Guerra a Muerte! (Libreto)



¡GUERRA A MUERTE!



Zarzuela en un acto y en verso.

Texto de Abelardo López de Ayala.

Música de Emilio Arrieta.


REPARTO (Estreno)

D. Alonso de Rivadeneira - Sr. Calvel

D. Alejo de Guzmán - Sr. Cubero.

D. César Rivadeneira - Sr. Salas.

D. Diego - Sr. Caltañazor.

D. Carlos -

D. Luis -

Doña Victorina de Guzmán - Srta. Ramírez.

Doña Luisa - Sra. Rivas.

Doña Elvira -

Doña Elena -

Coro de damas y caballeros.

Reinado de Felipe V.


ACTO UNICO

El teatro representa los jardines de la Granja. En el fondo la fachada principal del real palacio. En medio de la escena dos sillas rústicas. Empieza la acción al declinar el sol de una hermosa larde de otoño. Concluye de noche: la iluminación pintoresca y brillante del palacio alumbra las últimas escenas.


ESCENA PRIMERA

D. Alonso, D. Alejo, D. Cesar, D. Diego, D. Carlos, D. Luis, Doña Victorina, Elvira, Elena, Luisa, Damas y Caballeros.

Mientras la orquesta continúa el preludio, dicen hablado el diálogo siguiente.

ALONSO
Piensas hoy continuar (A César)
tus locuras afrentosas?

CESAR
Ah! no señor: esas cosas
las hago yo sin pensar.

ALONSO
César!

ALEJO
Hija, yo quisiera (A Victorina)
exigirte un sacrificio.

VICTORINA
Cuál es?

ALEJO
Que tengas juicio
por esta tarde siquiera.

VICTORINA
Yo, señor...

ALEJO
Dura es la ley.

ALONSO
Aun conmigo haces alarde!...

ALEJO
La reina vino esta tarde.

ALONSO
En la Granja se halla el rey.

DIEGO
Despacha al viejo. (A César)

CESAR
A eso voy.

ELVIRA
Vente, que tengo que hablarte.
(A Victorina)

ALEJO
Con que harás por enmendarte?

VICTORINA
Obraré... como quien soy.

ALEJO
Niña obediente: eso es.

CESAR
Cumpliré vuestro deseo.

ALEJO
Vamos a dar un paseo,
don Alonso?

ALONSO
Vamos pues. (Salen del brazo)


ESCENA II

Dichos menos D. Alonso y D. Alejo.

(Cantado)

CESAR
Ya mi padre me dejó.

VICTORINA
Ya respiro: ya se fue. (De mal humor)

CORO DE MUJERES
Estás triste? (A Victorina)

VICTORINA
Qué se yo!

CORO DE MUJERES
Qué te pasa?

VICTORINA
Yo no sé.

CESAR
Mucho siento hallaros triste.

(Dirigiéndose a Victorina)

VICTORINA
Triste yo? Qué desvarío! (Disimulando)

CESAR
Bien se ve.

VICTORINA
Decid un chiste
y veréis como me rio.
Divertidme.

CORO DE MUJERES
Ten cordura. (Aparte a Victorina)

CESAR
Venturosa ocupación.

VICTORINA
Os concedo la ventura...
de servir de diversión.

CESAR
De qué modo?

VICTORINA
Vuestra historia
amorosa relatad.

CESAR
Pierdo siempre la memoria
al perder la voluntad.

VICTORINA
Pues cantad.

CORO DE MUJERES
Que César cante!

CESAR
Y de qué? De amor?

VICTORINA
De amor.

CESAR
Ronco estoy.

VICTORINA
Sed mas galante
y menos galanteador.

CESAR
Bien: mandad.

VICTORINA
Poned un juego.

CESAR
No los sé, ni se usan ya.

VICTORINA
Un enigma.

CESAR
Soy muy lego.

VICTORINA
Pues bailad! (Despechada)

CESAR
Quién? Yo!

CORO DE MUJERES
Já! já!

CORO DE HOMBRES
Ve con cuidado, (Aparte a César)
que es muy dispuesta.

CESAR
Mas bravas que esta
las he domado.

CORO DE MUJERES
No te abandones (Aparte a Victorina)
que es muy corrido.

VICTORINA
Nunca he temido
los valentones.

CESAR
Por más que vuestra pena
disimuléis tan bien,
yo advierto en vuestros ojos
extraña languidez.

VICTORINA
De veras?

CESAR
Ese hastío,
ese falso desdén,
ere anhelar incierto
que muestran sin querer,
me dicen claramente...

VICTORINA
Seguid...

CESAR
Me dicen...

VICTORINA
Qué?

CESAR
Que amor os ha clavado
su flecha más cruel.

VICTORINA
Yo amar! (Irritada)

CESAR
Si os causo enojo
mas presto lo creeré.

VICTORINA
Pues ya que estoy flechada,
decid... já! já! De quién?
De vos?

CESAR
No he dicho tanto,
mas puede suceder.

VICTORINA
Yo amaros!

CESAR
Es posible.

VICTORINA
(Audacia descortés!)
Jamás ha habido un hombre
que venza mi esquivez.
Detesto al sexo todo!

CORO DE HOMBRES
Qué horror!

CESAR
Decid por qué.

VICTORINA
Un canto sé muy lindo
que explica mi desdén.

CORO DE HOMBRES
Decidnos ese canto
que os hace tan cruel.

CORO DE MUJERES
Que cante Victorina;
que explique su desdén.

CANCION

VICTORINA
De amor en el albur
quien pierde es la mujer,
que el hombre es un tahúr,
sin nada que perder;
pues todos son muy sátrapas
y el juego es desigual,
no quiero ser tan cándida
que exponga mi caudal.

CORO DE MUJERES
Alerta y no sed cándidas,
que el juego es desigual.

CORO DE HOMBRES
Nos pierde si esas máximas
consigue propalar.

VICTORINA
Vosotras si queréis
que os amen con ardor,
jamás le demostréis
al hombre vuestro amor.
Que amado olvida el pérfido
y odiado empieza a amar;
ó no le améis ó enérgicas
sabed disimular.

CORO DE MUJERES
A todas nos es fácil
saber disimular.

CORO DE HOMBRES
Contra ese inicuo cántico
es fuerza protestar.

CESAR
Muy bien!

VICTORINA
Os agrada? (A César)

CESAR
Tenéis linda voz.

VICTORINA
La letra...

CESAR
Yo sigo
la misma opinión.

VICTORINA
Y así confesáis
que el hombre es traidor!

CESAR
Y yo he de cambiarlo
si así le hizo Dios?

VICTORINA
(Qué audacia!)

CORO DE MUJERES
Nosotras
queremos mejor.

CESAR
Respecto a mujeres
un canto sé yo.

CORO
Decidlo.

CESAR
Al momento.

CORO DE HOMBRES
Venganza! (Aparte a César)

CESAR
Atención.

(Canción)

La que es bella y sobresá—
a sí misma se idolá—;
la infeliz que raya en fe—
no la quiero aunque me quié—
Y medianas como hermó—
son terribles enemí—,
que al que llega a ser su nó—
le convierten en noví—.

CORO DE HOMBRES
El cantar es muy chistoso..

CESAR
Os agrada?

CORO
Mucho.

CESAR
Oíd.
Libertad, calma y diñé—
pierde aquel que se arrocí—:
debe el hombre que no es né—
solo amarlas un poquí—.
Quien las ama demasía
es burlado y hace el ó—:
Mas tratándolas con má—
no hacen daño y son gustó—.

CORO DE HOMBRES
Pierde calma y libertad
quien las tiene mucho amor.

CORO DE MUJERES
Despreciemos su cantar
no mostrando indignación.

CORO DE HOMBRES
Bravísimo!

CESAR
Os agrada? (A Victorina)

VICTORINA
Os doy mi parabién.

CORO DE MUJERES
Tú aplaudes? (Aparte a Victorina)

VICTORINA
Ofendernos
pretende el descortés.
Fingid que despreciamos
sus tiros.

CORO DE MUJERES
(Dices bien)
Bravísimo el cantante.

CESAR
Mil gracias! (Con ironía)

CORO DE MUJERES
No hay de qué.

(Suena música dentro, y salen por el fondo varios aldeanos en tropel)

CESAR
Las fuentes de la granja
empiezan a correr.

CORO DE HOMBRES
Marchemos.

CORO DE MUJERES
Vamos todas.

CORO DE HOMBRES
Hacedme la merced.

(Ofreciendo cada uno el brazo a una dama)

VICTORINA
No tal.

CORO DE HOMBRES
Coged mi brazo.

CORO DE MUJERES
Jamás.

CORO DE HOMBRES
Porqué?

CORO DE MUJERES
Por qué?
Muchas gracias. No podemos
abusar de su bondad,
que privarles no queremos
de su calma y libertad.
Já! já! já! já!
Ustedes por allí,
nosotras por acá;
y disfruten con anchura
de su calma y libertad.

CORO DE HOMBRES
Piedad! piedad!
Si el canto que aplaudí
enojo tal les da,
en desquite a su hermosura
rendiré mi libertad.

CESAR
Si el canto que aprendí
enojo tal les da,
yo prometo a su hermosura
no decir otra verdad.

(Vánse las damas riendo sin admitir el brazo de ninguno. Fin de la introducción)


ESCENA III

Cesar, Diego, Carlos, Luis y demás Caballeros.

LUIS
Ves? tu poca urbanidad
las ha enojado.

CESAR
Y qué quieres?
olvidé que las mujeres
aborrecen la verdad.

LUIS
En tu cantar has hablado
de traiciones y falacias.

CESAR
Pues deben darme las gracias
por lo mucho que he callado.

CARLOS
Vamos a buscarlas.

LUIS
Sí;
corramos, qué se dijera?..

CESAR
Falange cumplimentera!

CARLOS
Allí están.

CESAR
Quietos aquí.
Con tanto término fino
tanto adular y querer
habéis echado a perder
todo el sexo femenino.
Sois la culpa de sus dengues,
de su risita burlona;
vosotros, corte dulzona
de almibarados merengues.
Viento infundís de mil modos
en su vano pensamiento,
y ellas a su vez con viento
os alimentan a todos.
Dejadlas.

LUIS
Pero tú quieres...

CESAR
Que las deis a conocer
lo poco que una mujer
se divierte entre mujeres.
Cuando ellas a. solas miren
inútiles sus tocados,
pues no hay necios que extasiados
los aplaudan y suspiren;
que nadie las llama hermosas
ni las jura que las ama,
y que ninguno reclama
sus miradas engañosas,
sentirán, voto a mi nombre!
tal fastidio y tal mohína,
que han de subirse a una encina
por ver de lejos a un hombre.
Y si volvéis, yo os prometo,
que les daréis tanto gozo,
que a ti te hallarán buen mozo,

(Señalando al más feo)

y a ti bizarro y discreto.

(Señalando al que tiene cara de mas bruto)

CARLOS
Pues yo tengo comezón
de verlas.

CESAR
Calla, maldito,
que ese brutal apetito
ha de ser tu perdición.

DIEGO
Para vencer un desdén
la mejor es mi doctrina.

CESAR
Y qué tal con Victorina
escapaste?

DIEGO
Oh! muy bien.
Decláreme.

CESAR
Y según trazas
se mostraba bienhechora

DIEGO
Oh! yo sé bien que me adora.

CESAR
Pero...

DIEGO
Me dio calabazas.

VARIOS
Já! já!

CESAR
En lo dicho quedamos,
No verlas.

DIEGO
Eso conviene.
Allí presumo que viene
una.

LUIS
Quién es?

CARLOS
Vamos.

TODOS
Vamos.

CESAR
Quietos! Qué fue de aquel brío?
Así su vista os exalta?

DIEGO
Jí! jí! confieso mi falta;
pero al verlas no soy mío.
Y a qué viene ley tan dura?
Tú tienes alguna trama.

LUIS
Piensas aumentar tu fama
con otra nueva aventura?

CESAR
El que piensa nunca atina,
si de mujeres se trata.

DIEGO
Quieres bien a alguna ingrata?

CESAR
Quiero mal a Victorina.
Me irrita el orgullo fuerte
que en sus acciones contemplo,
y es punible el mal ejemplo
con que a todas las pervierte.
Cuando tiernos y felices
ofrecisteis vuestros codos,
hizo que quedarais todos
con un palmo de nances.

DIEGO
Fue mal hecho.

LUIS
De ella en pos

(Con intención)

salió tu Elena.

CARLOS
Y tu Elvira. (Idem)

DIEGO
Por cuál de las dos suspira
tu corazón?

CESAR
Por las dos.
Un amor puede importuno
matar al hombre más grave.
Dos amores no se sabe
que hayan matado a ninguno.

DIEGO
Pero desairarme a mí!

CESAR
Y a todos.

DIEGO
Es grave asunto.

CESAR
Olvidad...

CARLOS
Vamos al punto
a reñir con ellas.

TODOS
Sí,
vamos.

CESAR
Quietos! Turba avara
de mujeres. Ese arrojo
es por mostrarles enojo
ó por mirarles la cara?

DIEGO
A pesar de su reproche
pasarnos la tarde entera
sin verlas...

CESAR
De esa manera
pasareis mejor la noche.
Veréis un ejemplo en mí
de fortaleza y valor.
Todos tenéis un amor.

TODOS
Cierto.

CESAR
Yo dos.

TODOS
Es así.

CESAR
Resuelto estoy, vive Dios!
si prometéis no dejarme,
a escribirlas y a quedarme
ahora mismo sin las dos.

LUIS
Sin Elena?

CESAR
Y en seguida.

CARLOS
Y sin Elvira?

CESAR
También!
El que las conoce bien
fácilmente las olvida.
Voy a escribir

LUIS
Ya te sigo.

CESAR
Venid todos: seré breve:
veréis que cisma se mueve
en todo el campo enemigo.
Ya la victoria celebro
como nadie se acobarde,
y pasen toda la tarde
sin escuchar un requiebro.

DIEGO
Bravo!

CESAR
Vengar solicito
nuestro desaire pasado.
Seguidme.

DIEGO
Quedas nombrado
nuestro capitán.

CESAR
Admito. (Vánse)


ESCENA IV

Victorina, Luisa, Elena, Elvira y demás amigas de Victorina.

VICTORINA
Venid todas por acá,
que ni mirarnos merecen:
veis? hombres solos parecen
potros cerriles.

TODAS
Já! já!

VICTORINA
Silencio! Todo el concurso
debe estudiar la cuestión.

LUISA y ELENA
Cuál es?

VICTORINA
Prestadme atención,
que os voy a echar un discurso.

TODAS
Bien! (Formando corro)

VICTORINA
Chicas, rota la norma
del prudente galanteo,
el sexo forzudo y feo
necesita una reforma.
Son fingidos en sus penas
y falsos en sus amores,
y luchando con traidores
todas las armas son buenas.

TODAS
Bravo!

VICTORINA
Chitón! Su desdén
exagere cada cual,
que solo el tratarlos mal
los hace que quieran bien.

TODAS
Cierto.

LUISA
Y yo añado... (Hablando a la par)

ELENA
Y yo digo...

VICTORINA
Orden! (Callan) Mostraros deseo...
En qué iba?

LUISA
En que el hombre es feo,
pero malo.

VICTORINA
Ah! Ya prosigo.
Su necio orgullo altanero
y su vana independencia
reclaman con grande urgencia
el castigo más severo.
Negareis al más contrito
cualquiera favor que os pida,
y dad besos en seguida
a la gata y al perrito.
Cuando os hablen de constancia,
de amor y de penas hondas,
hablad de encajes y blondas
y de las modas de Francia.
Quedan desde ahora prohibidas
las sonrisas halagüeñas,
las miradas y las señas
y las cartas a escondidas.
Tomar el brazo y callar
los desacatos del codo;
dar la mano, y sobre todo
el dejársela besar.

(Murmullos de desaprobación)

No murmuren, pues se ve,
y es un refrán castellano,
que si les damos la mano,
ellos se toman el pie.
Aunque yo siempre he tenido,
a pesar de sus alardes,
en opinión de cobardes
los hombres que he conocido.
Y para hacer lo que os hablo,
tened por muy verdadero,
que el que llega a ser más fiero
no pasa de un pobre diablo.
Y aunque digan que es mal vicho
la mujer, fuera temores;
como no hay otras mejores,
ellos os querrán. —He dicho.

UNAS
Bien!

OTRAS
Soberbio!

VICTORINA
Tened cuenta
con la parte perceptiva.

ELENA
Viva el orador.

TODAS
Que viva!

ELVIRA y ELENA
Venga un abrazo.

VICTORINA
Y cuarenta.

(Brincan y bailan, tarareando el último canto de la introducción)

LUISA
Pero sabéis lo que advierto?
que es conducta muy grosera
no venir uno siquiera
a buscarnos.

ELENA
Es muy cierto.

ELVIRA
Y qué uniditos están.
Ni uno ha vuelto.

VICTORINA
Se supone.
César así lo dispone,
y todos siguen su plan.

ELENA
Tal unión!

ELVIRA
Malos castigos!

VICTORINA
Oh! Los hombres, hijas mías,
al tratar de picardías
se hacen íntimos amigos!
Imitadles.

LUISA
Yo te juro...
Siento pasos.

ELENA
Quién será?

(Todas se arreglan el tocado y se ponen muy serias)

VICTORINA
No son ellos. (Movimiento de ira en todas)

LUISA
Esto ya
pasa de castaño oscuro.


ESCENA V

Dichas y dos Pajes.

PAJE 1°
Doña Elena? Este billete (Aparte a Elena)
de don César.

(Se le da sin que nadie le vea)

ELENA
Bien, callad.

PAJE 2º
Doña Elvira? (Aparte)

ELVIRA
Quién?

PAJE 2º
Tomad:
de don César.

ELVIRA
Calla y vete.


ESCENA VI

Dichos, menos los dos Pajes.

LUISA
Lo apruebo: fuerza es tomar
de este desaire venganza.

VICTORINA
Imitemos su alianza.
Si yo pudiera contar
con vosotras!

LUISA
Di: qué quieres?

VICTORINA
Pero temo...

LUISA
No te asombres.

VICTORINA
Pues, qué fuera de los hombres
si se unieran las mujeres?
Ya veis: si esto sigue así,
querrán, al paso que vamos,
que nosotras les digamos:
«Yo te adoro: dame el sí.»

LUISA
Nada: busquemos un modo...
un desaire que los hiera.

VICTORINA
Oh! Si yo contar pudiera
con vosotras!

VARIAS
Para todo.

VICTORINA
Pues bien...

ELENA
Victorina?

(Llamándola aparte)

VICTORINA
Di.

ELENA
Yo una carta he recibido!

ELVIRA
Yo otra.

VICTORINA
Os habéis atrevido!
Vengan.

ELENA
Toma.

ELVIRA
Vela aquí.

VICTORINA
Estamos de enhorabuena.
Dos se rinden.

LUISA
Qué?

VICTORINA
Mirad.
Escriben.

LUISA
No haya piedad.

VARIAS
Y a quien?

VICTORINA
A Elvira y a Elena.

ELENA
(Ya la envidia las devora)

LUISA
Que se lean.

VICTORINA
Al momento.

(Entrega uno de los billetes a Luisa)

ELENA
Veréis con cuanto talento
sabe fingir que me adora.

LUISA
Ni por esas.

VICTORINA
Según trazas
es galán. (Desdoblando el billete)

ELENA
Tened cuidado.

VICTORINA
«Con el adjunto criado (Leyendo)
mandadme dos calabazas.»

ELENA
Eso es dármelas a mí.

VICTORINA
Así parece. (Todas se ríen ocultando la risa)

ELENA
Oh furor!

LUISA
«Niña, buscad otro amor, (leyendo)
que yo...»

ELVIRA
Venganza!

(Arrebatándole la carta)

VICTORINA
Y aquí
César firma.

LUISA Aquí también.

ELVIRA
Infame!

LUISA
Vaya una alhaja!... (Todas se ríen)

VICTORINA
Pues a todas nos ultraja
su desprecio y su desdén. (Con resolución)

ELVIRA
Venganza!

LUISA
Sí, mano fuerte!

ELVIRA
Pensemos en el castigo.

VICTORINA
César es nuestro enemigo:
el que a lodos los pervierte.

ELVIRA
Victorina, si es verdad
tu destreza...

LUISA
Tu gran arte. (Con ironía)

ELVIRA
Tu debieras encargarte
de vencer su vanidad.

LUISA
Nuestro honor manda que sea
humillado.

ELENA
Hay que vencerle. (Pausa)

LUISA
Temes?

VICTORINA
Cómo? He de ponerle
más blando que una jalea.

TODAS
Bien!

VICTORINA
Mas antes, digan pues,
quien tiene amante?

Yo uno.

Yo otro.

Yo otro.

(Con tristeza) Yo ninguno.

Yo uno.

Yo dos. (Contenta)

Yo tres.

(Con mucha satisfacción)

VICTORINA
Sacad libros de memorias,
y a todos, mano atrevida!
calabazas!

TODAS
Gran medida!

ELENA
Calabazas!

ELVIRA
Dimisorias!!

Te despido! (Escribiendo)

Te olvidé (Idem)

Se acabó. (Idem)

Me cansas ya. (Idem)

LUISA
Victorina no podrá
vencer a César.

(Aparte a Elena y a Elvira)

ELENA
Por qué?

LUISA
Porque juzgo que en secreto
le ama y mucho.

ELENA
Bueno fuera!

VICTORINA
Comiencen de esta manera
a mirarnos con respeto.
Yo me encargo del más fuerte.

LUISA
Dios te ayude. (Con malicia)

VICTORINA
No os asombre.

LUISA
Ya están.
(Es decir; ya están escritas las cartas)

VICTORINA
Juremos al hombre
guerra a muerte!

TODAS
Guerra a muerte!


ARIA Y CORO

CORO
Que juegue en tus ojos
travieso Cupido;
que muevan tus labios
sonrisas de amor.
Arréglate el pelo,
compón el vestido.
Bonito es el lazo!
preciosa la flor!
Anímate; vence,
y al verle rendido,
desprecia y destroza
su pecho traidor.

VICTORINA
Si amor le aconseja
y acude a la miel,
clavará la abeja
su aguijón en él.

CORO
Hiérale la abeja
si busca la miel

VICTORINA
Arréglame este encaje.

CORO
Ya está.

VICTORINA
La flor también.
(Le arreglan el tocado)
Me sienta bien el traje?

CORO
(Qué vana!) Si, muy bien,

VICTORINA
Si pica en el cebo
vencido será;
es audaz mancebo
y él lo picará.

CORO
Este triunfo nuevo
famosa te hará.

VICTORINA
Hola! pajes? mayordomos?
escuderos?

(Llamando. Salen varios criados)

CORO
Aquí están.

VICTORINA
Al momento esos despachos
a los pérfidos mandad.

CORO
Al marqués. Al señor Conde.
A don Pedro. A don Julián.

(Entregando las cartas)

VICTORINA
A quien diga el sobre-escrito,
esas cartas entregad.

TODAS
Nunca el sexo ha dado tantas
calabazas a la par.

VICTORINA
Ya está rota la campaña.
Cederéis?

CORO
Ceder? jamás!

VICTORINA
Jurad impávidas
sin compasión
guerra al indómito
sexo traidor.

(Todas repiten la estofa)

VICTORINA
Miradas lánguidas,
sentida voz;
su pecho pérfido
hiera de amor,
y cuando tímidos
pidan perdón,
decid huyéndoles,

TODAS
No, no, no, no!...
Ajad enérgicas
su presunción;
guerra al indómito
sexo traidor!

(Salen con aire marcial. Victorina antes de salir deja su ramo sobre un asiento)


ESCENA VII

D. Alejo, después D. Alonso.

ALEJO
Nada... no están. Pero en dónde
se han escondido esos diablos?
Qué bochorno! Están desiertos
los salones de palacio.
Esto es alguna locura
de Victorina.

ALONSO
Apostamos

(Saliendo del palacio)

a que es causa de este embrollo
el hijo que Dios me ha dado?

ALEJO
Don Alonso?

ALONSO
Ahí don Alejo.

ALEJO
Dónde están esos muchachos?

ALONSO
El diablo que se los lleve
a todos.

ALEJO
Pues qué ha pasado!

ALONSO
Que falta la gente moza
del salón. Tal desacato!

ALEJO
Y qué?

ALONSO
Qué sé yo? Son jóvenes;
andan solos y en el campo.

ALONSO
Y qué pasa?

ALEJO
Lo que pasa
quién se atreve a imaginarlo?

ALEJO
(Ay Dios!) Y muestran enojo
sus majestades?

ALONSO
No es grato
el mirarse solamente
de vejestorios cercados.
El rey, aunque sonriendo,
me dijo há poco: «Reparo
que mi corte ha envejecido
en poco tiempo cien años.»

ALEJO
De esta gracia será cómplice
vuestro hijo César.

ALONSO
Es claro;
y Victorina.

ALEJO
Malditos!
Dónde están?

ALONSO
Por qué mil diablos
no casáis a esa muchacha
tan traviesa?

ALEJO
De eso trato.
Mas cuando afable la exhorto
a que elija uno de tantos
que la quieren, la rapaza
con notable desenfado,
me dice, que para ahorcarse
no le gusta ningún árbol.
Y vos por qué no casáis
a César?

ALONSO
Qué he de casarlo!
El conoce a las mujeres
a fondo; las ha estudiado,
según dice, y si esto es cierto,
quién lo casa?

ALEJO
Me hago cargo...
Mas es lástima: una boda
pudiera domar a entrambos.

ALONSO Allí están.

ALEJO
Pues vamos presto.
Lo que es esta no la paso.

ALONSO
Solas están las muchachas.

ALEJO
Solas? Respiro.

ALONSO
Pues vamos.

ALEJO
Ya es hora que en estos hijos
meditemos muy despacio.
Tengo un proyecto.

ALONSO
Decidme.

ALEJO
Atended: hay que pensarlo.

(Se van hablando)


ESCENA VIII

Aria de Cesar y Coro de Hombres. Salen leyendo las cartas.

CORO
Me despide. —Me desprecia.
—Qué contienen? —Según trazas...
calabazas!... calabazas!

TODOS
Coincidencia singular.
César? César? Dónde es ido?

CESAR
Qué sucede? (Saliendo)

CORO
Ven acá.

CESAR
Nos han hecho algún disparo
los contrarios?

CORO
Oh! si tal.
Ochocientas calabazas
nos disparan a la par.

CESAR
Gran metralla!

CORO
Ya tu tropa
es de inválidos.

CESAR
Já! já!

CORO
No te asombra la abundancia?

CESAR
Son poquitas.

CORO
Bastan ya!

CESAR
Siempre tienen las hermosas
a su lado muchas más.

CORO
Tú eres jefe: a ti te toca
la tormenta conjurar.

CESAR
Yo sé bien quién es la causa
de tan recio temporal.

CORO
Di la causa; y entra todos
el remedio se hallará.

CESAR
Hay en la corte cierta sirena,
de airoso talle, de tez morena;
cuyos ojitos, que muerte amagan,
prometen mucho, mas nunca pagan.
Ella sin duda, diestra y ladina,
hizo que os diesen ese manjar.

CORO
Venganza, amigos, que es Victorina
la que esta fruía nos dio a probar.

CESAR
Hasta que el niño que pintan ciego
no la persuada con blando ruego.
Hasta que, muerta su dulce calma,
sienta cosquillas dentro del alma,
siempre traviesa, siempre enemiga,
vuestros amores ha de burlar.

CORO
Pues es forzoso que alguien consiga
su bravo pecho domesticar.
César! César! Al momento
enamora a esa mujer.

CESAR
Yo tendré mucho contento
en poderos complacer.

CORO
El valor el triunfo alcanza.

OTROS
Es muy diestra!

CESAR
Ya lo sé.
Pero tengo la esperanza
de vencer.

CORO
Por qué?

CESAR
Por qué?
La mujer es lo mismo
que leña verde,
que llora y se resiste
y al fin se enciende.
Luego encendida
ni resiste ni llora,
solo suspira.

CORO
Valiente lidia,
que todos cantaremos
si ella suspira.

CESAR
No hay mujer en el mundo
dificultosa,
si se juntan la audacia
y el cuarto de hora;
y aunque esta es brava,
es mujer y soy hombre;
con eso basta.

CORO
Vence a la ingrata,
y ella cargue con todas
las calabazas.

DIEGO
Gran batalla!

LUIS
Gran trofeo
te espera!

CARLOS
Rinde a esa aleve.

CESAR
Juzgo que ninguno debe
dudar de mi buen deseo.

DIEGO
Qué medios vas a emplear
para vencer sus rigores?
Yo entiendo un poco de amores
y te puedo aconsejar.
Qué planes tienes?

CESAR
Quimera!
Los planes de nada valen.

DIEGO
Cómo pues?

CESAR
Porque ellas salen
por donde menos se espera.

DIEGO
A qué entonces son debidos
los muchos triunfos que adquieres?

CESAR
A que todas las mujeres
nacen con ojos y oídos.
Concebidos en pecado,
del barro vil descendemos,
y todos correspondemos
a origen tan señalado.
Y si Eva el Edén perdió
por una manzana ó pera,
la pobrecita ¿qué hiciera
por un mozo como yo?

TODOS
Já! já! já!

DIEGO
A pesar de todo
el lance te da cuidado;
a Victorina has tratado
siempre, así... de cierto modo...

LUIS
Verdad: con cierta prudencia
que miedo tiene por nombre.

CESAR
Con la prudencia del hombre
que tiene mucha experiencia.
Es de condición muy dura
la mujer en su edad verde,
y el tiempo sin fruto pierde
el que ablandarla procura.
Victorina, de alta clase,
joven, bizarra, valiente...
aguardé, como prudente,
que el mundo la desbravase.
Que aquel que a su cargo toma
conquistar muchachas nuevas,
necio madura las brevas
para que otro se las cama.

DIEGO
el darle el golpe de gracia.

CESAR
Si no, destreza y audacia
engendran las ocasiones.

DIEGO
Silencio. (Escuchando)

CESAR
No: nadie viene.
Hola! un ramo. (Por el que dejó Victorina)

DIEGO
Victorina
lo llevaba.

CESAR
Alguna espina
oculta en sus hojas tiene.
Dejarlo aquí... será dolo
ó descuido?

LUIS
Hay que pensarlo.

CESAR
Idos: si viene a buscarlo
quiero que me encuentre solo.

DIEGO
Adiós. Destreza y valor.
Ya ves, el puesto te cedo
sin replicar, cuando puedo
mostrarme competidor.
Tengo afición y pericia
y hazañas de algún provecho.

CESAR
Pues Victorina no ha hecho
a tú mérito justicia.

DIEGO
Se burló con esquivez
de mi pasión manifiesta;
mas toda mujer contesta
que no... la primera vez.
Por eso nadie hay aquí
en mejor caso que yo,
que el que ya ha escuchado un no
está más cerca del sí.

CESAR
Tienes razón.

LUIS
Date trazas
de hacer muy breve el asunto.

CARLOS
Si vences, que anule al punto
la ley de las calabazas.

CESAR
En tanto, nadie concierte
treguas con mujer nacida.

DIEGO
Guerra al sexo.

CESAR
Decidida
guerra y no más.

TODOS
Guerra a muerte!


ESCENA IX

Cesar después Victorina, y últimamente Coro de Mujeres de ambos sexos.

CESAR
Lindo ramo abandonado
quizás con pérfido objeto,
revélame algún secreto
del pecho que has adornado.
Di si ha latido agitado
solo un momento por mí.
Alumbra mi mente y di
cuál es el medio mejor
para que escale mi amor
el trono donde te vi.
Ya me voy templando.

ELENA
(En el fondo) El es. (A Victorina)

VICTORINA
Idos.

ELVIRA
Mucha habilidad.

VICTORINA
Si hago la seña, llegad
y le veréis a mis pies.

(Vánse Elvira y Elena, que han salido acompañando a Victorina)

CESAR
El moro en campaña! Bueno!

VICTORINA
No me ha visto.

CESAR
(Haciéndose distraído) Lindo ramo.

VICTORINA
Eh! eh! (Tosiendo muy quedo)

CESAR
Ya suena el reclamo.
Vamos ganando terreno.

(Victorina canta muy bajo, pero de modo que se entienda la letra)

VICTORINA
De amor en el albur,
quien pierde es la mujer,
que el hombre es un tahúr
sin nada que perder.

CESAR
Ah! si os vengo a distraer...
(Saludando)

VICTORINA
Si interrumpo...

CESAR
No por Dios.


DUO

LOS DOS
He tenido un gran placer (A un tiempo)
en hallarme aquí con vos.

VICTORINA
(Es mi ramo)

CESAR
(Si es su ramo,
de protesto servirá)

VICTORINA
Lindas flores!

CESAR
Son muy bellas.

(Besándolas)

VICTORINA
Que las vais a deshojar.
(Si sabrá que fueron mías?)

CESAR
Les encuentro cierto imán,
cierto aroma que embriaga
mis sentidos.

VICTORINA
Si?

CESAR
Probad

(Dándoselas a oler)

VICTORINA
Esas flores en mi pecho
se encontraban poco ha.

CESAR
Ah! por eso me. han causado
tal placer.

VICTORINA
Será verdad? (Los dos aparte)
Despacito que esta niña
este niño
quizás tiene el mismo plan.

CORO DE MUJERES
Llegad, llegad,

(Se ocultan entre los arboles de la izquierda)

que batiéndose están ya.

CORO DE HOMBRES
Venid, venid
que trabada está la lid.

(Se ocultan en la enramada de la derecha)

VICTORINA
Dad las flores.

CESAR
Yo os las pido.

VICTORINA
Os agradan?

CESAR
Mucho a fe.

VICTORINA
Sois acaso mariposa?

CESAR
Si lo soy, pretendo arder
en la lumbre de unos ojos
que me abrasan.

(Queriendo besarla una mano)

VICTORINA
(Retirándose) No os queméis.

CORO DE MUJERES
(Bien la niña le provoca)

CORO DE HOMBRES
(El mocito avanza bien)

CESAR
(Ya la lucha está admitida)

VICTORINA
(A mis plantas le veré)

CESAR
(Y estas luchas todos saben
qué final suelen tener)
Jamás el veleidoso
consigue la ventura;
amar en el reposo
el alma al fin procura;
feliz llamado sea
quien ame y quien posea.
Mi pecho ya propicio
confiesa esta verdad.

CORO DE HOMBRES
Esfuerza su artificio,
diciendo la verdad.

VICTORINA
También mi pecho ansioso
anhela la ventura,
también en el reposo
gozarla ya procura.
Si el vuestro al fin desea
amar a quien le crea,
comience a dar indicio
de afecto y de humildad.

CORO DE MUJERES
Le lleva al precipicio
con mucha suavidad.

CESAR
De este ramo algunas flores
son emblemas del querer.
Permitid que yo le guarde
en mi pecho.

VICTORINA
Para qué

CESAR
Me parece que extasiado
vuestro aliento bebo en él.
Mujeres, (Ah qué pérfido!)

CESAR
En mis ojos
la verdad podéis leer.
Ah, miradme!

HOMBRES
(Aquí fue Troya)

VICTORINA
Si es verdad...

CESAR
Lo guardo pues?

VICTORINA
Yo... Don César...

CORO DE MUJERES
(Titubea)

CESAR
Responded.

VICTORINA
Os digo... (Indecisa)

MUJERES
Ejeem. (Tosiendo)

VICTORINA
(Ah qué necia!) Venga al punto.

CESAR
Yo sumiso os le daré:
mas os pido por hallazgo
un favor.

VICTORINA
Decid: cuál es?

CESAR
Os le doy, mas con mi mano
donde estaba le pondré.

VICTORINA
Dónde estaba?

CESAR
En ese cielo.

VICTORINA
Bien: llegad.

CESAR
(Desvanecido) Qué hermosa!

HOMBRES
(Tosiendo) Ejeem!

CESAR
(Aquí estaban? Si no avisan
me derrito)

MUJERES
Vaya un pez!

VICTORINA
(Se escapó!) Venga mi ramo.

CESAR
Yo le guardo.

VICTORINA
Sed cortés! (Se lo arrebata)

CESAR
De rabia temblando
venganza atesora,
desquite buscando,
se hará jugadora.
Y es cosa segura
que habrá de perder,
quien todo lo pierde,
perdiendo una vez.

HOMBRES
Pues no es tan maestro
como antes pensé.

VICTORINA
Quizás observando
se burla traidora
también en mi bando
me insultan ahora.
Seguir es preciso
la lucha cruel;
es fuerza mirarle
rendido a mis pies:

CORO DE MUJERES
Engaña a la niña
su vana altivez.

VICTORINA
Y qué tal? (A las mujeres)

CESAR
Y qué os parece? (A los hombres )

DIEGO
Que has desmentido tu fama.

LUISA
En lo torpe que has estado,
me pareció que le amabas.

CESAR
Venid y no me juzguéis
y hasta el fin de la jornada.

(Salen los hombres)

VICTORINA
Amarle yo!

LUISA
No te enfades.

VICTORINA
Habéis de verle a mis plantas.

LUISA
Procede con mucho tiento.

VICTORINA
Tú temes?...

LUISA
No temo nada.
Mas no siempre habrá quien tosa
si otra vez te pones blanda.

VICTORINA
Luisa!

LUISA
Bah! no es pecado...

VICTORINA
(Oh baldón!)

ELENA
Está picada.

(Hablando unas con otras)

LUISA
Tanto mejor para César.

ELENA
No es tan diestra.

ELVIRA
No es tan brava.

(Salen murmurando)


ESCENA X

Victorina, sola.

VICTORINA
Se burlan! cómo de todos
pudiera tomar venganza!
Pero es cierto que ese hombre
ha nacido sin entrañas?
El sentimiento que a veces
revelaban sus palabras
será mentira? Quién puede
averiguar lo que pasa
en el corazón de un hombre
avezado en estas farsas! (Pausa)
Por amor ó por orgullo
volverá!.. Tengamos calma.
Ah! Yo juro que muy presto
doblará su frente brava,
y entonces de tal manera
tengo de avivar su llama,
que dará función de novio
a Madrid y a toda España.


ESCENA XI

Victorina, D. Alonso.

ALONSO
Victorina?

VICTORINA
Quién?

ALONSO
Me alegro
de hallaros tan solitaria.

VICTORINA
Voy a reunirme...

ALONSO
Quisiera
hablar con vos dos palabras.

VICTORINA
Decid pues.

ALONSO
Yo tengo un hijo.

VICTORINA
(Gran noticia!)

ALONSO
De tan mala
condición, que ya es preciso
desbravarle.

VICTORINA
Y qué?

ALONSO
Se trata
de que vos...

VICTORINA
Cómo?

ALONSO
Atendedme,
Omito, por ser muy larga,
la historia de los defectos
que le adornan y me exaltan.
Hoy, desairando el convite
de palacio, han hecho falta
él y todos sus amigos
en la fiesta. Son ya tantas
sus locuras, que no puedo
por más tiempo tolerarlas.
Yo temo si voy a hablarle
perder del todo la calma.
Por lo tanto, Victorina,
vos que sois tan arreglada, (Con malicia.
tan juiciosa...

VICTORINA
(Vaya un chiste!)

ALONSO
Habéis de hacerme la gracia
de decirle que ya es tiempo
de vivir como Dios manda;
que olvide necias locuras
que siempre ofenden la fama;
y que si no se retira
de su senda extraviada,
le caso, mal que le pese,
con su tía doña Engracia,
ó con mandato del rey
le embarco para la Habana.

VICTORINA
Me acomodo: eso y aun mas

(Después de un momento de indecisión)

oirá de mi boca.

ALONSO
Gracias.

VICTORINA
(Con esto tengo ocasión
de tenderle otra celada)

ALONSO
Yo respondo de su enmienda
si tal maestro se encarga
de corregirle.

VICTORINA
Yo... Bueno,
mas no respondo de nada.


ESCENA XII

Victorina, D. Alejo y César.

CESAR
Ni diez padres misioneros...
Ya veréis.

ALEJO
No quiero hablarla
porque temo.

CESAR
Ni es preciso.
Si le he de echar una plática
cuaresmal.

ALEJO
Decidla cuánto
a la reina desagradan
sus locuras.

CESAR
Y otras cosas
mejores.

ALEJO
Que si no trata
de corregirse...

CESAR
Silencio.
Vedla: sólita se halla.

ALEJO
Bien. (Estemos a la mira
por si acaso se desmandan)


ESCENA XIII

César y Victorina.

VICTORINA
(Veré)

CESAR
(Cuando ella medita
yo debo ponerme en guardia)
Señorita?

VICTORINA
Ah! Caballero? (Estremeciéndose)

CESAR
Cómo? He venido a asustarla?

VICTORINA
Bien dicen los que aseguran
que sois el bú de las damas.

CESAR
No es temor el sentimiento
que quiero inspirarlas.

VICTORINA
(Con sarcasmo creciente) Vaya!...
No han de temer al que sabe
tranquilo robar su calma?
al que las hiere de amores
y se precia...

CESAR
Oh! por qué causa

(Interrumpiéndola)

me maltratáis? Por ventura
Os he robado yo nada?

VICTORINA
Dios no lo quiera.

CESAR
(Ojalá)

VICTORINA
Tengo que hablaros.

CESAR
Qué pasa?

VICTORINA
Mucho y malo.

CESAR
Cómo es eso?

VICTORINA
Escuchad.

CESAR
Con toda el alma.
Yo también tengo que hablaros.

VICTORINA
Vos...

CESAR
Os cedo la palabra.

VICTORINA
Voy a ser inexorable.

CESAR
De qué se trata?

VICTORINA
Se trata...

CESAR
De qué?

VICTORINA
De vuestros defectos.

CESAR
Entonces será muy larga
la conversación. Sentémonos,
aquí hay sillas.

VICTORINA
Dónde? Gracias.


ESCENA XIII

Dichos, Luisa, después Dieguito.

LUISA
Victorina?

VICTORINA
Qué sucede?
Di.

LUISA
Que está insurreccionada
tu gente.

VICTORINA
Cómo!

LUISA
Que dicen
que se aburren, que no bailan.

CESAR
(Secretitos...)

LUISA
Que es injusta
la ley de las calabazas;
que tú no puedes rendir
a César.

DIEGO
César? (Saliendo)

CESAR
Qué pasa?

DIEGO
Que cunde la rebelión
en tus filas.

CESAR
Cómo?

DIEGO
Tratan
de pasarse al enemigo.

CESAR
Qué dices?

DIEGO
En cuerpo y alma.

VICTORINA
Contenlas.

CESAR
Di que respeten
el honor de nuestras armas.

VICTORINA
Que ya está para rendirse.

CESAR
Que ya la niña se ablanda.


ESCENA XIV

Cesar y Victorina.

VICTORINA
(Veremos por dónde sale...
al ver)

CESAR
Os escucho.

VICTORINA
Calma. (Sentándose)

CESAR
Me permitís? (Queriendo sentarse)

VICTORINA
Permitido.

CESAR
Empezad.

VICTORINA
De buena gana. (Pausa)
Don César, qué edad tenéis?

CESAR
Oh! tal principio me espanta.

VICTORINA
Cuántos años?

CESAR
Veinticuatro.

VICTORINA
Cumplidos ya.

CESAR
Por la pascua.

VICTORINA
Y os parece, señor mío,
que un caballero que raya
en los treinta...

CESAR
Veinticuatro
he dicho.

VICTORINA
Pues no me agrada
ese número. En los treinta.

CESAR
Bien.

VICTORINA
Os parece que es sabia
conducta que pierda el tiempo
en necias calaveradas?

CESAR
Pero...

VICTORINA
Silencio! Os parece
que un hijo de ilustre raza;
de talento, según dicen,
aunque él lleva la contraria;
respetado por valiente;
protegido de un monarca,
que supo ganar su trono
con la punta de su espada,
no ha de tener en el mundo
ocupaciones mas santas
que enseñar públicamente
el desacato y la audacia;
recibir de cuatro necios
estúpidas alabanzas,
y servir de diversión
a la gente cortesana?
Eh? Respondedme. (Levantándose)

CESAR
Oh qué linda
preceptora!

VICTORINA
Fuera chanzas.
Para hablaros de este modo,
si mi autoridad no basta,
sabed que me encuentro compe-
tentemente autorizada.

CESAR
Cómo! Tenéis el encargo?...

VICTORINA
De desbravarle. Palabra
auténtica.

CESAR
Tal ventura
he merecido!

VICTORINA
No es tanta.
Ya veréis.

CESAR
Para mostraros
cuánto seréis respetada...

(Quiere besarla una mano, ella se retira)

No queréis que os manifieste
mi obediencia.

VICTORINA
No hace falta.

CESAR
Hola! Sabed que también
tengo facultades amplias.

VICTORINA
Cómo!

CESAR
Escuchadme, que ahora
me toca a mí.

VICTORINA
Vaya en gracia.

(Vuelven a sentarse)

CESAR
Pareceos bien que una niña
que pudiera estar casada
y algo mas, pierda su. tiempo
alborotando a las damas,
inspirando a los galanes
amorosas esperanzas;
maltratando a los cautivos
en las redes de sus gracias,
y negando a un padre anciano
el ascenso que reclama?

VICTORINA
Mi padre ascenso?

CESAR
De abuelo.
Y ya le falta la calma...

VICTORINA
Qué decís?

CESAR
Sabed que ahora
yo represento sus canas;
y me encuentro autorizado
para todo. (Acerca un poco la silla)

VICTORINA
Gentil haya! (Levantándose)

CESAR
Y he de saber desde ahora
a quién mira y a quién habla,
y a quién...

VICTORINA
(Acercándose) Vamos, papá mío...
no se enoje,

CESAR
Qué pensaba?

VICTORINA
Yo sumisa le prometo
enmendarme.

CESAR
No me basta.
En muestra de que ha quedado
corregida y aumentada,
bese la mano al maestro.

VICTORINA
De rodillas?

CESAR
Fuera chanzas.

VICTORINA
Alcanza también a eso
la autorización?

CESAR
Alcanza.


ESCENA XVI

Dichos, Dieguito y luego Luisa.

DIEGO
César?

CESAR
Quién?

DIEGO
Viendo tu gente
que gastas mucha cachaza...

CESAR
Cachaza? Qué se figuran
que es conquistar una dama?

DIEGO
Es el caso que me han dado
las facultades mas latas.

CESAR
A ti?

DIEGO
A mí

LUISA
Victorina?

VICTORINA
Qué sucede?

CESAR
Tal audacia!

LUISA
Pide perdón?

VICTORINA
Aun resiste.

LUISA
Si. Pues yo soy la encargada
de hacer lo que a ti te cuesta
tanto trabajo.

VICTORINA
Tú tratas?...

LUISA
No eres la sola mujer
que hay en el mundo.

VICTORINA
(Habrá vana)
Prueba.

DIEGO
Voy a hacer que anule
la ley de las calabazas.
Ya me mira. Tú verás...

CESAR
(Qué necio!)
DIEGO
Como se ablanda.


CUARTETO

DIEGO
Cuando Dios de las costillas
(A Victorina)
nos arrancó la mujer.

VICTORINA
Qué decís?

DIEGO
Estadme atenta.

LUISA
Quiero hablaros. (A César)

CESAR
Tal merced!

DIEGO
Un mandato nos impuso
muy suave.

VICTORINA
Sí? Cuál es?

DIEGO
Creced, dijo, y...

VICTORINA
(Interrumpiendo) Lo que sigue
omitid, que ya lo sé.

DIEGO
Es un texto muy sabido.

VICTORINA
Y a qué viene?

DIEGO
Viene a que...
por vos ambos sexos
en guerras están,
por vos no hay coloquios
de dama y galán.
Y vengo a exigir,
señora de vos,
que dejéis cumplir
las leyes de Dios.

LUISA
En nombre de todas (A César)
os hablo.

CESAR
Empezad.
Me mira: los celos (Aparte)
me la han de ablandar.

LUISA
Con vos ofendidas
exigen de vos
que de tanta injuria
les pidáis perdón.

VICTORINA
(Con celos de un necio
le voy a picar) (Por César)

DIEGO
Por vos no hay coloquios
de dama y galán.

VICTORINA
Zurcir voluntades
jamás me gustó;
pero por serviros
haré ese favor.

CESAR
Jamás a las damas
mi pecho ofendió,
mas si lo mandáis
pediré perdón.

LUISA
Decís?

CESAR
Que sois muy bella!

VICTORINA
(Me humilla!)

DIEGO
Con que vos
decís...

VICTORINA
Que sois muy bello.
(Qué digo!)

DIEGO
Tal favor?
Haréis que se retiren
las calabazas?

VICTORINA
No!
que solo ese sustento
merecen.

DIEGO
Ah!

CESAR
Tronó.

LUISA
Perdón nos pediréis
y en público?

CESAR
Eso no.
A solas y una a una
les pediré perdón.

LUISA
Qué audacia!

VICTORINA
Bien me venga,

DIEGO
En fin...

VICTORINA
Lo dicho.

DIEGO
Oh!
es mengua del sexo
» su audacia sufrir;
busquemos mujeres
en otro país.

LUISA
Enciende de nuevo
la guerra civil;
es fuerza luchar;
vencer ó morir.

VICTORINA
Burlada la miro (Por Luisa)
si ufana la vi:
aplaude mi pecho (Por César)
su orgullo gentil.

CESAR
Al ver que me venga
del necio aprendiz,
mi orgullo a sus plantas
se quiere rendir.

VICTORINA
Le has vencido? (A Luisa)

LUISA
Es un grosero!

CESAR
Y qué tal? (A Dieguito)

DIEGO
Guerra!

LUISA
Venganza!

(Suena música de baile dentro de palacio)

VOCES DE MUJERES
Al baile! al baile! (Dentro)

VICTORINA
Qué gritos?

VOCES DE HOMBRES
Paz! (Dentro y al otro lado)

CESAR
Qué es esto?

VOCES
Faldas! faldas!


ESCENA XVII

Dichos y Damas y Caballeros.

HOMBRES
Queremos verlas. (Entrando en desorden)

CESAR
Teneos.

LUIS
Pues qué hay?

DIEGO
Cada calabaza
que canta el credo!

MUJERES
A bailar. (Entrando)
Haya paz.

VICTORINA
Tened cachaza.

MUJERES
Ya es hora.

ELENA
Allí está Dieguito.

LUIS
Allí está Elvira.

CARLOS
Allí Juana.

CESAR
Tened valor. Ya nos buscan...
sacaremos mas ventaja
si ellas se rinden.

HOMBRE
Es cierto.

MUJERES
Vamos.

VICTORINA
No veis que ya tratan
de rendirse?

CESAR
Quietos!

VICTORINA
Quietas!

MUJERES
Es verdad.

VICTORINA
Prudencia!

CESAR
Calma!

MUJERES
Bribones!

VICTORINA
No les miréis.

(Se vuelven de espalda)

HOMBRES
Qué lindas!

CESAR
Volved la cara.
(Idem los hombres)


ESCENA ULTIMA

Dichos, D. Alonso y D. Alejo, que salen del palacio.

ALEJO
Ya la música... Qué es esto?
se han convertido en estatuas?
El baile empezó, no quieren
bailar?

MUJERES
Sí, sí.

ALEJO
Pues qué tardan?

VICTORINA
Vamos y dejarlos solos.

MUJERES
Muy bien.

CESAR
Idos y dejadlas.

(Se adelantan hacia el palacio, al encontrarse retroceden)

ALONSO
Señores; puedo saber
qué significa esta farsa?

MUJERES
Es que...

VICTORINA
Chis!

ALEJO
Los caballeros,
no dan el brazo a las damas?

LUIS
No lo quieren admitir.

ELENA
Estamos todas picadas.

DIEGO
Sin razón.

(Con expresión de sentimiento)

ELVIRA
Con mucha.

CESAR
Quietos.

TODOS
Piedad!

LUIS
Mi bien!

CARLOS
Prenda amada?

VICTORINA
Quietas!

DIEGO
Reventó la mina,
voy por una.

HOMBRES
Paz!

CESAR
Oh rabia!

DIEGO
Me perdonas?

UNA
Si.

DIEGO
Oh delicia!

TODOS
Sabrosa paz!

VICTORINA
Ay qué banda
de tortolitos. Cobardes!

(Quedan solos César y Victorina. Pausa)

(El solo de esta batalla
sale ileso)

CESAR
(Solamente
ella se mantiene brava)

VICTORINA
No seguís el mal ejemplo?

CESAR
Hija, el honor de las armas...

VICTORINA
Y por ventura el honor
consiste en no tener alma?

CESAR
Dadme prenda y...

VICTORINA
Cuál?

CESAR
El ramo.

VICTORINA
Pedídmelo como gracia
de rodillas, y os le doy.

CESAR
Quiero prenda adelantada.

VICTORINA
Eso no!...

CESAR
Cómo ha de ser?

VICTORINA
(Si no se rinde, me mata)

CESAR
(Si no cede, soy perdido)

VICTORINA
Ay! se cayó. (Soltando el ramo)

CESAR
Prenda amada!
vencistes! (De rodillas)

VICTORINA
(Muy satisfecha) Vedle. (A las mujeres)

(Durante los versos anteriores las Damas y los Caballeros han estado los unos paseándose por el fondo; los otros, pasado el primer momento de alegría, observan con curiosidad a César y a Victorina. Cuando Victorina grita «Vedle» todos acuden. Los dos viejos han contemplado la escena con satisfacción y aire de inteligencia)

MUJERES
Victoria!
Victoria!!

CESAR
Piedad.

ALEJO
(A Alonso) La trama
surtió efecto.

VICTORINA
Qué castigo
le imponemos?

CESAR
Sed humana.

LUISA
Que a todo el sexo ultrajado
pida perdón.

CESAR
Con el alma!

(Victorina le tiende la mano: César la besa)

CESAR
El alma en este mundo
diz que está presa,
de todas las prisiones
elijo esta; (Abrazando a Victorina)
pues con Cupido
solo es uno dichoso
preso y vencido.

MUJERES
Ya lo has oído,
solamente es dicho
quien es vencido.

VICTORINA
Perdonad al que diga
que no nos quiere,
que ese pobre no sabe
cuanto se pierde;
pero al que quiera,
amadle de tal modo
que amando muera.

HOMBRES
Niña hechicera,
amadme de tal modo
que amando muera!



FIN DE LA ZARZUELA


Información obtenida en:
https://archive.org/details/guerramuertezarz3067arri

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