votado,
y que ha votado que no.

(Hablado)

TIMOTEO
¡Señoras, por Dios, señoras!
¡Mujer, calla!

ANTONIA
¡No callamos!
Tenemos poco dinero.
Están los tiempos muy malos.
Para pagar ese arbitrio,
¿vamos a vender los trastos?
Al primer municipal
que venga, aunque sea el zángano
de mi marido...

TIMOTEO
¡Presente!

ANTONIA
Y traiga un cañón rayado,
en presentando el recibo
juro que lo manteamos.

TODAS
¡Sí, sí!

TIMOTEO
¡Qué barbaridad!

TODAS
Lo hacemos.

ANTONIA
He dicho.
(Volviendo a su puesto) ¡Y rábanos!

(Todas ocupan sus asientos)

PEPA
¡A real la vara! ¡Surás!

TIMOTEO
No seré yo, por si acaso,
el que las traiga el papel,
porque estos son marimachos,
no mujeres, y mi Antonia,
mi costilla, tiene un brazo
que ni el Badila; y si vengo
con el recibo, no escapo
de la somanta: marido
y todo, me alza la mano.
Pero si el conflicto estalla,
vamos a ver, ¿yo qué hago?
Soy municipal: ¡que paguen!
Gritaré: «¡Que está mandado!»
Mas como soy vendedor,
yo contestaré: «¡No pago!»
El uniforme me obliga,
el Municipio es mi amo.
Mas el corazón, mi Antonia,
me llama por otro lado.
¿Soy alguacil? ¿Soy marido?
¿Pido ó niego? ¿Cobro ó pago?
«Conflicto entre dos deberes»,
que dijo un autor dramático.
Gracias a mi inteligencia,
mi mujer y yo reinamos
unidos al carnicero
en la plaza y el mercado.
Mi Antonia es la soberana;
vamos, la czarina; vamos,
la que pega; yo el ministro
de la Guerra, y aquel bárbaro
de carnicero, el de Hacienda;
porque es él el encargado
aquí de sacar los hígados.
Daré una vuelta despacio
por mi reino. Yo domino
aquí. Ya impongo un multazo,
ya le perdono; concedo
mi protección, y reparto
sonrisas: ó me incomodo
y remito un ciudadano
á la cárcel, según el
humor con que me levanto.
Cuando por aquí paseo,
llevando la espada al lado,
no envidio a Napoleón,
con ser él otro tirano;
porque él no llegó a mandar
un Zaragoza, y yo mando.

(Se va paseando por la plaza y sale por la derecha)


ESCENA II

Pilar, Antonia, el Tío Isidro después. En sus puestos las Vendedoras, y en la plaza la animación propia del mercado.

PILAR
¡Antonia! (Sale de la carnicería)

ANTONIA
¿Ya estás tú aquí,
en vez de estar despachando?
Si se enfada el tío Isidro...

PILAR
No se enfada: es muy buenazo
Ya he trabajado bastante.
Pues ahora a charlar un rato.

ANTONIA
Tendremos tiempo de sobra.
Estoy mano sobre mano.
No veo una parroquiana.
Yo no sé lo que las hago,
pero me huyen. ¿Hay noticias?

PILAR
¡Ninguna! Hace medio año.
Como está en operaciones...

ANTONIA
Los correos andan malos.
¿Pero tú le quieres siempre
y te quiere siempre el maño?

PILAR
Como que somos de Ricla.
Juntos nos hemos criado.
Y yo la querencia a él.
Pus él sin hacerme caso.
Y los mozos me decían:
«Esta chiquilla es de mármol;
no quiere a ninguno.» Un día,
verás: Jesús y el murciano
se encontraron en la plaza
y bebieron, y apostaron
a levantar una piedra
que pesaba más que un carro.
Conque va el murciano y coge
la piedra y la pone en alto,
y va Jesús y no puede
con ella. Se me saltaron
las lágrimas, y le dije:
«¡Tú no tienes fuerza, maño!
Y él se dolió. Pus un día
pasó que se vino abajo
una casa. Allí un chiquillo
se quedó medio aplastado.
Corren todos, y no pueden
sacarle. Llega el murciano,
y no puede. Va Jesús,
y levantando un peñasco
saca al chico. Y yo le dije:
«¿Pus cómo ahora tienes brazo
y antes no?» Y él me contesta:
«¡Otra! Porque ahora he tirado
con el cuerpo y con el alma.
Y yo en el alma, ¡canastos!
tengo muchísima fuerza.»
Y yo contesté llorando:
«Pues es verdad, tanta fuerza
tienes en el alma, maño,
que me has arrancao la mía
ahora, ¡pero ¿qué'? de cuajo!»
¡Y así fue!

ANTONIA
Dios te lo guarde
ya que tú le quieres tanto.

PILAR
¡Yo rezo a la Pilarica!
Ella me lo traerá salvo

ANTONIA
Mira tú que si no vuelve...

PILAR
Volverá; me lo ha jurado;
y volverá pa casarse
con Pilar, y yo le aguardo
cuarenta años.

ANTONIA
¿Y si al pobre
te lo matan de un balazo?

PILAR
Pus vendrá. Es aragonés
y volverá, porque ha dado
su palabra.

ANTONIA
¿Y si le lisian?

PILAR
Pus mira, Si viene manco,
por el brazo que le falte
aquí tiene mis dos brazos.
Si cojo, aquí sus muletas,
y si el pobre desgraciado
sin vista, aquí el lazarillo
el perro para guiarlo.
Pus yo soy así: de Ricla;
pus tan buenos como francos.

COMPRADORA
Pronto, despácheme usté.

ANTONIA
Voy.

COMPRADORA
¡Pronto!

ANTONIA
Pronto ó despacio.


ESCENA III

Dichas el Tío Isidro, después el Sargento y Timoteo.

ISIDRO
¡Pero, Pilar! (Saliendo de la carnicería)

PILAR
¡Tío Isidro!

ISIDRO
¡Yo solo no doy abasto
para despachar! ¿Qué haces?
Siempre te estás escapando
a la calle.

PILAR
Tío Isidro,
no se enfade usté.

ISIDRO
¡Me enfado
con razón!

PILAR
¡Usté es mi padre!

ISIDRO
¿Quién, yo?

PILAR
Y yo debo adorarlo.
Me recogió del arroyo
una noche hace ya años.

ISIDRO
Y te sigo recogiendo
todos los días. Me canso
ya.

PILAR
Pus no lo vuelvo hacer.
Ahora verá si despacho
mejor que usted. ¡El cartero!

ISIDRO
¡Esta chiquilla es un diablo!

(Pilar entra corriendo en la carnicería y detrás el tío Isidro)

ANTONIA
Pero ofrezca usté.

COMPRADORA
¡Ofrecer!
Eso es caro, caro y malo.

ANTONIA
¡Malo!

(Antonia y la compradora se agarran y se pegan)

UNAS
¡Antonia!

OTRA
¡Timoteo!

PEPA
Hoy estás endemoniada.

TIMOTEO
(Entra corriendo por la derecha,)
¡Presas! No. ¡Qué es mi mujer!

(Se va al fondo del mercado. El sargento entra por la izquierda y las separa)

SARGENTO
Arto, no pegarse y carma. (Acento andaluz)
A su puesto todo el mundo,
si no me las llevo atadas.
¡Jesús! ¡Qué rivolusión!
Ha habido que echar en masa
la guarnición a la calle
para poder dominarla,
¿Pero ustedes seis señoras
ú qué?

ANTONIA
¿Quién, yo?

SARGENTO
¡Usté se calla!

(Todos se van a sus puestos, la compradora se marcha)

¡Allí está, allí! ¡Con un cuerpo

(Mirando a la carnicería)

más chiquito, y con un alma
más grande!,.. No la hay más buena,
ni tampoco más simpática.
¡Dios mío! ¡Que un veterano
de dos ó tres mil campañas
esté aquí como un cadete
por esa chiquilicuatra!...

TIMOTEO
¡Sargento!

SARGENTO
¡Don Timoteo!

TIMOTEO
¿Qué hace usted aquí? ¿Mirarlas?

SARGENTO
¿Yo? No por cierto. ¡Dejar
que me miren!

TIMOTEO
Las encanta
el uniforme, ¿verdad?

SARGENTO
El uniforme y la espada.

TIMOTEO
Yo en mí lo he experimentado.
En poniéndome de gala,
¡loquitas!

SARGENTO
Vamos a dar
una vuelta por la plaza.

TIMOTEO
Robaremos corazones.

(Se cogen del brazo y pasean)

Una ¡Melones y calabazas!

SARGENTO
¿Será alusión?

TIMOTEO
¡Qué ha de ser!

(Las vendedoras tosen)

SARGENTO
¡Jesús, y qué constipadas
están todas!

TIMOTEO
Por llamar
la atención.

SARGENTO
¡Pobres muchachas!

(Se van del brazo por la derecha)


ESCENA IV

Pilar.

(Música)

PILAR
(Sale corriendo de la carnicería con una carta en la mano)
Esta es su carta.
Es el cartero,
después del otro,
lo que más quiero.
Tardó la carta
cerca de un año.
Vive y me quiere
mi pobre maño.
¿Qué me dirá?
Vamos a ver.
¿Por qué, Dios mío,
no sé leer?
Si no doy esta carta a leer,
lo que escribe yo voy a ignorar;
mas no debe ninguno saber
lo que el chico le cuenta a Pilar.
Me leen sus cartas
mal y de prisa,
y acaban siempre
muertas de risa.
Que esas se rían
no puede ser.
¿Por qué, Dios mío,
no sé leer?
las cuatro caras
llenas están.
Esta es su firma.
¿Qué me dirá?
Me dirá que me quiere de veras,
que soy mona y rica.
Me dirá que, al rezar no se olvida
de la Pilarica.
Me dirá que está hambriento y sediento,
y enfermo y cansado,
y que va por jarales y charcas
sin pan ni calzado.
Me dirá que ni el mar es hermoso,
ni es dulce la caña,
y que piensa en su pobre baturra,
que llora en España.
¿Dirá otra cosa?
Bien puede ser.
¿Por qué, Dios mío?
no sé leer?
Tal vez su vuelta
me anunciará.
Tal vez enfermo
se encontrará.
Quizás a verle
no vuelva ya.
Duda cruel
ya me asaltó,
y hacer latir
mi corazón.
¿Qué me dirá?
Yo no lo sé.
¿Por qué, Dios mío,
no sé leer?


ESCENA V

Pilar, Pascual.

(Hablado)

PILAR
¡Otra! No saber leer
y no poder entenderla...
Esto parece mentira.
¡Que digan cosas tan buenas
estos puntos y estos ganchos
y estas patitas que cuelgan!...

(Pascual por la derecha)

PASCUAL
Adiós, Pilar.

PILAR
Pascualico.

PASCUAL
¿Estás triste?

PILAR
Tengo penas.

PASCUAL
¿Por aquél?

PILAR
Naturalmente.
¿Por quién quieres tú que sea?

PASCUAL
Si pudiera ser por mí...

PILAR
No puede ser.

PASCUAL
Pus paciencia.

PILAR
¿Me quieres mucho?

PASCUAL
Más que él.

PILAR
¿Tú más que él? No te lo creas.

PASCUAL
Pues vamos, tanto. ¿Verdad?

PILAR
Me parece que no llegas.

PASCUAL
Si yo tuviese millones,
una carretela nueva
y dos jacas andaluzas,
todo a tus pies lo pusiera
para que tú por Torreros
pasearas como una reina.
¿Qué dices?

PILAR
Que te paseabas
tú solo en la carretela.
Tú sabes leer, Pascual?

PASCUAL
Fui el primero en las letras,
y de nada me ha servido,
que me come la pobreza.
¿Ha venido carta?

PILAR
Sí.

PASCUAL
¿Quieres que yo te la lea?

PILAR
Quiero y no quiero. Ahí verás.
Cuando me las leen esas
se ríen de lo que dice,
y me da rabia y vergüenza.
Si tú la lees, tú sufres,
y no quiero que padezcas,
y si nadie me la lee
yo me muero de impaciencia.

PASCUAL
Pues más vale que yo sufra
que no tú; conque así venga.

PILAR
Está negra y arrugada,
ya debe de tener fecha.

PASCUAL
No la pone.

PILAR
Vamos, lee.

PASCUAL
Pues dice... ¡Que tú le quieras
y a mí no!

PILAR
Vamos, Pascual.

PASCUAL
Pues dice... ¡Que yo te lea
sus cartas!...

PILAR
Tú lo has querido.
No seas pesado, y empieza.

PASCUAL
(Lee) «De un monte a la falda,
y a orillas de un río,
te escribo en la espalda
de ,un amigo mío.
Te escribo depriesa,
que estoy de rodillas,
y dice la mesa
que le hago cosquillas.
Esto sigue malo,
Pilar de mi vida.
Le pegan un palo
al que se descuida.
De dinero ando
mal, y de alegría;
de salud, tirando
con la que traía.
No gasto en jarabes,
voy firme en mis remos.
En Ricla ya sabes
lo recio que sernos.
Estoy destrozado,
parezco un salvaje.
Toda se ha pasado
la ropa que traje.
De toda di fin,
y voy casi en cueros,
con un calcetín
con tres agujeros.
Jesús no te olvida,
te lleva en su pecho,
y en él escondida
la campaña has hecho.
Tu imagen se halla
dentro dulce y rica,
fuera la medalla
de la Pilarica.
Ni un tiro siquiera
dará aquí en el centro.
La Pilar de fuera
guarda a la de dentro.
No temo a la muerte,
luchar bien me sabe
y pego muy fuerte
pa que esto se acabe..
Tu Jesús. No sigo,
no por mí. Posdatas.
Se cansa el amigo
que está en cuatro patas.»
Ya no hay más. Toma tu carta.

PILAR
¡Ay, qué alegría!

PASCUAL
¡Y la besa!
¡Vamos, que siento un coraje
y una rabia y una pena!

PILAR
Chíquio, ¡lloras! ¡Que no llores!

PASCUAL
¡Que yo esas cosas te lea!

PILAR
En Belchite nadie llora.
Si de allá te ven reniegan
de tí.

PASCUAL
Ya sabes que siempre
concluyo de esta manera
si hablo contigo. El llorón
me llamaban en la escuela,
y al pensar que yo te quiero
y que quiero que me quieras
y tú le quieres a él
y él te quiere... se me llenan
los ojos, y suspirando
me voy muerto de vergüenza.

(Sale izquierda)


ESCENA VI

Pilar y Vendedoras.

PILAR
¡Ay, qué alegría! ¡Está bueno!
Y me quiere muy de veras.
Aquí lo dice bien claro.
¿Dónde lo dirá? ¿En qué letras?
Antonia.

ANTONIA
¿Qué se te ofrece?

PILAR
Un favor/

ANTONIA
Di lo que sea,

PILAR
Léeme un poco.

ANTONIA
¡Hola, cartita!

PILAR
Carta de mi maño.

ANTONIA
Venga.

(Lee)
«Te escribo en la espalda.»

PILAR
No.

ANTONIA
¿Pus dónde quieres que lea?

PILAR
Más abajo, haz el favor.

ANTONIA
«Sólo un calcetín me queda.»

PILAR
Más arriba.

ANTONIA
¿Más arriba?

PILAR
¡Vaya, y qué poca paciencia!

ANTONIA
(Lee)
«No gasto en jarabes.
Voy firme en mis remos.
En Ricla, ya sabes
lo recio que sernos.»

PILAR
Sigue, un poco más abajo.

ANTONIA
Déjame tú de simplezas
de novios!

PILAR
¡Será animal!

ANTONIA
¡Que me duele la cabeza!

PILAR
Dice que nunca me olvida,
dice que con el me lleva
en el pecho. Eso está aquí,
en esta cara, a la vuelta.
Pepa...

PEPA
¿Qué hay?

PILAR
¿Quieres leerme?

PEPA
Sí, Pilar.

PILAR
Pues gracias, Pepa.

PEPA
(Lee)
«Tu imagen se halla
dentro dulce y rica;
fuera, la medalla
de la Pilarica.»

(Se acerca una mujer a Pepa)

Toma, voy a despachar.

PILAR
¡Jesús! ¡Qué gente! ¡Me quema
la sangre!


ESCENA VII

Pilar, el Tío Isidro, Vendedoras.

ISIDRO
(Saliendo de la carnicería)
¡Pero, muchacha!
¡Otra vez! ¿Quién te sujeta?

PILAR
No se enfade usté, tío Isidro.
Esta es la última, esta,
porque usté es mi padre, ¡otra!

ISIDRO
Otro, mujer.

PILAR
Como sea.
Y también mi madre, ¡otra!

ISIDRO
Otra madre! Ahora sí pega.

PILAR
Me cogió usted del arroyo.

ISIDRO
Y sigo. Tienes querencia
a la calle.

PILAR
¡Esta es la última!
Voy a encerrarme en la tienda,.
y usted va a hacerme un favor,
¿verdad?

ISIDRO
Todo lo que quieras.

PILAR
Usted va a leerme esta carta.

ISIDRO
Bueno.

PILAR
Pero toda.

ISIDRO
Entera.

PILAR
Va a leerla dos veces.

ISIDRO
Tres.
Pero después.

PILAR
Cuando pueda.
Aquí lo dice, tío Isidro.
Hay que ponerlo de imprentan
Pilar y la Pilarica,
Una dentro y otra fuera.

(Entran en la carnicería)


ESCENA VIII

El Sargento, Pilar y Vendedoras.

ANTONIA
¡No viene nadie a mi puesto!
¿Qué habré hecho yo? ¡Son más perras!"..,

SARGENTO
¡Aquí otra vez! Por mirarla (Por la derecha,)
de lejos! ¡Si me marea!
¡Esa mujer para mí,
porque Dios quiere! Por ella
por ella haré traición a un amigo,
al que más quise en la tierra;
mentiré, calumniaré.
me matare con cualquiera.
Haré cualquier cosa grande,
o haré cualquier cosa fea.
¡Pilar!... ¡Pilar!... (Llamando)
¡Tío Isidro!
¡Por mi... déla usté licencia!


ESCENA IX

El Sargento, Pilar, Vendedoras.

PILAR
¿Me llamas? ¿Tienes noticias?

SARGENTO
¿Y tú?

PILAR
Yo estoy muy contenta.
Me ha escrito una carta... y larga.

SARGENTO
¿Qué fecha?

PILAR
No tiene fecha;
de hace no sé cuántos meses.

SARGENTO
Pues yo las tengo más frescas.
Ya sabes que convinimos,
para que no se perdieran,
que en adelante las tuyas
me las mandase directas.

PILAR
¿Te ha escrito?

SARGENTO
Sí que me ha escrito

PILAR
Tienes la cara muy seria.

SARGENTO
Bien puede sé.

PILAR
Las noticias
son malas, ¿di?

SARGENTO
No son buenas.

PILAR
¿Está herido?

SARGENTO
No, peor.

PILAR
¿Muerto?

SARGENTO
No, más le valiera.
Peor.

PILAR
¿Peor?

SARGENTO
¡Se ha casado!

PILAR
¿El! ¡Jesús! Pa el que lo crea.
Si aquí me dice ahora mismo
que me quiere y que me lleva
en el pecho.

SARGENTO
Hace ocho meses,
ahora no. Saca la cuenta
En ocho meses, Pilar,
el mundo da muchas vueltas.
Aquel sol y aquel calor
hacen perder la cabeza.
Allí se varía mucho
con los equinocios. Llegas
y te pasmas ó te chiflas.

PILAR
¡Casado!

SARGENTO
¡Quién lo creyera!
¡Pero si aquellas mujeres
son diablos! Unas morenas
hermosas, con un caer
de ojos y una manera
de dejarse caer, que vamos,
no hay más medio que cogerlas.

PILAR
¡Casado!

SARGENTO
¡Dejar por otra
a una mujer de tus prendas,
la que vale más en toda
la redondez de la tierra
terráquea del hemisferio
terrestre y de sus afueras!
Ya esto remedio no tiene.
Ahora, Pilar, ¿tú qué piensas
hacer?

PILAR
¿Qué pienso hacer yo?
¡Vaya una pregunta necia!
¡Casarmi con él!

SARGENTO
¿Casarte?
¡Si se casó por la Iglesia!
¡No es posible!

PILAR
Pa otra no.
Lo es para una aragonesa...
Nadie nos gana a constantes,
ni a cabezudas, ni a tercas.
Se casó... ya enviudará.
Aunque me caiga de vieja
media hora antes de morirme,
como yo le pille cerca
se casa conmigo el maño.

SARGENTO
(Eso dice, ¡otra le queda!
He sembrado la semilla,
ya vendremos a cogerla)
Adiós, Pilar, siento mucho...

(Sale por la derecha)

PILAR
Gracias, hombre, y no lo sientas.


ESCENA X

Polar, Vendedoras, Municipales; después Timoteo.

PILAR
¡Casado! ¡Qué rabia tengo!
¡Ya no soy mujer, soy fiera!

ANTONIA
¡No vendo nada! ¡Qué rabia
tengo! ¡Qué suerte más negra!

MUNICIPAL 1 º
¡Antonia!

ANTONIA
¿Qué traes tú?

MUNICIPAL 1 º
¡Yo! Mira la papeleta.
La nueva contribución.

ANTONIA
Hombre, en buen momento llegas.
Chicas, vienen a cobrar (Gritando)
la contribución.

TODAS
(Levantándose) ¡La nueva!

ANTONIA
¿Qué hago? ¿Le pago ó le pego?

PILAR
Tú pegas siempre. ¡Pues pega!

ANTONIA
¡Le mato!

(Antonia se agarra al Municipal y le pega)

MUNICIPAL 1 º
¡Socorro! ¡A mí!

(Acuden otros y la sujetan)

ANTONIA
¡Bribones!

PILAR
¡Que se la llevan!

(Entre los Municipales se llevan a la Antonia, que lucha con ellos desesperadamente. Salen izquierda)

VENDEDORAS
¡Antonia!

(Timoteo entra por la derecha)

TIMOTEO
¿Qué ha sucedido?

PILAR
¡Tu mujer presa!

TIMOTEO
¡Ella presa!

PILAR
Sí.

TIMOTEO
Mi mujer es sagrada
e inviolable, que es la reina
del mercado ¡Ya no soy
alguacil, soy una fiera!
¡La espada que el Municipio
me dio para su defensa,
yo la rompo y la devuelvo!

(Se quita la espada y la rompe)

VENDEDORAS
¡Que vuelven!

PILAR
¡Aquí no entran!
¡A. ellos, muchachas, a ellos!

(Cogen todos los carritos y las tablas y las cestas de los puestos, y las colocan como barricada en la segunda bocacalle de la derecha, disponiéndose a la defensa)

TIMOTEO
¡Abajo el Alcalde!

PILAR
¡Muera!

(Música)

PILAR
No nos asusta
nada en la tierra.
Guerra les gusta,
pues haya guerra.
Los hombres todos
son muy bribones.
¡Ea! a ponerse
los pantalones.
Dinero quieren;
pues ni una perra.
Guerra les gusta;
pues guerra.

TODAS
¡Guerra!

PILAR
Si las mujeres mandaran
en vez de mandar los hombres,
serían balsas de aceite
los pueblos y las naciones.
No habría nunca
guerras odiosas,
que a concluir esas guerras irían
madres y esposas.
Y aun siendo muchos
y muy valientes,
en un día acababan con ellos
con uñas y dientes.

CORO
Si las mujeres mandaran, etc.

TIMOTEO
Valiente lío
si ellas mandaran.
¡Vaya un congreso
de diputadas!

(Por la bocacalle de la izquierda aparece un municipal)

MUNICIPAL 1 º
De orden del señor alcalde...

TODAS
¡Fuera! ¡Tuno! ¡Vete! ¡Atrás!

(Lluvia de patatas y pimientos, que hacen huir al municipal)

TIMOTEO
¡Dios mío, qué patatazo
le han dado a la autoridad!

(Un alguacil salta la barricada y entra)

ALGUACIL 1 º
¡Ríndanse todas!

TODAS
¡Fuera ese pillo!

(Al ver que se dirigen, furiosas a él, echa a correr y se salva por pies)

TIMOTEO
A ese dejadle,
que ese es amigo,
que es compañero
y es un buen chico,
y un padre honrado ;
con siete hijos.

PILAR y TODAS
(Viniendo al proscenio)
Con nosotras que débiles somos
los hombres no pueden,
y al mirarnos furiosas se asustan
y el campo nos ceden.
Para amar somos dulces y humanas
con esos bribones,
mas si quieren pisarnos, injustos,
ya somos leones.
Aunque traiga el alcalde un cañón,
no nos echa de aquí si hay unión.


ESCENA XI

Dichos y Antonia.

(Hablado)

ANTONIA
(Desde dentro)
¡Pilar!

PILAR
¡Es Antonia!

PEPA
Pasa.

ANTONIA
(Izquierda)
Aquí estoy.

TIMOTEO
¿Qué ocurre?

PILAR
Cuenta.

ANTONIA
Ha dicho el gobernador
que expongamos nuestras quejas,
Que vaya una comisión
y nos oirá.

TIMOTEO
Buena idea.
Se nombra una comisión
de nuestro seno. La Pepa,
la Restituta...

PILAR
Y la Antonia.

TIMOTEO
La Antonia no, que le arrea
al gobernador... Pilar.

TODAS
¡Sí, Pilar!

PILAR
¿Yo? ¡Como quieran!
¡Chíquias! Traidme el fagín,
pa que vaya vuestra jefa
a ver al gobernador.

PEPA
¿El fagín? Está en mi tienda.

(Pepa coge dos tiras de tela de su puesto, una encarnada y otra amarilla)

Aquí le tienes.

PILAR
¡Y majo!
(Pilar se rodea las tiras a la cintura, haciéndose un lazo)

¡Adelante, compañeras!

(Música)

PILAR y TODAS
A decir voy al Alcalde
y al señor Gobernador
que la plazuela ha votado,
y que ha votado que no.

(Salen formadas y marchando detrás Timoteo)

MUTACION


CUADRO SEGUNDO

Telón corto. El río Ebro. Al otro lado se ve Zaragoza, las torres de la Seo y las cúpulas del Pilar.


ESCENA PRIMERA

Jesús, Vicente y Coro de Hombres, todos con el traje aragonés y algún distintivo de haber sido soldados, que puede ser la gorrilla.

(Música)

JESUS, VICENTE y CORO
Por fin te miro, (Por la izquierda)
Ebro famoso,
hoy es más ancho
y es más hermoso.
¡Cuánta belleza,
cuánta alegría,
cuánto he pensado
si te vería!
Tras larga ausencia
con qué placer te miro,
en tus orillas
tan sólo yo respiro.
Estás más lleno,
aun más que te he dejado.
¡Ay, pobres madres,
cuánto han llorado!
Ya Zaragoza
vuelvo a pisar.
Allí la Seo,
y allí el Pilar. (Se descubren todos)

JESUS
¡Por la patria te dejé,
ay de mí!
y con ansia allí pensé
siempre en ti.
Y hoy ya loco de alegría,
¡ay, madre mía!
me veo aquí.
Todos Aguas muy amargas son
las del mar,
yo he sabido la razón
al marchar.
Tantas penas van por él,
que le amargan
con tanto llorar,
con tanto llorar.
Ay, baturrica,
no te he olvidado;
vuelvo a tu lado
lleno de fe,
y ya nunca partiré.

(Hablado)

UNO
Nos han vestido de nuevo.

VICENTE
A mí me enviaron mi traje.

JESUS
¡Miala, miala, Zaragoza!

VICENTE
¿Y el río? ¿Verdad que es grande?

JESUS
¿Que si es grande? Si no hay otro.
Como empieces a estirarle,
llegas con él a la China
si pones la punta en Cádiz.

VICENTE
¡Miala, la Seo, miala!

JESUS
Y el Pilar allí, mírale.
Esa es mi primer visita,
que lo prometí al marcharme.
De aquí al Pilar; allí a dar,
llorando y arrodillándome,
gracias porque he vuelto... y vivo,
que pude volver cadáver.
Del Pilar, a la Pilar.
La pobre de mí no sabe.
La he de dar gracias también
por quererme y esperarme.
De la Pilar a la tía
Pilar; pues otra, a mi madre.
A darle gracias también
de rodillas, por echarme
al mundo, que estoy contento,
que escapé de aquellos cafres;
y queriéndome las dos
es la vida muy amable.

VICENTE
Y luego con las guitarras,
por las plazas y las calles,
a dar serenata a Pepa,
a Basilisa y a Carmen;
a Antonia, a Juana, a la Justa,
a Rita, a las Soledades,
y a Rosa y a Inés.

TODOS
¡A todas!

VICENTE
No habrá una que se me escape.

JESUS
¡Chíquios, templad las guitarras,
y por el puente adelante!
¡Ay, qué beso en el Pilar,
y qué abrazo a las Palares!

(Salen por la derecha)


ESCENA II

Timoteo por la izquierda, de paisano, mal trajeado, con una cesta y una caña de pescar.

TIMOTEO
Voy a pescar. A llevar
de comer. Estoy cesante.
me pasé a las insurrectas...
me plantaron en la calle.
Si no llevo a mi mujer
esta tarde, y no muy tarde,
cuatro ó cinco ó seis cuadernas,
jura desencuadernarme.
¡Qué triste estoy! Ya no mando.
¡Mandar ... ¡Qué placer tan grande!
ser autoridad es ser,
aquí como en todas partes,
lo que hay que ser, lo mejor;
porque una autoridad hace,
sin intención, por supuesto,
una ó dos atrocidades..,
¿Y qué?... Se queda tan fresca.
Se la ríen los compadres.
¿Que chillan los enemigos?...
¿Y qué?... Todos a la cárcel.
Tercera barbaridad.
¿Y qué? También se la aplauden
los amigos. Y así, claro,
de uno en otro disparate,
una autoridad engorda
y vive alegre y flamante.
¡Ah, yo tengo la nostalgia
del poder! ¡Ya no soy nadie!
Mi mujer está furiosa,
pues no puede desahogarse,
y si antes fue toda hiel
es ahora hiel y vinagre.
Vaya, vamos a pescar.
¡Dios mío si yo pescase
mi destino!. . ¡Ser repuesto!..
Sí, ya puede sublevarse
mi esposa: ya no la sigo.
Juro ser en adelante
Guzmán el Bueno. Le pido
la cuchilla, la más grande,
al carnicero, al tío Isidro,
y la arrojo, ¡y que la maten!

(Sale por la derecha)

MUTACION


CUADRO TERCERO

La Plaza del Pilar. Telón a todo foro; en el último término la Iglesia.

Practicables todas las puertas


ESCENA PRIMERA

El Sargento.

SARGENTO
Hoy, la fiesta del Pilar,
aquí vendrá la muchacha,
como todo Zaragoza.
Aquí podremos hablarla
y darla unos capotazos,
que la indina no se ablanda,
y aun habla de su Jesús,
y aun llora... ¡Tengo una escama!
Ya debe estar al caer
su licencia, y si le largan
para acá, y el mejor día
en Zaragoza se planta...


ESCENA II

El Sargento, Jesús, Vicente, izquierda.

JESUS
¡Sargento!

SARGENTO
(¡Jesús! ¡Pues
ya se ha plantado!)

JESUS
¿No me abrazas?

SARGENTO
¡Jesús!

JESUS
¡Mi mejor amigo!

SARGENTO
Y dilo, que no te engañas.
¿Has venido...?

JESUS
Sí, a casarme
con Pilar.

SARGENTO
¿Con Pilar?

JESUS
¡Vaya!

VICENTE
Llegamos para las fiestas.

JESUS
Pues yo no pienso ver nada,
voy a estar aquí media hora.
Ver la Virgen y rezarla,
y luego ver a Pilar,
y al tren, y al pueblo mañana
con madre; no dir allí
lo primero, es una infamia.

SARGENTO
¿Conque media hora?

JESUS
Y cortica.

SARGENTO
(Pues vamos a aprovecharla)

JESUS
¿Y Pilar?

SARGENTO
Pilar...

JESUS
Pues claro.
¿Qué ha pasado? ¿Por qué callas?
Hace ya cerca de un año
que no he recibido carta.
Tú quedaste en escribírselas
y prometiste mandármelas.
¿Cómo es que no las recibo?

SARGENTO
Hombre, habrá habido su causa.

JESUS
Ella me lo va a decir
ahora mismo.

SARGENTO
Espera, aguarda.
¿Dónde vas? Ya no está aquí.

JESUS
¿Se ha marchado?

VICENTE
¿Dónde anda?

SARGENTO
Se ha casado.

JESUS
¿Mi Pilar?

VICENTE
¿Está casada?

SARGENTO
¡Casada!
Ven. Te contaré despacio.

JESUS
¡Ahora! ¡Aquí mismo!

SARGENTO
(No haga
el demonio que aquí venga)
Verás: No es la historia larga,
Pues llegó aquí un mejicano,
un ricacho de las Pampas.
El hombre había oído hablar,
que hasta allí llega la fama
del melocotón. ¿Qué hace
en cuanto llega? A la plaza
para verlos, y el maldito
diqueló allí a la muchacha.
Y la ve y se encalabrina.
¡Como iba lleno de alhajas
y los dedos con sortijas
de rubises y esmeraldas,
y por cadena una soga
y un brillante que brillaba
como el sol en la camisa,
y comenzó a camelarla,
y vaya un collar de perlas,
y luego unas arracadas
de brillantes... la chiquilla
se vuelve loca, se casa
y se marcha, y allí está
en un sitio que le llaman
Catilipunam, cabeza
del valle de Tamagualpa,
donde corre el Amazonas,
un río con mucha agua,
un Ebro.

VICENTE
Ya será menos.

SARGENTO
Algo menos, unas miajas.

JESUS
¡Me ha olvidado!

SARGENTO
Vive hecha
una reina mejicana
allí, con trescientos negros
de a caballo que la guardan
y otros trescientos de a pie,
y otros trescientos en lanchas
pa pasearla, sin duda,
por el Rhin ó por el Niágara.

VICENTE
Olvídala, no estés triste.
Agarremos las guitarras
y a cantar toda la noche.
.No te vas hasta mañana.

SARGENTO
¡Son las cosas de la vida!
¿Qué dices? ¿Por qué no hablas?

JESUS
¿Qué digo? Que yo me caso
con la Pilar.

SARGENTO
(¡La cantata
de la otra!)

JESUS
Lo ha prometido,
pues a cumplir su palabra.

SARGENTO
¡Si ya está casada, hombre!

JESUS
¡Y a mí qué, si está casada!
Hoy, lunes, en Zaragoza;
mañana, martes, en casa;
miércoles, me embarco en Cádiz;
el jueves, cruzo la charca;
el viernes, llego y le mato;
a otro, sábado, se casa
con Jesús la Pilarica,
y el domingo se descansa.

VICENTE
¡Chíquio, no te desesperes!

JESUS
Por tóo lo que has hecho, gracias.

SARGENTO
Yo te acompaño a la iglesia
y al tren.

JESUS
Pues andando.

SARGENTO
¡Arza!

(Salen por la segunda izquierda)


ESCENA III

Pilar, Antonia, Coro de Señoras, Baturros, Chicos, Gigantes, Cabezudos y Pueblo.

(Música)

SEÑORAS Y MUJERES DEL PUEBLO
Zaragoza de gala
vestida está,
y devota y creyente
viene al Pilar.
Vamos ya, que la Virgen
espera allí,
hecho un ascua de oro,
su camarín.

(Siete baturros cogidos de la mano. El primero es un anciano muy alto, el último un niño muy chiquito, todos colocados por estatura, formando como una escalera)

BATURROS
Por ver a la Pilarica (por derecha)
vengo de Calatorao.
Vinimos en la perrera,
¡Jesús, lo que hemos gastao!
Por ver a la Pilanca
está muy bien empleao.

VIEJO
Chíquio, no te pierdas.
¿Vas bien agarrao?

NIÑO
Voy agarradico.
No tengas cuidiao.

TODOS
Por ver a la Pilarica,
¡Jesús lo que hemos gastao!
Por ver a la Pilarica
está muy bien empleao.

(Antonia y Pilar por la derecha)

PILAR
Aunque oigo que en la iglesia
tocan a gloria,
estoy triste, muy triste
yo seña, Antonia.

ANTONIA
Echa ya los pesares
del corazón.
Por lo seria, me paices
un gigantón.

(Entran los cabezudos persiguiendo a los chicos por la derecha)

CHICOS
Aquí, aquí, morico el Pilar.
Se come las sopas
y se echa a bailar.
Al berrugón
le picaban los mosquitos,
y se compró
un sombrero de tres picos.
Garras de alambre,
vas muerto de hambre.
El Chino por melón,
se llevó un tozolón.

(Entran los gigantones con el tamboril y la gaita por la derecha)

PILAR
Cuando era niña y jugaba,
al verlos venir, corría;
y ya moza, los buscaba;
y mujer ya, los seguía.
Hoy, aunque triste, al mirarlos
se me alegra el corazón,
porque ellos me representan
a los hijos de Aragón.

(Preludio de la jota; durante él baila una pareja, que debe hacerlo primorosamente)

Grandes para los reveses,
luchando tercos y rudos,
somos los aragoneses
gigantes y cabezudos.
Ante la alegría
que tiene la jota,
el alma aquí dentro
se nos alborota.
Si el preludio suena
del canto famoso,
caras muy bonitas
se asoman al Coso.
Corren los chiquillos,
cantan las mozuelas,
ríen los ancianos,
lloran las abuelas.

(Al llegar aquí empiezan a bailar ocho parejas)

Saltan los gigantes
y los cabezudos,
y ya, vuelto loco,
baila todo el mundo.

CORO
Saltan los gigantes
y los cabezudos,
y ya medio loco,
baila todo el mundo.

(Cantan, bailan y saltan hombres, mujeres y niños, gigantones y cabezudos. Concluida la pieza musical salen todos en distintas direcciones. Se quedan en la plaza los dos gigantones, que deben ser el Duque y la Reina mora)

(Hablado)

ANTONIA
Así, cantar y bailar.
No te pongas triste, chica.

PILAR
Vamos a la Pilarica.
Ella me va a consolar.

(Salen por la segunda izquierda)


ESCENA IV

Los dos Gigantones. Se quedan inmóviles en el proscenio.

PASCUAL
(Asomando la cabeza por entre las ropas del Gigantón)
Chíquio, ¿sabes tú que pesa?

TIMOTEO
(Asomando la cabeza)
Yo no puedo con la carga.

PASCUAL
¡Timoteo! ¿Eres tú?

TIMOTEO
Yo.

PASCUAL
¿Cómo estas ahí?

TIMOTEO
Pues yo estaba
pescando. Llegó un amigo
y me dijo: «Ahí no haces nada.
¿Quieres ganarte unos reales?
Sigúeme.» Tiré la caña,
le seguí, cogí este trasto,
y aquí voy baila que baila.

PASCUAL
¡Qué cosas hacemos por
los viles garbanzos!

TIMOTEO
¡Calla!
No se sabe dónde llega
un cesante cuando rabia
de hambre.

PASCUAL
¡Ay! Yo voy sudando.
Metido entre las enaguas
de esta señora, me asfixio,
y me están dando unas bascas...

TIMOTEO
Yo voy, que no puedo más,
porque este tío me aplasta.

PASCUAL
Encerrado en esta cárcel,
con esta triste ventana,
siento una pena que, vamos,
me acometen unas ganas
de llorar...

TIMOTEO
Y a mí también.
No lloro porque fui guardia.
Si el gobernador me viera
con este tío a la espalda,
como he sido de la clase
le haría muy poca gracia.


ESCENA V

Dichos, el Sargento, Jesús y Vicente. Salen segundo término izquierda.

SARGENTO
Al tren. A no perder tiempo,
que ya es tarde.

VICENTE
No te vayas.
Con las guitarras rondemos.

JESUS
Déjame ya de guitarras,,
que estoy mal templa o.

SARGENTO
Ven.

JESUS
No dar ni una sirinata.

(Se van por la izquierda, primer término)

TIMOTEO
Yo tiro este mamotreto.

PASCUAL
Yo me escapo de esta jaula
y me voy de Zaragoza,
porque aquí el hambre me mata.

TIMOTEO
Pues echa el último baile
para quedar bien, y a casa.

PASCUAL
Saltan los gigantes
y los cabezudos.

TIMOTEO
Y ya, vuelto loco,
baila todo el mundo.

(Se van bailando y cantando por la derecha.)


ESCENA VI

Pilar, Antonia. Después el Sargento. Salen segunda izquierda.

ANTONIA
¿Dónde vas?

PILAR
Pues a buscarle.

ANTONIA
Pero, ¿a quién?

PILAR
No está en la plaza.

ANTONIA
¿A quién?

PILAR
Pues, otra, a Jesús.
Le he oído toser.

ANTONIA
¡Muchacha!
¿Le has oído por el cable?

PILAR
En Ricla, cuando pasaba,
tosía. ¡Ejem! La señal.
Yo corría a la ventana.
Pues la tos de hace tres años
en el Pilar resonaba.

ANTONIA
¡Qué catarro!

PILAR
¡Está! ¡Ha venido!

ANTONIA
De paso.

PILAR
¿De paso?

ANTONIA
Vaya.
Camino de Panticosa.

PILAR
Ese sargento me engaña.

ANTONIA
¿Te lo han dicho?

PILAR
En el Pilar
también.

ANTONIA
No llegó a mí nada.
¡Qué oído más fino has echado!

PILAR
¡La virgen! No con palabras,
con los ojos. La recé
y me ha dado una esperanza.

SARGENTO
¡Ya le tengo encarrilado! (Por la izquierda)
Va a la estación. Ya se larga.

ANTONIA
Ahí está.

PILAR
Ese hombre miente. (Bajo)

ANTONIA
Hay que saberlo. Tú trama
alguna; piensa; malicia
en Aragón no nos falta.

PILAR
Ya tengo una idea aquí. (Idem)

SARGENTO
¡Pilarica!

ANTONIA
¡Viene! (Idem)

PILAR
¡Calla! (Idem)

SARGENTO
¡Oh! Tanto bueno.

PILAR
A buscarte
he venido.

SARGENTO
¿Me buscabas?
Pues di en qué puedo servirte.

PILAR
He recibido una carta
ahora mismo de Jesús.

SARGENTO
¿Sí? Será muy atrasada.

PILAR
Sabes que no sé leer,
y Antonia en imprenta, y gracias;
si tú me haces el favor...

SARGENTO
Venga. Está muy arrugada (Coge la carta)

PILAR
Del bolsillo.

ANTONIA
¿Esta es aquélla? (Bajo)

PILAR
La misma. (Idem)

SARGENTO
¡Tinta más clara!
(No me ha servido casarle.
Esta chica no se ablanda.
Voy a tener que matarlo)

PILAR
¿Qué haces? Lee.

SARGENTO
Me da muy mala
espina esta carta.

ANTONIA
¿Sí?

SARGENTO
No es su letra. Está firmada
por otro.

PILAR
¿Qué será ello?
Lee.

SARGENTO
(Lee para sí)
¡Dios mío de mi alma!

ANTONIA
¿Qué pasa?

SARGENTO
¡Válgame Dios!
¡Pobre amigo mío!

PILAR
¡Habla!

SARGENTO
No puedo.

ANTONIA
¿Se ha muerto?

SARGENTO
Sí.

PILAR
¿Muerto?

SARGENTO
¡Maldita campaña!

ANTONIA
¡Pero qué pillo, Dios mío!

SARGENTO
Señora... ¡A un hombre que acaba
de morir, llamarle pillo!
Sea usté un poco más cristiana.

PILAR
¿Y dónde lo dice y cómo?

SARGENTO
Pues en estas cuatro páginas.

PILAR
Lee.

SARGENTO
¡Ejem! ¡Ejem!

ANTONIA
También (Bajo)
éste tose.

PILAR
Así se ahogara. (Idem)

SARGENTO
«De un monte a la falda (Lee)
y a orillas de un río,
iba en su caballo,
¡pobre amigo mío!
Cruzó por un vado
con mucha fatiga
Le hizo una descarga
la gente enemiga.
Cayó del caballo,
sufrió en el encuentro
una herida fuera
y otra herida dentro.
Huyeron contentos,
que era gente ruin.
Sólo le dejaron
con un calcetín.
Y aunque en Ricla sabes
lo recio que semos,
no sirvieron drogas
y estiró los remos.»
Válgame Dios, y qué sino.
¡Jesús! ¡Qué muerte tan trágica!

ANTONIA
(¡Válgame Dios! ¡Qué embustero!)

PILAR
(¡Válgame Dios! ¡Qué canalla!)

SARGENTO
¡Muerto! ¿Qué dices ahora,
Pilar?

PILAR
Que Pilar se casa
con el maño.

SARGENTO
¿Con el muerto?...
(A ésta va a ver que encerrarla,)
¡Pilar! ¡No te acerques tanto!

(Pilar se aceren mucho al Sargento, y mientras éste lee entusiasmado, ella va sacando con mucho tiento el sable)

PILAR
Dispensa. El deseo, el ansia
de saber. Sigue leyendo.

SARGENTO
¡Qué desgracia!

ANTONIA
Vamos, anda.

SARGENTO
(¡Qué cerca está! ¡Qué calor!
¡Echa por los ojos llamas!
Ahora lo entierro con mucha
tierra pa que no se salga)

(Lee)

«Con algunas ramas
y flores y hojuelas,
le hicimos al pobre
unas parihuelas.
Entre cuatro amigos
fue en hombros llevada.
Le depositamos
en tierra sagrada,
y duerme por siempre
el amigo mío
de un monte a la falda
y a orillas de un río.»
«Posdata. No es cierto
que se haya casado,
en su Pilarica
él siempre ha pensado.
Y al morir nos dijo
con voz lastimera:
escuchad mi triste
voluntad postrera.
Que Pilar se case,
ya que no conmigo
con el buen sargento,
mi mejor amigo.»
¡Pobrecito! Hay que cumplir
su voluntad. El lo manda.
¡En un momento, Dios mío,
qué cosas, qué cosas pasan!

(Enciende un fósforo, y como lleva en la mano izquierda el cigarro y la carta, al encender el pitillo pega fuego a la carta de propósito)

¡Ay, se me quemó el papel!

PILAR
¡No importa! ¡Bribón, canalla,
traidor, mal amigo, falso,
mal hombre!

SARGENTO
¡Qué rociada!

ANTONIA
Ya la habíamos leído.

SARGENTO
(Pues me han cogido)

ANTONIA
¿Qué aguardas?
¡Carnicera, corta!

(Pilar levanta el sable y se va al Sargento. Este presenta el pecho)

SARGENTO
Corta,
carnicera, hiere, raja
y pincha. No me defiendo.
Si es que quieres matar, mata.
¿No fui bueno? Mas... ¿por quién?
Por Pilar. Tú eres gitana,
no aragonesa. Por celos
y por amor y por rabia.
Mátame, si yo no quiere
vivir. ¡La vida no es nada
sin la Pilar! ¡Ni alegrías,
ni placeres, ni esperanzas,
ni matices en las flores,
ni murmullos en el agua,
ni cielo en mi Andalucía,
ni luz dentro de mi alma!

PILAR
Toma. (Le devuelve el sable)

ANTONIA
¿Le perdonas?

PILAR
Sí.

ANTONIA
¡Qué alma fan grande, de santa!

SARGENTO
(Me perdona. Me ha humillado.
¡No sé qué siento: unas ansias
y unos corajes, y una
revolución desatada
en toó el interior! ¡Me ahogo!)
Pues tiemblen si se dispara
un andaluz. ¿Me disparo?
¡Pum, paso! ¡Allá va una bala
de Cañón! (Sale izquierda)

ANTONIA
Se va corriendo,
sin un arañazo. ¡Aguarda!

(Sale corriendo detrás)

PILAR
Se marchó, no volverá.
¡Ay, mañico de mi alma!


ESCENA VII

Pilar, Coro. Después Jesús, Vicente y Sargento. Luego Timoteo.

(Música)

PILAR
Se marchó, de seguro,
desesperado.
Como a mí le habrá dicho
que le he olvidado.
Quizás no vuelva.
¿Dónde estará? (Anochece)
¡Qué triste llega
la noche ya!
Todo lo veo negro
sin mi Jesús.
Pero allí brota un rayo
de hermosa luz.

(El templo del Pilar se ilumina, ábrense las puertas y empieza a cruzar la plaza la procesión del Rosario)

MUJERES
Dios te salve, María, etc. (Rezando)

HOMBRES
Tu voz es el arrullo

(Entonando un himno a la Virgen)

de pájaros cantores.
El iris y las flores
te prestan su arrebol.
Tu manto azul y plata,
el cielo transparente,
diadema de tu frente
la hermosa luz del sol.

PILAR
Dios te salve, madre;
Dios te salve, reina.
Tú, vida y dulzura
y esperanza nuestra.
Madre de los amores,
yo en tí creí.
Y hoy vengo en mis dolores
llorando a tí.
A tí todo se alcanza,
ven y óyeme.
Si tú eres la esperanza
yo soy la fe.
Oye a quien te suplica
desde el Pilar.
Tráemele, Pilarica,
tráemele ya.

(A lo lejos se oye el canto de los licenciados)

LICENCIADOS
Por la patria te dejé,
¡ay de mí!
y con ansia allí pensé
siempre en tí.
Y hoy ya loco de alegría,
¡ay, madre mía!
me veo aquí.

PILAR
Ese canto
de alegría
del que vuelve
y es feliz,
¿por qué suena
tan adentro,
si tan lejos
se oye ahí?

LICENCIADOS
(Las voces mucho más cerca)
Por la patria te dejé, etc.

(Entran en la plaza cantando, con gran brío. Al ver la procesión suspenden el canto. Al mismo tiempo aparecen los grandes faroles de la procesión)

MUJERES, NIÑOS y HOMBRES
Dios te salve, María, etc.

(Hablado)

(Por la izquierda Jesús, el Sargento y Vicente.

JESUS
¡Pilar!

PILAR
¡Maño!

SARGENTO
Yo le traje.
Corrí por él. Se marchaba.
Le detuve y aquí está.
¡Ganarle a grandeza de alma
tú ni nadie a un andaluz!...
Si lo más grande de España
está en Sevilla, en mi tierra.
Las mentiras, la Giralda,
la hermosura de las hembras,
¡hasta el sol tiene tres varas
más que éste! ¡Ganarme a mí!
¡Nequáquam y renequaquam!

TIMOTEO
¡Repuesto! ¡Por fin repuesto!

(Entrando de uniforme por la derecha)

Corro a decir a la plaza:
«¡Si hay motín, no te subleves,
mas pega si tienes gana!»

JESUS
Me empeñé que pa mí fueses.
Sernos tercos, sernos rudos.

PILAR
Todos los aragoneses
Gigantes y cabezudos.



FIN DE LA ZARZUELA


Información obtenida en:
http://archive.org/stream/gigantesycabezud15414caba#page/n3/mode/2up

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