Mendi Mendiyan (Argumento)

Mendi Mendiyan
Mendi Mendiyan, Opera. Se estrenó el 21 de mayo de 1911 en el Teatro de los Campos Elíseos de Bilbao. Libreto de José Power. Música de José María Usandizaga.

Cuadro I

En las alturas que coronan el Aitzgorri, dos huérfanos, Andrea y Chiki, viven en una cabaña con su abuelo Juan Cruz, dedicados a las labores del pastoreo; aquéllos muy jóvenes y viejo ya él, serían insuficientes para cuidar su rebaño si no les prestara ayuda un vecino pastor, José Mari, que al par de su amistad íntima con el viejo, goza también de la simpatía de Andrea. Gaizto que tiene fama de ser el más rico de los pastores, se enamora de la belleza de Andrea y aprovechando la ocasión en que cree estar solo con ella, viene a ofrecerle todo lo que tiene, diciéndola que con sus rebaños y el de ella harán uno muy grande, ella será la única pastora que de él guarde... la envidiarán en todo el monte... etc. Andrea le contesta que si lo que quiere presentarle es un cariño, éste no nace de repente; por entonces es feliz y no lo necesita. Gaizto, herido en su soberbia, toma la negativa como prueba de simpatía hace José Mari y cuando desatando su cólera contra éste agarra a Andrea, jurándola le han de pesar sus palabras, José Mari que estaba oculto escuchándoles, se precipita sobre Gaizto y llamándole cobarde forcejea con él y consigue dominarle, obligándolos a separarse la voz imperiosa del viejo, que sale de la choza a los gritos de Andrea. Gaizto se marcha cabizbajo, dejando ante la cabaña de la pobre pastorcilla un odio que hace...

Cuadro II

Es de noche; los pastores se dedican a cazar el lobo; un lobo que durante su sueño come las ovejas. Andrea y Chiki (con una escopeta) están acurrucados tras un castaño; tienen miedo, pues José Mari les ha anunciado que el lobo anda cerca. Gaizto prepara su venganza: ayudado por la obscuridad, se acerca a gatas al redil donde duermen las ovejas y cuando coge una es visto por Andrea, que cree es el lobo; Chiki, aturdido, dispara y Gaizto huye sin ser conocido. Oyense varios tiros y gritos de alegría, anunciadores de que la cacería ha tenido feliz éxito y van llegando los pastores con su codiciada presa. Ufanado Chiki les dice que él también tiró al lobo; ellos desconfían de las palabras del chico, porque por el rastro que dejó no pudo pasar por allí, pero al mostrarles Chiki el punto hacia donde disparó, encuentran una oveja muerta, cuyas heridas «no son de lobo» y un cuchillo que reconoce un pastor, Kaiku, ser de Gaizto, del hijo de su amo. José Mari corre por uno de los caminos. ¿Dónde vas, José Mari?—le pregunta Andrea. Y él contesta: ¡Voy por el otro, Andrea, voy por el otro!

Cuadro III

(Cambia la decoración.) Al pie de la ermita celebran los pastores su fiesta; cantan y bailan alegres hasta que el toque del Angelus los dispersa. Anochece: solos José Mari y Andrea, qué la declara su pasión; más tarde aléjanse por el camino jurándose amor eterno. Receloso Gaizto, no ha acudido a la fiesta; viene de cortar leña con un haz al hombro, tropezando con José Mari, que vuelve de acompañar a Andrea. José Mari le dice que no piense más en ella, porque acaba de oír de sus labios que el cariño de Andrea es sólo para él. Obcecado Gaizto coge el hacha que le cuelga al cinto y diciendo: «¿Tuya? nunca..... no lo consentiré», descarga un golpe sobre José Mari. Este cae muerto en el lugar donde momentos antes jurara un amor para él corto... Gaizto, horrorizado de su acción, huye. 

Epílogo

Nieva: el invierno, con su inflexible rigor, arroja a los pastores de los altos picos al llano. »Andrea llora ante la cruz plantada donde murió José Mari. Allí vienen a buscarla Juan Cruz y Chiki. Andrea se resiste a dejar aquel sitio, donde un día labró su felicidad y hoy llora su desdicha, pero las súplicas del pobre viejo consiguen separar a aquella desgraciada pastorcilla!...»

 


Información obtenida en:
http://w390w.gipuzkoa.net/WAS/CORP/DBKVisorBibliotecaWEB/visor.do?ver&amicus=178878&amicusArt=320105

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