Ideal-Festín (Libreto)



IDEAL-FESTIN


Zarzuela cómica en un acto, dividido en tres cuadros, en prosa.

Texto de José Pérez López.

Música de Francisco Alonso y Enrique García Alvarez.

Estrenada en el Teatro de Novedades de Madrid, el día 21 de Febrero de 1914.


REPARTO (Estreno)

Elisa - Elvira Albiol.

La Bella Tanguito - Candelas Riaza.

Un Cabo de Tambores - María Berri.

La Señora Paz - Clotilde Romero.

Una Invitada - Candelas Riaza.

Chula 1ª - Dolores Girón.

Chula 2ª - Amparo Guillot.

Tambores de Infantería - Felipa Vázquez, Esperanza Sánchez, Teresa Soto, Angela Esteban.

Don Baltasar - Antonio García Ibáñez.

Olazagutia - Vicente Gómez.

Sebastián - Francisco Puiggrós.

Matute - Arturo Romero.

Generoso - Enrique Lorente

Un Padrino - Manuel Cumbreras.

Un Poeta - Julio Llorens.

El Señor Damián - Domingo Gayo.

Presuroso - José Vega.

El Madera - Julio Llorens.

Mesié Guisó - Mariano Toha.

Chulo 1º - Federico Aznares.

Chulo 2º - Manuel Alares.

Pompeyo Sinsonte - Mariano Toha.

Invitado 1º - Federico Aznares.

Invitado 2º - Manuel Alares.

Un Dependiente - Antonio Caballero.

Una novia, un novio, una madrina é invitados de una boda.

Coro general.

La acción en Madrid, en verano. — Epoca actual (La del estreno)

Las indicaciones, del lado del actor.


ACTO UNICO

CUADRO PRIMERO

Decoración: Jardín del restaurant «Ideal-Festín», situado en la Bombilla. En el lateral derecha la puerta de entrada de una edificación destinada a comedores, con un cartel en el que se ve una mano juntada y el siguiente letrero bien legible: PASO A LOS COMEDORES. EL QUE NO SEPA LEER QUE SIGA LA INDICACIÓN DE LA MANO. Por detrás, y hacia el foro, término libre. En el lateral de la izquierda un edificio ó pabellón, destinado a vivienda del dueño y cocinas. Al foro empalizada llena de plantas trepadoras y puerta con una muestra ó rótulo del establecimiento. En escena veladores, mesas, sillas y un aparato báscula de medir la fuerza, con balón de cuero. Este aparato estará descompuesto y la caja donde habitualmente tiene construida la esfera indicadora, será practicable, es decir, no tendrá esfera.


ESCENA PRIMERA

Chula 1ª y Chulo 1° en un velador a la izquierda. Chula 2ª y Chulo 2º en otro velador a la derecha.

Al levantarse el telón llaman al Camarero dando fuertes palmadas y demuestran estar poseídos, los cuatro, de la mayor impaciencia.

CHULO 1º
¡Camarero! (Llamando. Pausa)

CHULO 2º
¡Camarero! (Idem. Nueva pausa)

CHULO 1º
¡Camarerooooo! (Breve pausa) ¡Rediez, paece que están sordos!

CHULA 1ª
Pues vámonos, chico. Casualmente, ahí un poco más arriba, en «La orilla del Támesis», nos han llamao cuando veníamos.

CHULO 1º
¡Pero si lo que a mí me lastima es irme sin soltarle dos azjetivos al encargao ó su azlátere. ¡¡Camareroooo!! (Llamando más fuerte)

CHULO 2º
¡¡¡Camareroooo!!! (Llamando con desesperación)

CHULA 2ª
Oye, ¿habrá fallecido la servidumbre? ¡¡Camarero!! ¡¡¡Camareroooo!!!

CHULO 1º
No se canse el amigo. Aquí por lo visto ha o liquidao. ¡Maldita sea! (Tira un velador de un puntapié)

CHULA 1ª
¡Anda y que los pelen! (Iniciando el mutis, llega al foro con el Chulo 1º)

CHULO 2º
Yo no me voy así. ¡A mí me oyen! Ahora verás.

CHULA 2ª
¿Pero qué vas a hacer?

CHULO 2º
Esto. (Dispara al aire una pistola. Pausa)

CHULA 2ª
Pues no salen.

CHULO 1º
(Desde el foro) ¡Ni a tiros! (Mutis del brazo de la Chula 1ª por el foro izquierda)

CHULO 2º
Di tú que al lao de esto el desierto de doña Sara es una jira campestre. ¡Arrea!

CHULA 2ª
¿Nos vamos?

CHULO 2º
A la fuerza ahorcan.

CHULA 2ª
¡Alivia!

CHULO 2º
¡Si no me valiera! (Pega un puntapié a otro velador y le hace rodar por el suelo. Después hacen mutis foro derecha)


ESCENA II

Don Baltasar, Presuroso, Camarero, y Mesié Guisó, Cocinero, con gorro blanco y vestido del mismo color.
En cuanto los personajes de la anterior escena hacen mutis, asoman los tres primeros sus cabezas por las puertas laterales muy asustados y con gran recelo. Después Presuroso va al foro a mirar. Cuando vuelve le pregunta don Baltasar.

BALTASAR
¿Se han ido?

PRESUROSO
(Acento gallego) Sí, señor. Los dos de aquí, (Derecha) están comprándole cacahuetes a un marinero; y los de allá, (Izquierda) han entrao en «La orilla del Támesis.»

BALTASAR
Pues van servidos. En mi casa todavía no se ha envenenado a nadie que yo sepa. Ahora, mis queridos servidores, me vais a hacer el favor de decirme qué hacemos.

PRESUROSO
El redículo. Porque un restaurán en estas condiciones hace el redículo.

BALTASAR
¿A ti qué te parece la cosa?

PRESUROSO
Apabullante, don Baltasar.

BALTASAR
(Al Cocinero) ¿Y usté qué opina, mesié Guisó?

GUISO
(Muy chulo) Que si estuviera usté con treinta y nueve grados, efezto de una tisis galopante, se salvaba usté mejor que de esto.

BALTASAR
En ello estoy; pero no me atosiguéis y vamos a lo práctico que es mi divisa. ¿Qué hay en la cocina?

GUISO
Tres kilos de tomates, dos de pepinos, escabeche y un barril de aceitunas.

BALTASAR
¡Cualquiera confecciona un menú con esos platos fuertes!

GUISO
Además hay tres botes de pimientos; pero son del cajero.

BALTASAR
No importa. Decidle que los necesito, que os los dé.

GUISO
¡Va a dar un bote!

BALTASAR
Algo es algo.

PRESUROSO
Olazagutia ha ido por comestibles.

BALTASAR
Pero ya veréis cómo no trae nada.

GUISO
Los proveedores no le quieren a usté fiar. Como les debe usté tanto...

BALTASAR
No es culpa mía, honrados servidores Si mi encargado Villadiego no hubiese huido a América hace dos años con las cinco mil pesetas de mi caja, no me vería así.

GUISO
Sí que fue un número de varietés

PRESUROSO
¡Vaya una situación fatídica!

BALTASAR
Si esas fieras de los acreedores se ablandasen... Olazagutia ha llevao una esquelita pa Generoso el carnicero y otra pa el pescadero, pintándoles mi situación, pintándoles mi compromiso y tratando de conmoverles con la pintura de mi desgracia.

GUISO
Y que pa eso se pinta usté solo.

BALTASAR
(Viendo llegar a Olazagutia por el foro derecha) Ya viene. Ya está aquí. (Acosándole) ¿Qué hay, Olazagutia? ¿Acceden? ¿Se ablandan?


ESCENA III

Dichos y Olazagutia vascongado coloradote. Sirve como camarero y es sordo como una tapia.

OLAZAGUTIA
¿Eh? (No oye)

GUISO
¿Traes carne?

BALTASAR
¿Te han dao las chuletas?

OLAZAGUTIA
¿Eh? (Como antes) ¡Ah, sí! Chuletas sí me han dao... (Llevándose la mano a la cara)

BALTASAR
(Gritando) ¿Qué te han dicho de mi esquela?

OLAZAGUTIA
De esquela me han dicho... que no quieren ver más esquela de usté que la de defunsión.

BALTASAR
¡Nos han matao!

GUISO
¿Pero el carnicero no te ha dao siquiera el jamón?

OLAZAGUTIA
Jamón ó así, no debe tener.

PRESUROSO
¿Por qué?

OLAZAGUTIA
Porque hablar de jamón ya hise; pero me contestó: «¡magras!» Puede que te mande eso.

BALTASAR
¡Hombre! Haga usté el osequio de ir, amigo Presuroso, a ver si tié más éxito.

PRESUROSO
¿Exito? ¡Bueno es el señor Damián!

GUISO
Pues no digo ná el Generoso.

BALTASAR
No me habléis de Generoso, que me agallino. Le tengo un pánico irracional. Oigo decir a un parroquiano: «Vino Generoso », y doy un brinco creyendo que es él.

GUISO
Como que ayer estuvo aquí cuando se había usté marchao y me juró por la santa memoria de su madre, que es encuadernadora, hacerle a usté un entierro a la Federica.

BALTASAR
¡Repúa! Ande, Mesié Guisó, a ver si usté le ablanda.

GUISO
Iré; pero como me insulte no respondo.

BALTASAR
¡Claro, hombre! No responde usté y se vuelve. ¡Cuestiones, no! (Mesié Guisó hace mutis por el foro derecha) Vigile usté, Presuroso. No sea cosa de que se le ocurra a ese bárbaro personarse aquí y me deje de pronóstico reservao. (A Olazagutia) Vigila tú también. (Gritando más que antes)

OLAZAGUTIA
Gritar tanto no haga, que sordo ó así na soy. (Mutis foro derecha con Presuroso)

BALTASAR
(Al lateral izquierda. Llamando) ¡Elisa!... ¡Elisa!...


ESCENA IV

Don Baltasar y Elisa. Al final Olazagutia y Presuroso.

BALTASAR
Ven, hija mía. ¿Qué te he dao yo?

ELISA
Media docena de servilletas para repasar.

BALTASAR
¿Qué te he dao yo para venir al mundo? ¿No te he dao el ser?

ELISA
Claro, papá, pero no comprendo...

BALTASAR
(Con entonación patética) ¡Hija mía! Los acreedores me amenazan con denunciarme por estafador.

ELISA
¿Tú estafador?

BALTASAR
Sí, hija mía. Y si tú no te casas, tu pobre padre no tiene más solución este verano, que el abanico!

ELISA
Pero casarme, ¿con quién?

BALTASAR
¿No has reparado en un joven apuesto, con bigote cepillo, blondas guedejas, corbata rosa y un alfiler con un brillante del tamaño de un garbanzo de pega?

ELISA
¿Matute?

BALTASAR
El mismo. Es rico, Elisa; y por si fuera poco, sobrino de un tal Casajuana, un contratista que apalea el oro y que no tiene en el mundo otro pariente.

ELISA
¿Casarme con Matute? ¡Pero si no le quiero! ¿Qué voy hacer con un hombre que me es indiferente?

BALTASAR
Indiferente le era yo a tu madre y tú haces el número catorce de los retoños. Conque si la llego a enamorar, ni los boys-scouts.

ELISA
Papá... Yo siento disgustarte, pero estoy en relaciones hace dos años.

BALTASAR
¿Con quién?

ELISA
Con Sebastián.

BALTASAR
¡Mi encargado! Y yo sin enterarme. Pues, óyelo bien, Elisa: hoy mismo dejas las relaciones con ese títere.

ELISA
(Molesta) ¿Títere?

BALTASAR
¡A ver! ¿Qué porvenir ofrece un hombre qué tiene quince duros de sueldo, y además no los cobra? Porque, eso sí, no los vuelve a cobrar. Yo te lo aseguro.

ELISA
¡Pobre Sebastián! ¡El que me quiere tanto! Ayer mismo me decía: «Si yo pudiese remediar la situación de tu padre con veinte duros que tengo ahorrados...»

BALTASAR
¿Dónde están? (Reprimiéndose) ¿Dónde están las prendas personales de ese hombre para enamorarte de él?

ELISA
(Con zalamería) ¡Papaíto!...

BALTASAR
Eres lo mismo que todas. Te enamoras de un sinvergüenza como hizo tu prima, como hizo tu tía, como hizo tu madre...

ELISA
(Suplicante) ¡Papá!

BALTASAR
¡No me mires! Vete, si no transiges con la boda!

OLAZAGUTIA
(Viene del foro muy apurado) ¡Don Baltasar, boda que te tienes!

BALTASAR
¿Y a ti qué te importa?

PRESUROSO
(Juego anterior) ¡El padrino, la novia, los invitados!

BALTASAR
¿Pero qué decís? ¿Estáis locos?

OLAZAGUTIA
(Que ha ido a mirar al foro) ¡Vienen aquí! ¡Vienen!

BALTASAR
¿Aquí?... ¡Esconderse! ¡No contestar!

PRESUROSO
¡Una boda de rumbo, cuando a diario no entra aquí ni un gato!

BALTASAR
Y pobre de él si entrase hoy. Ya teníamos un guiso.

VOCES
(Dentro) ¡Viva el padrino! ¡Vivaaa!...

BALTASAR
Aliviar, que se acercan. (Hacen mutis todos a esconderse por la izquierda)


ESCENA V

El Padrino, una Invitada, Invitados 1° y 2°, una Novia, un Novio, una Madrina é Invitados a una boda.

TODOS
(Dentro, cantando con gran animación. La siguiente copla puede empezar a oírse lejos, desde que Olazagutia anuncia que viene una boda en la escena anterior)
Viva la novia y el novio
y el cura que los casó;
el padrino, la madrina,
los convidados y yo.

INVITADO 1º
(Llegando a la puerta del foro) ¡Alto!... ¡Ar!... ¡Media vuelta! ¡Prevenidos para el almuercen! (Entran todos alegremente cogidos por parejas) ¡Ande la zaragata! ¡Ande el movimiento! ¡Preparado el orfeón de Himeneo!

PADRINO
¡Destáquese la taravilla!

INVITADA
¡Presente!

PADRINO
Tango de la parentela. ¡A una!

(Música)

INVITADA
(Marcando mucho la ese, algo turbada y sin naturalidad en los ademanes, como esas niñas cursis que por primera vez en su vida se deciden a producir hilaridad con una diablura)
Mi mamá...

CORO
Su mamá.

INVITADA
Mi mamá tuvo seis hijos
en tres años de casá.

CORO
¡Su mamá!

INVITADA
Mi mamá.
Y en los tres años siguientes
tuvo otros seis mi mamá.

CORO
¡Camará!

INVITADA
Mi mamá.
Y a los siete años su esposo
al verla en cinta otra vez...

PADRINO
¡Anda diez!

CORO
¡Anda diez!

INVITADA
Compró un cuchillo de monte
y se rebanó la nuez.

CORO
Pues así terminó de una vez.

INVITADA
Y mi mamita,
que vio que quedaba
la pobre sólita,
pues no se achicó.

CORO
¿Conque no?

INVITADA
Y fue y se casó.

CORO
Se casó.

INVITADA
Y de este enlace,
después de que el otro
requies cantin pace,
cuando un añito pasó,
¡av. ay! vine al mundo yo.
Mi abuela...

CORO
Su abuela.

INVITADA
Fue lo mismo que mi madre
pa eso de la parentela.
Y lo mismo que mi abuela
fue mi tara, tara, tara,
tara, tara, tarabuela.

(Baila jaleada por todos)

CORO
¡Arza!
Sí que son estas señoras
la primera proporción.
¡Duro!
Pa el que tenga seis mil reales
y dos mil de retención.
¡Venga!
El que tenga una señora .
con esta fecundidad...
¡Dale!
Si se pega cuatro tiros
no hace una barbaridad.

(Palmas y voces jaleando a la que baila. Mucha animación hasta el final del número)

(Hablado)

PADRINO
¡Silencio los Anselmis! ¿Aquí de qué se trata?

INVITADO 1°
Que lo diga el novio.

PADRINO
Se trata de almorzar cuanto antes para dejar a los novios en la soledad.

INVITADO 1º
En la más espantosa soledad.

PADRINO
¡Ojo!, que la Soledad más espantosa es mi señora, y no tolero puyas.

INVITADO 1º
Al menú.

PADRINO
Eso corre de mi cuenta. Penetrad en los comedores y chuparse los índices.

(Desde este momento el coro va haciendo mutis por la derecha en pequeños grupos)

INVITADO 1º
¿Se come bien aquí?

PADRINO
Gastronómicamente. Na de adornos, pero con sustancia. Andar pa dentro.

INVITADO 1º
Que no se le olvide a usté la respetable langosta con su apreciable prole de langostinos, si quié usté verme risueño.

INVITADO 2º
A mí me da usté almejas a la marinera y... ¡costas las de Levante!

INVITADO 1º
Y aunque no sea plato fuerte, que no se le olviden a usté las estrepitosas estofás con sus miajas de chorizo.

INVITADO 2º
Ni que decir tié que nos darán el queso.

PADRINO
Pa tos los gustos habrá. Aflojarse los cinturones. ¡Camarero! (Llamando)

INVITADO 1º
¡Ande la zaragata! ¡Al reconforten individual! (Mutis por .la derecha)


ESCENA VI

El Padrino y Don Baltasar. Al final, Olazagutia y Presuroso.

PADRINO
¡Camarero! (Llamando más fuerte)

BALTASAR
(Saliendo. Aparte) No hay más remedio que salir, porque si empiezan a tiros como los otros, van a reproducir el fusilamiento de Torrijos.

PADRINO
¡Camarerooo!...

BALTASAR
¿Qué se ofrece?

PADRINO
¿Es usté el dueño?

BALTASAR
Servidor.

PADRINO
¿Su gracia?

BALTASAR
Baltasar.

PADRINO
Pues es preciso, Baltasar, que nos prepare usté un festín. Yo he venido a esta casa en otras ocasiones y he comido muy bien.

BALTASAR
¿Muy bien? ¿Cuánto tiempo hace?

PADRINO
Unos cinco años.

BALTASAR
Por ahí, por ahí debe andar.

PADRINO
Recuerdo que nos dieron un banquete por seis cincuenta y que hubo cincuenta y seis cólicos.

BALTASAR
No sería por el condimento.

PADRINO
No, señor; fue por la exageración de platos. De modo que esto debe haber prosperao, y si han subido ustedes el precio...

BALTASAR
No; el precio sigue igual: seis cincuenta con natillas.

PADRINO
(Frotándose las manos) ¡Colosal! ¿Y qué otras cosas dan ustedes?

BALTASAR
¿Les gustan a ustedes las aceitunas?

PADRINO
Hombre, esas son de cajón.

BALTASAR
No, señor; de barril.

PADRINO
Bueno; es lo mismo.

BALTASAR
Porque tenemos unas aceitunas que no hay más...

PADRINO
(Frotándose las manos como antes) ¡Estupendo!... ¿Y qué más?...

BALTASAR
Les pondremos unos pepinillos...

PADRINO
Perfectamente.

BALTASAR
Y unas anchoitas.

PADRINO
De acuerdo.

BALTASAR
Y... Eso es.

PADRINO
Bueno, y vamos con los platos fuertes, porque, de usté pa mí, tengo una gazuza que tóqueme usté el pulso.

BALTASAR
Debilísimo.

PADRINO
De forma que lo primero un arroz con pollos.

BALTASAR
¿Cuántos son ustedes?

PADRINO
Noventa y nueve; un servidor que es el padrino, y la madre de la novia, que es la madrina; total...

BALTASAR
Total: ciento y la madre...

PADRINO
Sí, señor. Hay que advertir que vienen unas sesenta señoritas, y esas son muy parcas. De modo que ponga para el arroz cuarenta pollos.

BALTASAR
¿Cuarenta pollos habiendo sesenta señoritas? Son pocos pollos.

PADRIN
Bueno, usté lo arregla pa que no haya disgustos. Después nos pone usté un plato de merluza con salsa mayonesa.

BALTASAR
Y con aceitunas.

PADRINO
No le dicen mal. Y después un plato de ternera en salsa.

BALTASAR
Con aceitunas, ¿verdad?

PADRINO
¿Pero es que hay aquí olivos?

BALTASAR
Es que no hay otra cosa.

PADRINO
¿Cómo?

BALTASAR
Que no hay otra cosa para los platos que usté indica.

PADRINO
Muy bien. Y después... ¿tienen ustedes capones de Bayona?

BALTASAR
No; de Bayona, no; pero no se preocupe, que habrá capones. ¿Qué vino desean los señores? Lo digo porque ayer ha venido de Málaga un comisionista que me trajo un vino de Valdepeñas superior.

PADRINO
¿De modo que vino de Málaga?

BALTASAR
No, señor; de Valdepeñas.

PADRINO
Digo el comisionista.

BALTASAR
Sí, señor; vino de Málaga.

PADRINO
Pues vino de Valdepeñas.

BALTASAR
Y de postre, si le parece a usté, cabello de ángel.

PADRINO
(Frotándose las manos) ¡Al pelo!... Dígale al cocinero que abrevie; y mucho ojo, no salgamos luego con que se queja la novia.

BALTASAR
Se quejará.

PADRINO
¿Eh?

BALTASAR
Digo, no se quejará; descuide. ¿Tienen ustedes prisa?

PADRINO
Hombre, póngase en el lugar del novio.

BALTASAR
Al momento... al momento se sirve.

PADRINO
Prontitud y esmero, que todas las de la boda, son personas de viso: unas con posiciones decorosas y otras desahogás.

BALTASAR
¿Desahogás? (Aparte) Lo tendré en cuenta para las cucharillas.

PADRINO
Yo estoy empleado en Fomento, el novio en Marina y la novia en Estado.

BALTASAR
¿Ya?

PADRINO
Como mecanógrafa, señor. Vienen además otros con altos cargos: un ordenanza del Supremo, el relojero de Gobernación y el peluquero de Barroso.

BALTASAR
Sí que son altos cargos. Pues vaya usté descuidao, porque el menú va a estar a la altura de Vedrines.

UNA VOZ
(Dentro) ¿Qué hace ese padrino?

VOCES
(Dentro) ¡Padrino! ¡Padrino!

BALTASAR
Ande usté que le reclama la aristocracia.

PADRINO
Voy... Lo dicho. Na, que de este banquete vamos a salir como pa no comer en tres días.

BALTASAR
Es posible. Pero manden ustedes mañana a la plaza.

PADRINO
Hombre, es usté muy modesto y muy simpático. Me da el corazón que es usté una de las personas por las que voy a sentir debilidad. ¡Choque ahí!... ¡Opíparo! (Mutis por la derecha. A poco de entrar se oyen voces y aplausos)

BALTASAR
Preveo la hecatombe. (Al lateral izquierda) ¡Presuroso!... ¡Olazagutia!... (Aparecen los dos) Pronto, a servirles aceitunas hasta que se quede el barril en los huesos, y consomé hasta ponerles a caldo.

OLAZAGUTIA
En seguida va, pues. (Mutis con Presuroso por donde aparecieron)

BALTASAR
¡Dios mío, que mesié Guisó traiga provisiones!

(Los camareros cruzan la escena repetidas veces con platillos de aceitunas y soperas con consomé. Don Baltasar, que ha ido al foro, vuelve al ver salir a Sebastián por la izquierda)


ESCENA VII

Don Baltasar y Sebastián.

SEBASTIAN
Don Baltasar...

BALTASAR
¿Tú? Hombre, vienes que ni pintao.

SEBASTIAN
Don Baltasar: yo tengo que hablar con usté seriamente.

BALTASAR
Me alegro, porque coincidimos.

SEBASTIAN
(Con ansiedad) ¿Ha hablao usté con Elisa?

BALTASAR
Hace un rato. Y óyeme, Sebastián: tan lejos estaba de figurarme lo que he sabido, como estamos tú y yo de debutar como cupletistas en el Salón Madrid.

SEBASTIAN
Pues pa que usté lo sepa: todo eso lo he pensao yo. Pero quisiera darle mis razones. La primera y principal es que ella me quiere y que con ese cariño, trabajando yo como a usté le consta, podemos vivir aunque sea en un pueblo.

BALTASAR
Bueno. A mí no me hables de pueblo. Háblame de capital. ¡De capital!... Tú, ¿con qué cuentas?

SEBASTIAN
Con mi juventud, con mis pocos años... Don Baltasar, yo tengo veinte...

BALTASAR
Ya me lo ha dicho Elisa. Pero son pocos para lo que yo necesito.

SEBASTIAN
Es que...

BALTASAR
¡Basta! Mentira parece que, conociendo la situación crítica porque atravieso te atrevas a hablarme de esas cosas. Tú sabes que Villadiego, tu antecesor, me hizo la guarrada de escaparse a América con los fondos de la Caja.

SEBASTIAN
¿Y qué?

BALTASAR
Que estoy más perdido que un décimo que no ha tocao.

SEBASTIAN
Es que ella me quiere y no pué ser más que pa mí.

BALTASAR
¡Mentira! Mi hija, pudiéndome salvar con una buena boda, no consiente que yo me vea en este laberinto arábigo. Porque la felicidad de mi hija es ver la felicidad de su padre, que a su vez será feliz con la felicidad de su hija por su propia felicidad y la felicidad de los dos, que es una misma felicidad... ¡Y todos felices!

SEBASTIAN
Eso es. Y a mí que me parta un rayo.

BALTASAR
Ponte aisladores.

SEBASTIAN
Bueno. En resumen: que yo, pa demostrar que la quiero, me tengo que retorcer el corazón. (Con tono declamado y violento) ¡Pues me lo retorceré! ¡Y sufriré por ella! ¡Y de todas mis penas tendrá usté la culpa! Sí, don Baltasar; porque es que la quiero más que a mi vida.

BALTASAR
Oye, nene, ¿tú has hecho el Juan José en Zorrilla?

SEBASTIAN
No me gaste usté chirigotas; a mí, que venía con el corazón en la mano a ofrecerle estos veinte duros.

BALTASAR
(Cogiéndoselos airadamente) ¿A mí?... ¿Sabes tú lo que yo voy a hacer con estos veinte duros?

SEBASTIAN
Don Baltasar: no se ofenda conmigo, que tiene usté delante un hombre que es honrao, que es trabajador, que es noble, que es bueno, que es bueno, sí...

BALTASAR
(Que está entretenido mirando el billete de medio lado) Ya, ya lo veo.

SEBASTIAN
(Apurado) Don Baltasar, ¿qué va usté a hacer con ese billete?

BALTASAR
¿Que qué voy a hacer con este billete?... ¿Eh?... ¿Que qué voy a hacer con este billete?... ¿Eh?... ¿Que qué voy a hacer con este billete?... (Y hace mutis por la izquierda con aire digno pero guardándose el billete)

SEBASTIAN
(Asombrado) Nada. ¡Que se marcha con ese billete! ¡Que aquí no hay más primo que yo! ¡Y que yo no renuncio a mi Elisa!... Don Baltasar... Don Baltasar... (Mutis tras él)


ESCENA VIII

Olazagutia, que crúzala escena hacia el foro, un Cabo y cuatro Tambores de Infantería (mujeres los cinco) que entran por el foro izquierda tocando desde lejos. Olazagutia, al oír los primeros redobles de tambor, es tan sordo que no adivina de dónde proviene el ruido, cree que truena, mira al cielo con asombro y extiende el brazo a ver si llueve.

(Música)

CABO
Pasad, muchachos,
venid acá.

OLAZAGUTIA
Son los tambores,
qué gusto da.

CABO
El sol es fuego,
quiero beber,
pero en la boca
de una mujer.

OLAZAGUTIA
Tambor que buscas el amor,
tu ritmo me hace recordar
aquel zortzico encantador
que en mi país oí tocar.

CABO
De infantería soy
para servir al rey,
y siempre alegre estoy,
porque es mi ley.
Si miro a una mujer
hermosa como el sol,
el alma siento arder.
¡Soy español!

TAMBORES
De infantería soy, etc.

(Evolucionan acompañando con los tambores. Después, los dejan donde no dificulten la acción para el baile final del número)

CABO
Desde lo alto del monte
viene a ofreceros una mujer,
una mirada, un beso
y un jarro de agua para beber.
«Dame un poquito de agua
al borde del camino.»

OLAZAGUTIA
«Espera, miquelete,
la sagardúa es mejor que el vino.»

CABO
«El agua que me diste
en fuego se tornó.»

OLAZAGUTIA
«Es que tengo Altos Hornos
dentro, muy dentro del corazón.»

TODOS
Muchachas vizcaínas,
que son divinas
y encantadoras,
dejan a los soldados
enamorados
a todas horas.
Ir a Vizcaya quiero,
porque de amor me muero
por una niña hermosa y gentil
que brilla más que un lucero.

CABO
Por eso dice mi tamboril:
¡Ay, neska, cómo te quiero!

TAMBORES
Ven, muchacha, a bailar.
Al parar, la mano
te he de apretar.

(Bailan en rueda imitando el aurresku y lanzando los gritos peculiares de la región)

(Hablado)

OLAZAGUTIA
¿A resfrescar verdad? Sentarse, pues, y ya ofreseremos. Agua, vino y asucarillos, ya hay.

CABO
Pero no subirá mucho, ¿verdad, camarero?

OLAZAGUTIA
Amo de esta fonda militarista ya es. Con considerasión tratará. Descuida. (Se sientan en un velador del fondo, Olazagutia les sirve solícito)


ESCENA IX

Dichos y Don Baltasar. Después la Señora Paz (Tipo de fiadora) por el foro derecha.

BALTASAR
(Asombrándose al ver tantos militares) ¡En! ¡Canario! ¿Más gente a comer?

OLAZAGUTIA
Estos militares resfrescar quieren ó así.

BALTASAR
Bien, bien. Y Mesié Guisó sin volver. (Poseído de la mayor impaciencia va al foro a ver si viene el cocinero y vuelve asustado) ¡Arrea! La Paz, que viene a armarme guerra y a darme un escándalo por lo que la debo. ¡Y hoy que hay tanta gente! (Con idea súbita) ¡Ah! ¡Qué idea! Sí. Es lo mejor. (Al Cabo) ¿Quiere usté hacerme un favor y no les cobro el refresco?

CABO
¿Cuál es el favor?

BALTASAR
(Señalando al foro) ¿Ve usté aquella señora que viene por allí?

CABO
¿La de la mantilla?

BALTASAR
Sí, señor. Viene a armarme escándalo por... ya comprenderá usté por qué, viendo mi físico.

CABO
De sobra. ¿Y qué he de hacer?

BALTASAR
Como yo quiero evitar que los parroquianos se enteren, en cuanto ella grite, redoblan Ustedes los tambores hasta cubrir su voz con el ruido.

CABO
Ni una palabra más. Hecho. Muchachos... (Habla bajo con los tambores)

PAZ
(Entrando hecha una furia) ¿Dónde está? ¿Dónde está ese hombre?

BALTASAR
Aquí, Paz... (Aparte) y después gloria, porque esta mujer me suicida.

PAZ
Vengo a por mis treinta duros. Y no me voy de aquí hasta llevármelos.

BALTASAR
Pues tráete el somier.

PAZ
¿Ah, sí? Mira, Baltasar, que ya sabes lo que soy. Mira que no estoy dispuesta a que por abusar de mí cuatro sinvergüenzas como tú me dejen sin camisa.

BALTASAR
¿Sin camisa? ¡Oh, no! Sería horrible verte así.

PAZ
¡Ah! ¿Te burlas? ¡Sinvergüenza! ¡Granuja! ¡Pillo! (Los tambores redoblan. Paz eleva más la voz hasta gritar desaforadamente) ¡En la cárcel te has de ver! ¡Ladrón! ¡Canalla! ¡Monstruo! (A los Tambores) ¿Quién ustés dejar quietos los tamborcitos? (Los tambores cesan de tocar)

BALTASAR
¡Paz, Paz, mira que no te pago... porque no puedo!

PAZ
¿Que no puedes? ¡Tramposo! (Redoblan los tambores en crescendo) ¡Mal hombre! Lo que tú has hecho conmigo no se pué decir.

BALTASAR
Sí, porque hay gente. .

PAZ
¡Chulo aburrido! ¡Ganguero! (los tambores, aprietan. Paz, dirigiéndose a ellos, grita enronquecida) ¿Conque están ustés compinches? ¡Granujas! ¡¡Pillos!! (A don Baltasar) ¡No te digo por señas lo que se me ocurre, porque soy muy señora! ¡Macho! ¡Golfo! ¡Timador! (A los Tambores) ¡Tocar, hijos, tocar! Ya servís pa tapadera. ¡Lástima no os redoblasen donde yo dijera! (A don Baltasar) ¡¡Granuja!! (Mutis desesperada por el foro derecha)

BALTASAR
Bravo, muchachos. Gracias por el trémolo, y si de cuando en cuando se les ocurre venir por aquí, pué que hagan falta.

CABO
Estimando. Muchachos: ¡Un paso al frente! Media vuelta... ¡March!... (Bis en la orquesta.

Mutis. Baltasar va a despedirlos al foro derecha. Al mirar hacia izquierda se asusta y viene a escena tembloroso)

BALTASAR
¡Adiós! ¡Santa Cristina!... ¡Esconderme! ¡Esconderme!

OLAZAGUTIA
¿Qué pasa?

BALTASAR
¡Generoso! ¡Que viene Generoso! (Presuroso, que en este momento aparecía por la izquierda con una bandeja y servicio de mesa, le produce tal pánico el nombre que pronuncia don Baltasar, que lo tira todo al suelo y sale corriendo por el mismo sitio)

OLAZAGUTIA
¿Qué?

BALTASAR
(Gritando) ¡Generoso!

OLAZAGUTIA
¡Ah! sí. ¡Grasias, pues!

BALTASAR
Decirle que no estoy. ¡Que no quiero dar la cara!

OLAZAGUTIA
¿Eh?

BALTASAR
(Gritando) ¡Qué no quiero dar la cara! (Aparte) Y el caso es que registrará todo. ¡Bah! Yo me meto aquí. Afortunadamente esto está descompuesto. (Se esconde en el aparato del balón que hay en sitio conveniente frente al público)

OLAZAGUTIA
(Poseído de horrible pánico al ver asomar por el foro á Generoso) ¡¡Generoso!! (Mutis corriendo por la izquierda)


ESCENA X

Generoso y Don Baltasar, escondido.

Generoso es un hombre cuya sola presencia asusta. Las fieras del Retiro retroceden al mirarle. Entra echando espumarajos de rabia y mirando a todos lados con gesto terrible. Después se encara con el público y canta.

(Música)

GENEROSO
(Recitado. Al público, como si le insultasen) ¿Quién?
¿A mí? ¿Ese?... ¡Quiá! (cantado)
Yo soy uno que si alguno
le pusiera así la faz,
le dejaba yo los hígados
para hacer paté foagrás.
¡Paf! (Con rabia)
Que en el Este y en el otro
tengo yo más enterraos
que alfileres dan por cinco
mil pesetas al contao.

(Con tono tenebroso, cavernoso y casi religioso)

Y todo el que conmigo se haga el sonso,
le dejo enseguidita pa un responso.
(Recitado furioso) ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡Maldita sea mi estampa!!!

(Cantado)

¡Remoño! ¡Recorcheta!
¡Repúa! ¡Repeineta!
Si alguno me hace a mí
ni tanto así, le dejo ahí.
¡Refajo! ¡RebotonesI
¡Relija! ¡Repontones!
Miradme con cuidao,
porque si no habéis acabao.

(Nuevo paseo frenético. Recitado al público) ¿En
qué fila? ¿En aquella?... ¿A mí?... ¡Mentira!

(Cantado)

El cochino, sinvergüenza,
del señor don Baltasar,
que me tiene hace año y medio
una cuenta pa pagar.
¡Paf!
Ahora mismo me la paga
ó le doy así en la sien,
y le pongo el cerebelo
como un tarro de col-crem.

(Con el mismo tono lúgubre de antes)

Dos duros me debía mi amigo Aurelio
y ayer fuimos al Este para el sepelio.

(Recitado furioso) ¡¡¡Ah!!!
¡¡¡Malditas sean mis
entrañas!!!

(Cantado)

¡Remoño! ¡Recorcheta!
¡Repúa! ¡Repeineta!
Si alguno me hace a mí
ni tanto así, le dejo ahí.
¡Refajo! ¡Rebotones!
¡Relija! ¡Repontones!
Miradme con cuidao,
porque si no habéis acabao.


ESCENA XI

Dichos y Damián, por el foro. Es el pescadero, otro acreedor, más suave en el hablar, pero también con lo suyo. Después Olazagutia y Presuroso.

(Hablado)

DAMIAN
(Viene jadeante) ¡Caramba, vaya un tole, señor Generoso!

GENEROSO
¿Quería usté que viniese pisando huevos como usté, señor Damián? A este tío hay que operarle pa sacarle un duro y yo le opero.

DAMIAN
¿Quién sabe si con calma...?

GENEROSO
¡Con calma!... Para éste no hay más que la presa de cabeza, la cintura de costao, la corbata de etiqueta... y la bofetá de cuello vuelto que yo voy a soltarle. Ahora verá usté, (Con voz terrible) ¡Dependencia!

DAMIAN
Parece que no hay nadie.

GENEROSO
¿Qué no? Calma. ¡Dependencia! ¡Aquí todo el mundo ó entro y sus multiplico a palos.

OLAZAGUTIA
(Saliendo con Presuroso) ¡No empujes tú, eh! que me párese que llamar ya han hecho.

GENEROSO
Ha sido un servidor, joven servicial.

OLAZAGUTIA
¿Eh? (no oye) ¿Qué dise?

GENEROSO
(A Presuroso) Oiga, camarero, porque este joven es una pared maestra. ¿Dónde está ese tío tramposo conocido entre sus deudos por don Baltasar?

PRESUROSO
Ha... ha salido. (Temblando de miedo)

GENEROSO
Conformes. Ha salido un sinvergüenza, pero dígale que se exhiba, que tié garden party.

PRESUROSO
Es que...

GENEROSO
(Terrible) ¡He dicho que se exhiba!

BALTASAR
(Aparte, escondido) (¡Que se exhiba tu mamá, política!)

DAMIAN
Dígale que le esperamos.

GENEROSO
¡Chist! ¡Ni parol! Enmudezca y siéntese. (Lo hacen los dos)


ESCENA XII

Dichos y Un Poeta. Asoma por el foro con lápiz y cuartillas. Es un joven melenudo con esclavina y flexible

POETA
He aquí un remanso silencioso. Repastaré, para luego escribir mi soneto La paz del campo.

OLAZAGUTIA
¿Qué te vas a tomar el señor?

POETA
Joven vasco. Yo soy un lírico. El campo duerme. Los pájaros trinan en las copas de los arboles; pero son pocos y siempre hay unas copas de más.

OLAZAGUTIA
¿Eres romansero ó así?

POETA
Querido euskalduna, tráeme una tortilla de jamón y un muslo de pollo.

OLAZAGUTIA
¿Tortilla de jamón y muslo dises? Digerir no podrás. ¡Buen daño te va haser!

POETA
¿Indigesto el pollo? ¡Calla, divago!

OLAZAGUTIA
Si quieres comida sana, yo te serviré. Verás. Para empesar, aseitunas.

POETA
Me place tomar el olivo en su fruto.

OLAZAGUTIA
Después ensalada de pepino, escabeche con tomate y tomate con pepino.

POETA
(Asustado) ¡Calla! Eres un Borgia que intenta envenenarme.

OLAZAGUTIA
¿Envenenar yo?

POETA
Naturalmente. ¿Cómo va a sentarme bien el tomate?

GENEROSO
(Que a duras penas se ha contenido) Pues sí, señor; tié razón el camarero. ¿Dónde se ha visto que el tomate no le siente bien al pollo?

POETA
(Airado) ¿Es mofa?

GENEROSO
Son trompas de... Eufrasio. Sírveselo, camarero.

POETA
Yo no tolero imposiciones de un menestral ordinario.

GENEROSO
¿Ordinario yo? ¿Yo? ¡Maldita sea! Considere usté cómo 1p pondría las narices si lo diera así. (Loco de furor descarga un puñetazo en el balón del aparato donde está escondido Baltasar)

BALTASAR
(Que recibe el golpe) ¡Ay, qué bestia!

GENEROSO
¿Bestia yo? ¡Maldita sea! (Nuevos puñetazos)

BALTASAR
(Que le duelen los golpes) ¡Socorro! ¡Caribe! ¡Antropófago!

GENEROSO
¡Ah! ¡Tramposo! ¡Ya di. con él! ¡Salga usté acá! (Sacan a don Baltasar tocándose la cara)

OLAZAGUTIA
(A Baltasar) ¿Y desías que no querías dar la cara? Buena te la ha puesto, pues.

GENEROSO
(A Baltasar, cogiéndole) ¡Granuja!

BALTASAR
Epítetos no, Generoso.

GENEROSO
O nos paga usté la factura ó le fracturamos un hueso.

DAMIAN
Lo mismo digo. (Le tienen cogido entre los dos)

BALTASAR
Pero, señores, que esto es una cobardía. ¡Dos contra uno!


ESCENA XIII

Damián, Baltasar. Generoso, Un Poeta, Olazagutia y Matute, por el foro. Matute es un joven rubio con bigote recortado, corbata rosa y en ella un grueso brillante Un tipo de señorito chulapo

MATUTE
¡Alto el fuego!

GENEROSO
¿Qué pasa?

MATUTE
El que se quiera jugar la vida, no tié más que tocarle la vicuña del traje a mi papá político futuro.

BALTASAR
¡Matute!

GENEROSO
(Aparte a Baltasar) ¿Quién es ese tío?

BALTASAR
(Aparte a Generoso) El novio de mi hija, de que les he hablao. En cuanto se case cobrarán ustedes.

DAMIAN
(Aparte) (Y antes también si nos descuidamos)

GENEROSO
(Aparte a Baltasar) ¿Es rico?

BALTASAR
Romanones a su lao... pa vender periódicos... Disimulen, no vea que tengo deudas y se eche atrás.

GENEROSO
En vista de la intervención del joven depongo mi actitud.

DAMIAN
Y yo.

GENEROSO
En cuanto a lo que concierne aquí, al pollo tomatero... (Por el poeta)

POETA
¿Oiga usted?

GENEROSO
Le dejo un real pa que se corte el pelo, porque pilé que le dé calor. (Lo hace. Olazagutia se lo guarda)

POETA
¡Soez!

DAMIAN
(A Baltasar) Y que como no nos pague le pondremos cuatro letras.

BALTASAR
Tres nada más. R. I. P. He dicho. Vamos, Damián. (Al mutis por el foro) ¡Que tenga uno que Contenerse!... (Mutis los dos foro derecha)

BALTASAR
(Llamando) ¡Olazagutia!

OLAZAGUTIA
¿Te mandas algo?

BALTASAR
Toma este billete y ve a por carne y lo que haga falta.

OLAZAGUTIA
En seguida va, pues. (Mutis foro derecha)

BALTASAR
Corre, porque hay prisa, (a Matute) ¿Tomamos el vermouth, querido yerno?

MATUTE
Vamos allá.

BALTASAR
(Aparte) Este hombro es para mí el Crédit Lyonais con sombrero frégoli.

MATUTE
Pase usté.

BALTASAR
Usté primero. No faltaba más. (Mutis izquierda abrazados los dos)

POETA
Ahora, en este silencio lleno de paz, voy a hacer mi soneto. (Escribe)

La soledad hermosa del campo en primavera misterio es donde nunca se escucha ningún ruido...

(Sigue escribiendo)


ESCENA XIV

Un Poeta, Sebastián y Elisa. Estos dos últimos de la izquierda. Dentro, los de la boda.

ELISA
¿Pero te vas?

SEBASTIAN
Para siempre.

ELISA
¿Para siempre, Sebastián? (Sollozando)

SEBASTIAN
No llores, mujer

ELISA
Te vas y me desprecias porque no comprendes que yo me sacrifique por mi padre.

SEBASTIAN
(Conmovido) Que no llores.

ELISA
¡Con lo felices que podíamos haber sido!... (Llora. Sebastián la contempla amoroso. El Poeta trata de escribir su soneto y todos los ruidos le molestan. Los detalles en este sentido durante el número siguiente, se encomiendan a la inteligencia del actor que desempeñe este papel)

(Música)

TENOR
(Dentro por la derecha)
Dos que se quieran de veras
y que se van a casar,
si queda muda la suegra,
esa es la felicidad.

VOCES
(Recitado) ¡Olé!

UNO
¡Viva el padrino!

TODOS
¡Vivaaa!

TIPLE
(Cantado)
Si es el marido borracho,
si es pendenciero y matón,
y es jugador y tié líos...
¡tírate por el balcón!

VOCES
(Recitado) ¡Olé!

UNO
¡Venga mechuza!

SEBASTIAN
(Cantado)
Nena,
esas coplas me dan pena,
me dan pena, me dan frío
al perder un amor que era mío.

ELISA
Mira
que en vez de reír suspira
el cantar que habla de amores
pues cantan con él mis dolores.

SEBASTIAN
Nena,
el dejarte me da pena,
me da pena y amargura
porque fue tu querer mi locura.

ELISA
Calla,
que en mi pecho amor estalla,
que te adoro, que te quiero
que sin tu cariño yo muero.

SEBASTIAN
Un amor me dio la vida
y otro amor me lo ha quitado,
el amor que aquí me dejo
y el que llevo aquí clavado.

ELISA
A tu lao dichosa
siempre viviría.

LOS DOS
Al irme a casar
yo pensaba morir de alegría.

Una mañanita
en una mañuela,
con los dos padrinos,
como es de rigor,
mucho más alegre
que una castañuela
yo iría contigo
al altar mayor.
Le diría al cura
que de amor me muero
y nuestras dos manos
al ir a juntar,
en viendo las ansias
con que yo te quiero
hasta el mismo cura
nos iba a envidiar.

ELISA
No me digas eso,
porque tus palabras
son triste recuerdo
de nuestro querer.
No hay más alegría
no hay más ilusiones;
todo ha concluido
para no volver.

SEBASTIAN
¡Qué pena! ¡Qué pena!
Todo se acabado
para no volver.

(Mudos y tristes, inclinan la cabeza para ocultar su dolor. Contrasta con esto la animación de la boda dentro)

TENOR
(Dentro)
Tiene la novia unas ligas
que no las quiere lucir,
y tiene el novio una cosa
que no se puede decir.

UNO
(Recitado) ¡Olé! ¡Viva la juerga!

OTRO
Pero ese almuerzo, ¿no viene?

(Carcajadas y gran entusiasmo en el salón donde está la boda)

SEBASTIAN
(Despidiéndose con pasión de Elisa)
Adiós, mi vida, mi gloria,
que no te olvides de mí.

ELISA
Tu amor lo guardo en el alma.

SEBASTIAN
Y mi alma se queda aquí.

(Se separan. Sebastián se va por el foro derecha. Elisa intenta seguirle conmovida. Al fin rompe en sollozos de angustia La gente de la boda sigue con animación su vocerío y entusiasmo)

SEBASTIAN
(Lejos. Con amargura)
Nena,
el dejarte me da pena,
me da pena, me da frío
al perder un amor que era mío.

ELISA
Llora
la mujer que a un hombre adora
si se lleva sus amores
dejando pesar y dolores.
Calla,
que si te oigo más me muero
porque no puedo llorar
ni matar
la amargura de esta pena,

SEBASTIAN
(Lejos) ¡Nena!


ESCENA XV

El Poeta, Elisa y Don Baltasar. Después el Padrino é Invitados de la boda

(Hablado)

BALTASAR
(Saliendo por la izquierda) Elisa. Abrázame. ¡Ya somos ricos! Matute consiente. La boda en Octubre. Pero... ¿cómo? ¿Lloras?

ELISA
Papá...

BALTASAR
Con lo feliz que vas a ser.

PADRINO
(Saliendo con los de la boda en actitud airada) ¡Esto es un escándalo! ¡Esto es insufrible!

(Rumores de asentimiento)

INVITADO 1º
Vámonos a comerá otro sitio.

TODOS
¡Vámonos! ¡A la calle!...

BALTASAR
Pero señores...

PADRINO
¿Pero usté cree que aceitunas y caldo son un menú? ¡Y pa esto hace tres días que estoy tomando aparte la quina calisaya! ¡Yo que decía que por este tío iba a sentir debilidad!

BALTASAR
Y ya la está usté sintiendo.

TODOS
¡Vámonos! ¡Fuera!

BALTASAR
¡Poco a poco! ¡La cuentecita!

PADRINO
¿De qué?

BALTASAR
De las aceitunas y el consomé.

PADRINO
¡Se lo perdonamos! (Mutis por el foro con gran algazara)

BALTASAR
¡Y se van sin pagar! ¡Sin pagar a un hombre como yo que nunca ha debido un céntimo!
¿Ves, Elisa?... ¡Elisa! Y se va también. (Mutis Elisa por la izquierda, apesadumbrada y triste)

POETA
Menos mal que ahora me dejarán tranquilo. Terminaré mi soneto La paz del campo. (Escribe)
La soledad hermosa del campo en primavera, misterio es donde nunca se escucha ningún ruido... Silencio religioso, silencio... ¡silencio!...


ESCENA XVI

El Poeta, Don Baltasar, el Cabo y Tambores, en el foro. Después Olazagutia. Los Tambores rompen a tocar en el foro con ardor, que demuestra que vuelven a tener sed.

POETA
(Al oírles, desesperado) ¡Silencio! ¡Silencio! ¡Silencio!... ¡Yo me vuelvo loco!

OLAZAGUTIA
(Entra cargado con dos patos, seis pollos, dos piernas de carnero, jamón y cestas) ¡Ya te estás aquí todo para la comida!

BALTASAR
(Frenético) ¡A buena hora! ¡Comételo, imbécil!

OLAZAGUTIA
(Fuera de sí) ¿Imbésil a uno de Ascoitia? ¡Sikinori! ¡Aguria! ¡Gaizto! ¡Madarikatobelarrimotz! ¡Lampurrorri!... (Sigue el camelo) ¡Guerricagoitia! ¡Escarrikasco! ¡Bai! ¡Bai!

POETA
(Desesperado) ¡Dios mío! ¡Y esto es la paz del campo! ¡Estoy harto de este mundo! (Tira cuartillas por alto)

BALTASAR
¡¡Váyese usted al otro!! (Pasea frenético. Mientras Olazagutia no cesa de jurar en vascuence, tirando los comestibles por el aire; el Poeta, loco de desesperación, arroja cuartillas, y los Tambores, viendo que hay bronca, se acuerdan de lo de antes y redoblan cada vez más fuerte a ver si los convidan. Muy rápido el final)

(Mutación)


CUADRO SEGUNDO

Telón corto representando el exterior de una casa de compraventa mercantil. Puerta al foro.


ESCENA PRIMERA

La Bella Tanguito, Señoritas; Chulas 1ª y 2ª; después el Madera y Chulos 1° y 2°

(Música)

(Salen las chulas elegantemente vestidas, con grandes sombreros y abrigos de verano, sombrillas y bolsos de moda)

ELLAS
(Apareciendo por la izquierda Exageradamente fino. En cómico)
¡Ay... ay... ay!...
¡Ay, qué insoportable es el calor!
¡Ay, qué nochecita tan cruel!
Siento los espasmos del amor
sólo porque estoy muy lejos de él.
¡Ay, qué ordinario está Madrid!
Hace un bochorno tropical.
Voy a marcharme por ahí
a una playita septentrional.

(Entran en la casa de préstamos, y asoman por el lateral derecha los Chulos, que estaban acechando)

MADERA
¡Han entrao!

CHULOS
¡Han entrao!
En la casa de empeño.

MADERA
Han dejao.

CHULOS
Han dejao.
Varias prendas al dueño.

MADERA
Y han sacao.

CHULOS
Y han sacao.
Los mantones chiné.

LOS TRES
Así quiero yo ver a mi moza,
pa luego en la Bombi
bailar un tuesten.

(Salen ellas con mantones de Manila, sin sombreros, ni abrigos, ni sombrillas. Se acercan a ellos hasta quedar reunidos por parejas)

ELLOS
Chulona.
Estoy muerto y enterrao
desde que vi tu persona.

ELLAS
Vidita.
Yo tengo el alma de chula
y el postín de señorita.

ELLOS
Salero.
Con mantón me gustas mucho,
mucho más que con sombrero.

ELLAS
Serrano.
Toma tres duros y pico
pa que seas tú el pagano.
Ven, que te convido yo a cenar.
Toma una mañuela pa correr.
Y si hay un manubrio pa bailar...
lo demás lo puedes suponer.

ELLOS
Con un manubrio tú
te pones vis a vis
con todas las etoiles
bailatoiles de París.

(Ellas marcan el baile mientras ellos las contemplan)

¡Ole!
¡Ahí le dole!
Anda, niña, continúa
pa que no se salga el trole.
¡Duro!
Yo te juro,
que si sigues de esa forma
voy a verme en un apuro.

ELLAS
(El mismo juego anterior bailando ellos)
¡Qué exagerao!
Pues si estás apurao,
la tila pa los nervios
siempre da buen resultao.
No seas guasón
y ten educación,
a ver si puén hacerte
caballero del Toisón.

ELLOS
¿Yo del Toisón?

ELLAS
Pues claro está.

ELLOS
¿Yo del Toisón?
¡Ja, ja, ja!
¡Chulona! etc. etc.

MADERA
(Recitado. Al tiempo del mutis)
¡Fea!

TANGUITO
¿Yo? ¡Jesús!

MADERA
Verás qué menús.

TANGUITO
¿Pedirás champán?

MADERA
Champán y chartrús.

(Mutis por la izquierda cogidos del brazo por parejas. Antes de terminar la orquesta se oye un beso fuera de escena)


ESCENA II

Don Baltasar, por la izquierda, con un despertador que oculta; mirando atrás receloso. Matute, por la derecha, con un paquete grande envuelto en un pañuelo. Los dos van flechados hacia la puerta del establecimiento, donde se encuentran con mutua sorpresa y turbación.

(Hablado)

BALTASAR
(Aparte) ¡Un despertador! Voy a pignorarle. ¿Para qué le quiero? Las horas de comer se marcan solas.

MATUTE
(Aparte) Empeñaré el gabán hasta los primeros fríos. Aquí los conservan en alcanfor.

BALTASAR
(Viéndole. Molesto) ¡Calle! ¡Matute! (Oculta el despertador en la espalda)

MATUTE
(Con exagerado cariño. Ocultando el bulto) ¡Querido papá político!

BALTASAR
¿A dónde vas?

MATUTE
A ver a un amigo... Todo derecho...

BALTASAR
¡Qué casualidad! Lo mismo que yo: todo derecho. (Aparte) (Pero me torcí)

MATUTE
Pues tanto gusto.

BALTASAR
El gusto es mío.

MATUTE
(Aparte) Así te pisen un callo.

BALTASAR
(Aparte) Así te den morcilla.

MATUTE
(Muy cariñoso) ¡Adiós!

BALTASAR
(Lo mismo) ¡ Adiós! (Salen deprisa sin volver la cabeza. Pausa breve)


ESCENA III

Matute, que vuelve aun más receloso.

MATUTE
Se fue. El tío posma. Me luzco si me ve entrar en la casa de préstamos. Adiós, boda. Y eso nunca. Menuda vidita voy a darme con el dinero de ese tío .. (Entra cauteloso en la casa de préstamos)


ESCENA IV

Elisa y Olazagutia, por la izquierda.

ELISA
¿Los has visto? ¿A qué vendría Matute por aquí?

OLAZAGUTIA
Preguntas chorigoteras hases. A empeñar gabán ó así. ¿No viste desde puesto de chufas bulto que atrás llevaba?

ELISA
Pero si es hombre rico.

OLAZAGUTIA
Si fuese de Ascoitia, ya te diría. Allí contabilidá de vesinos ya llevamos bien todos. Pero en Madrid... vete a saber.

ELISA
Anda, volvamos al puesto, que sale.

OLAZAGUTIA
Pues como rico no sea, el padre no te casa con él. Agarrao es el padre.

ELISA
No digas eso, Olazagutia.

OLAZAGUTIA
(Gruñendo indignado) ¡No diga! ¡No diga! Cuarenta duros míos agarró y no suelta. ¿Ensima aurresku quieres que le toque?

ELISA
Ven y calla.

OLAZAGUTIA
Por ti si hago todo. Pero por el padre... Llamar imbésil, no le perdono. Llamaría burro, y tanto no molestaría. ¡Imbésil! ¡Imbésil a uno de Ascoitia!... (Mutis los dos izquierda)


ESCENA V

Matute que sale sin el bulto. A poco Don Baltasar. Luego un Dependiente.

MATUTE
(Muy triste, mirando unas monedas en la mano) ¡Siete cincuenta! ¡Treinta reales! por un
gabán forrado en raso, y no han querido darme más... ni por el forro. (Ve a don Baltasar)
¡Caramba! ¿Otra vez usté?

BALTASAR
Sí. Voy a casa de un primo que me ha echado a las doce.

MATUTE
Bueno, pues como se descuide usté le dan aquí las doce.

BALTASAR
(Aparte; por el despertador) ¿Las doce? Conque me dieran las seis cincuenta me contentaba.

MATUTE
¿Lleva usté hora?

BALTASAR
Sí que la llevo. (Oculta el despertador) ¡Caray! ¿Me habrá visto el despertador? (Alto, abrazándole) ¡Querido yerno, si viera usté el cariño que le he tomado!

MATUTE
Pues, ¿y yo? Usté es un suegro que da la hora.

BALTASAR
(Alarmado) ¡No! ¡Que no la dé!

MATUTE
Es usté el despertador de mis ilusiones y de mis entusiasmos, el despertador... (Comienza a sonar el timbre del despertador que lleva don Baltasar. Este hace esfuerzos inauditos por ocultarle dentro de la americana; pero con la turbación no acierta a tocar el resorte y sigue sonando ) ¿Eh? ¿Qué es eso?

BALTASAR
¡El despertador!

MATUTE
¿Pero qué le ocurre?

BALTASAR
¡Caray! ¿No decía usté que yo daba la hora? Pues le ha dao la razón.

MATUTE
¿Conque le lleva usted a empeñar?

BALTASAR
Amigo Matute... Puesto que el despertador ha tocado, es preciso que yo cante, que yo diga la verdad. ¡Estoy arruinado!

MATUTE
¿Arruinado? (Sobreponiéndose a su sorpresa y con énfasis) ¡Pero hombre! ¿Y para qué estoy yo aquí?

BALTASAR
¡Mucho! (Entusiasmado)

MATUTE
¿Para qué está mi dinero sino para servirle?

BALTASAR
¡Mucho! (Con entusiasmo)

MATUTE
¿Cuánto necesita usté?

BALTASAR
(Con desaliento) ¡¡Mucho!!

DEPENDIENTE
(Aaliendo de la casa de compraventa. A Matute) Caballero, aquí tiene la cédula que se dejó olvidada cuando empeñó el gabán. (Se la da y hace mutis)

MATUTE
(Aparte, azorado) ¡Mentecato!

BALTASAR
(Muy zumbón) ¿Con que se pignora, eh? ¡Pero nombre! ¿Y para qué estoy yo aquí?

MATUTE
Amigo don Baltasar.

BALTASAR
¿Para qué está mi dinero? ¿Cuánto necesita usté?

MATUTE
Don Baltasar...

BALTASAR
¿De modo que estamos igual de temperatura?

MATUTE
Yo, bajo cero.

BALTASAR
¿Nada más? Pues a mi lao vive usté en un tercer piso, y yo en el sótano, porque debo unas cinco mil del ala.

MATUTE
Pues casi debe usté un biplano.

BALTASAR
Me persigue la mala sombra desde que por un número no me tocó el gordo de Navidad.

MATUTE
¿Por un número?

BALTASAR
¡A ver! Cayó el gordo en el Restaurant del seis de mi calle y yo vivo en el siete.

MATUTE
¿Y yo que le creía a usté mi salvación?

BALTASAR
Y vamos a salvarnos, porque tengo una idea.

MATUTE
¡Venga de ahí!

BALTASAR
A mí me arruinó Villadiego, un encargado que huyó a América con el dinero que tenía en caja.

MATUTE
¿Y quiere usté que yo vaya a buscarle a América?

BALTASAR
No. Lo que yo quiero es que vuelva de allí.

MATUTE
Póngale un cablegrama.

BALTASAR
No es eso. ¿Tiene usté algún amigo de quien fiarse?

MATUTE
Tengo uno algo desahogado.

BALTASAR
¡Ese sirve!

MATUTE
¿Qué tiene que hacer?

BALTASAR
Presentarse esta noche en mi casa fingiendo que viene de América comisionado por Villadiego para devolverme mi dinero y pagar mis trampas.

MATUTE
¿Y para qué?

BALTASAR
Para engañar a mis acreedores que estarán allí dispuestos a llevarme al juzgado si esta noche no les liquido.

MATUTE
¿Y qué va a hacer?

BALTASAR
Darles largas si tragan el anzuelo, diciéndoles que no ha llegado el giro, y así ganamos tiempo.

MATUTE
¿Y yo qué voy ganando?

BALTASAR
Si sale bien la cosa, diez duros.

MATUTE
Trato hecho. Bueno, ¿y de la boda qué? Porque usté es el suegro que yo he soñao.

BALTASAR
¿De la boda?... Tome café pa que se le quite; el sueño.

MATUTE
Cuando yo decía que da usté la hora.

BALTASAR
Bueno... Voy a ver si me dan los cuartos.

MATUTE
Es usté un vivales.

BALTASAR
Pues, usté... pared por medio.

MATUTE
Le espero aquí.

BALTASAR
Surjo velozmente. (Mutis, por la tienda)

MATUTE
¡Rediez con mi suegro! Vaya un gachó polar. Si llego a casarme fiao en su dinero, si que hago un negocio usurario.


ESCENA VI

Matute, Elisa y Olazagutia. Después, Baltasar.

OLAZAGUTIA
(Elisa sale sujetándole) Déjame, señorita Elisa. Que despertador que a empeñar lleva el padre, es mío.

ELISA
Que no digas eso. Que no puede ser.

OLAZAGUTIA
¡Que no diga! Ya conosco bien campanita por veses que me despertaba de niño chiquirritín. ¡Sin vergüensa don Baltasar! ¡Pillo! ¡Trae despertador! (Gritando a la puerta del establecimiento)

ELISA
¡Olazagutia!

MATUTE
¿Pero qué voces son esas, joven bizkaitarra?

OLAZAGUTIA
Me quita despertador ensima de los cuarenta duros... ¡Estafador! ¡Granuja!

MATUTE
(Cogiéndole) Oiga usté, apreciable sordina.

OLAZAGUTIA
¡O sueltas solapa de casadora ó de bofetada que te doy muelas fuera te pongo!

ELISA
Olazagutia...

MATUTE
Cállese usté, máquina parlante.

BALTASAR
¿Pero qué pasa? (Saliendo)

OLAZAGUTIA
Trae despertador, don Baltasar.

BALTASAR
Tómalo. Para lo que vale puedes guardártelo. (Se lo tira. El reloj empieza a sonar desesperadamente) Vamos a casa.

OLAZAGUTIA
¡Roto! ¡Lo ha roto! ¡No le oigo, pues!... (Se lo pone al oído. El despertador toca furiosamente) ¡Ah, sí! ¡Suena! ¡Suena un poquito! ¡Suena un poquirritito! (El despertador sigue tocando tan furiosamente como en un cine donde no entra nadie. Telón)

(Mutación)


CUADRO TERCERO

Salón de "Reservados» del Restaurant «Ideal-Festín». Estos reservados lo forman unos tabiques divisorios imitando madera pintada, de menos de dos metros de altura. En la mitad anterior de la escena, dos cuartos reservados, abiertos para el público, y separados entre sí por un pequeño tabique que deja paso por delante del proscenio. Por la mitad posterior de la escena que cubre el tabique divisorio, sirviendo de foro a los dos cuartos de delante y atraviesa la escena por el segundo término, se suponen otros cuartos. En ellos habrá unas sillas donde subirán los ocupantes de dichos reservados de atrás en el momento que se indica en el diálogo. Es de noche. Luz eléctrica.


ESCENA PRIMERA

Olazagutia y Presuroso, en escena. La Bella Tanguito, Chulas 1ª y 2ª, el Madera, Chulos 1° y 2° que salen por la derecha.

MADERA
¡Tu cuerpo!

CHULO 1º
¡La gracia!

CHULO 2º
¡Mi niña!

MADERA
Anda, Tanguito, canta el couplet del Automóvil pa animar a los amigos.

TANGUITO
Va por ustedes.

TODOS
¡Olé!

(Música)

TANGUITO
Tiene Pepa un automóvil
que le ha regalado un chepa.

ELLAS
(Imitando la bocina del automóvil)
¡Pepa! ¡Pepa!

ELLOS
(Lo mismo) ¡Pepa! ¡Pepa!

TANGUITO
Y ella se ha puesto tan ancha
que es posible que no quepa.

TODOS
¡Pepa! ¡Pepa!
Que es posible que no quepa.

TANGUITO
Cuando vaya por la calle Pepa
con el auto que la han regalao,
que por cerros y montañas trepa,
nos quedaremos maravillaos.
Porque dicen que es un landolete
que me gasta una carroserí,
que por dentro paice un gabinete
de lo poquito que hay en Madrid.

TODOS
¡Ay, sí, sí, sí, sí, sí!

TANGUITO
(Mientras los demás simulan dirigir un auto, incluso Olazagutia y Presuroso que emplean bandejas a guisa de volantes)
¡Pepa! ¡Pepa!
Que nadie lo sepa,
que ese auto que tienes
te lo ha dado un chepa.

TODOS
¡Pepa! ¡Pepa!
Mucho mejor es
que digas que el auto
te lo ha dao un señor Marqués.

TANGUITO
Va la Pepa despreciando
a la gente que la increpa.

ELLAS
(Como antes)
¡Pepa! ¡Pepa!

ELLOS
(Igual) ¡Pepa! ¡Pepa!

TANGUITO
Porque dice que lo gasta
por ser de muy buena cepa.

TODOS
¡Pepa! ¡Pepa!
Por ser de muy buena cepa.

TANGUITO
Ayer tarde por el Matadero
iba en auto muy repantigá,
cuando vio la Pepa al fosforero
con quien estuvo medio arreglá.
Le mandó al instante que subiera;
con el pito le tocó al chofer,
y salieron por la carretera
alzando un polvo que había que ver.

TODOS
¡Ay, sí, sí, sí, sí, sí!

TANGUITO
¡Pepa! ¡Pepa!
Que nadie lo sepa, etc.

(Con la última parte del número, hacen mutis los chulos y chulas por la izquierda)


ESCENA II

Oolazagutia, Don Baltasar, Generoso, la Señora Paz y Damián, que entran por la derecha.

(Hablado)

OLAZAGUTIA
(Aparte a Presuroso) ¿El amo que nos pesca? (Presuroso hace mutis por la izquierda)

BALTASAR
Pasen por aquí. Tomen asiento y lo que quieran.

(En el departamento de la derecha quedan sentados en torno de la mesa por este orden desde el lateral: Don Baltasar, Generoso, Damián y la señora Paz. Olazagutia de pie, al lado de don Baltasar, sigue con avidez la conversación, procurando enterarse de lo que hablan, hasta que resueltamente toma parte en el diálogo)

GENEROSO
Al asunto. Comprenderá usté el móvil que nos guía.

BALTASAR
De sobra, amigo Generoso.

PAZ
¿Es hora de que cobremos?

GENEROSO
O de que cobre usté, porque de aquí sale usté pa la cárcel ó el hospital.

DAMIAN
Mire usté que estamos en mayoría y que si nos decidimos a obrar enérgicamente...

GENEROSO
Hay hule. Usté está solo...

BALTASAR
(Digno) ¡Solo, no! Tengo amigos a mi lado. (Por Olazagutia, que está a su derecha) Hombres de corazón como Olazagutia, fieles servidores.

OLAZAGUTIA
(Incomodado) ¿Fieles servidores? ¡Narises! Cuarenta duros me debes. Acreedor también soy. (Y rápido y grave, suelta delantal y paño 'y pasa al lado de la señora Paz, donde se sienta)

BALTASAR
¿Tú, Olazagutia? ¿Pasarte tú al enemigo, con lo honradamente que yo te pagaba... cuando te pagaba?

GENEROSO
Enmudezca y aguarde el ultimátum. Exponga cada uno sus quejas contra don Baltasar.

OLAZAGUTIA
(Frenético) ¿Quejas contra Baltasar? ¡Pido palabra yo! (Se levanta) Pillo, sinvergüensa es. Cuarenta duros míos sacó a la fuersa y todavía dise no sé qué de oído. ¡Mal oído yo!
En Orfeón Guernikabiskaitarrea cantar de oído hasía y quedaba solo llamando la atensión siempre que cantaba... Don Baltasar burla hase de nosotros. Cobrar es presiso y
hablar fuerte hase falta; no cuchichear como viejas, porque así entender no haremos. He dicho. (Al ver que no le hacen caso, pues se han puesto a hablar bajo Generoso, Damián y la señora Paz. Aparte) Aplaudir no hasen. En Madrí entender mucho de oradores no párese.

PAZ
(Continuando la conversación con los otros) Lo más corto es esto: O nos paga ahora mismo ó le damos una paliza y al Juzgado con él.

BALTASAR
Pero, señores... (Aparte) ¡Y Matute sin enviarme al amigo!

GENEROSO
Se va a ejecutar la sentencia. (Amenazándole. Todos se ponen de pie)

BALTASAR
¡Generoso, por Dios! Que soy padre... Que he tenido madre... Que tengo casa abierta...

GENEROSO
¡Se cerrará por defunción! ¡Las facturas!

BALTASAR
Generoso... que yo... que yo las pagaré todas juntas.


ESCENA III

Dichos y Elisa, por la derecha

ELISA
¡Papá! ¡Papá!

BALTASAR
¿Qué hay, hija mía?

ELISA
Un señor americano. Dice que viene de parte de Villadiego.

GENEROSO
(Bajo a Damián) ¡De Villadiego!

DAMIAN
(A la señora Paz) ¡De Villadiego!

PAZ
(A Olazagutia) ¡De Villadiego!

OLAZAGUTIA
¿Eh?

BALTASAR
(Aparte) (El amigo de Matute. ¡Me salvé!) (Alto) ¿De Villadiego? ¿Les parece a ustedes que le reciba?

GENEROSO
Sí, hombre. Que pase.

DAMIAN
¡Que pase! (Mutis Elisa)

PAZ
¿Será que venga a devolverle lo que es suyo; las cinco mil pesetas que Villadiego le robó?

DAMIAN
Por supuesto que usté sabía algo.

GENEROSO
Por eso estaba tan seguro.

BALTASAR
Hombre... (Aparte) ¡Se tragan el anzuelo! ¡Se lo tragan! (Muy contento)

PAZ
Así estaba tan tranquilo.

BALTASAR
Bueno. Y del Juzgado, ¿qué?

GENEROSO
¡Tonto! ¿Pero no ha comprendido usté que era una broma?

DAMIAN
(Riendo) ¡Ja, ja! ¡Se lo ha creído!

PAZ
(Lo mismo) Se lo ha creído. ¡Tonto!

BALTASAR
(Aparte) (Los tontos que se lo han creído, son ellos. ¡Ja, ja!)

OLAZAGUTIA
(A Paz ) ¿Qué pasa?

PAZ
¡Que viene un amigo del otro mundo!

OLAZAGUTIA
¿Resusitao? Sí que es raro, pues.


ESCENA IV

Dichos, Elisa y Pompeyo Sinsonte. Sinsonte es un tipo americano con el acento muy marcado. Viste de viaje.

ELISA
Mi padre espera a usted aquí.

POMPEYO
Felise, amigaso.

BALTASAR
¿A quién tengo el honor?

POMPEYO
Pompeyo Sinsonte, pa servirle. Vengo de Chile. ¿Sabe?

BALTASAR
(Aparte. ¡De Chile! ¡Dice que viene de Chile! (Conteniendo la risa)

POMPEYO
Soy gran amigo de su empleado Villadiego, ¿sabe?

BALTASAR
(Aparte) (¡Pero qué gracioso es este tío y qué bien habla el americano!)

POMPEYO
Villadiego se enteró de que tenía usté deudas y me dijo: «Pompeyo, tú que vas a España, toma estas pesetas y paga a los acreedores de mi amigaso.»

BALTASAR
Pues aquí los tiene usté.

POMPEYO
Entonces ahorita mismo quedan liquidaos. ¿Sabe?

BALTASAR
(Aparte) (¡Liquidaos! ¡Pero qué gracioso!)

POMPEYO
Ahorita mismo.

GENEROSO
¡Por Dios! ¡Qué prisa corre! Ya sabe aquí el amigo don Baltasar que no somos impacientes.

DAMIAN
Que diga él cuándo le hemos molestado.

BALTASAR
¡Cá! ¡Estos señores no molestan nunca!

OLAZAGUTIA
(A Paz) ¿Qué dise ese andalús!

PAZ
Es del Nuevo Mundo.

OLAZAGUTIA
A haser fotografías de establesimiento vendrá, pues.

POMPEYO
Andando.

BALTASAR
¡Pasen por aquí! (Al departamento de la izquierda)

DAMIAN
(A Generoso) Como sea verdad...

GENEROSO
(A Damián) Se libra de unos golpes.

BALTASAR
(A Sinsonte) ¿Pero de veras viene usté de Chile?

POMPEYO
Llegué ayer a Barcelona en el vapor «Guacamayo.» ¿Sabe?

BALTASAR
(Aparte) (¡Dice que en el «Guacamayo!») (Conteniéndose la risa)

PAZ
(Aparte) ¿Volveré a ver mis treinta duros?

OLAZAGUTIA
(A Sinsonte) Oye, andalús. Enfocarme bien a ver si hases, que quiero que familia de Ascoitia vea en periódico.

POMPEYO
(Aparte) ¿Pero qué dise?

BALTASAR
(A Sinsonte sin poder contener la risa ) Habla usté muy bien el camelo, ahora dos recortes, tres largas capote al brazo, un quiebro en los rubios y a la barrera.

POMPEYO
No comprendo, amigaso.

BALTASAR
(Imitándole) ¡Yo sí, pelmazo!... Es usté un pico de Europa de puro fresco. (Le empuja)

(Quedan colocados en el departamento de la izquierda en la forma siguiente: Sinsonte, Generoso, Damián, Olazagutia y señora Paz. los cuatro últimos presentando sus facturas al primero. Don Baltasar y Elisa en el cuarto de la derecha)

ELISA
Papá... Esto que haces no está bien.

BALTASAR
Tú qué sabes.

ELISA
En cuanto descubran la farsa, no tendrán piedad para ti.

BALTASAR
No se descubrirá. Ese hombre es un lince. No hay más que ver cómo hace el Americano. Parece de veras. Por su parte Matute, que es un vivo, le habrá aleccionado. Ahora le presentarán las facturas; él les hará promesas, y mientras los entretiene unos días tomamos tú y yo las mismas de Villadiego, y listos.

ELISA
¿Supongo que habrás desistido de mi boda con Matute?

BALTASAR
¡Es natural! ¡Valiente proporción!

ELISA
¿Y el pobre Sebastián?...

BALTASAR
Otro Rochil.

ELISA
Al menos es honrado y trabaja.

BALTASAR
De valiente cosa le sirve.


ESCENA V

Dichos y Sebastián.

SEBASTIAN
(Entrando alegremente por la derecha) ¡Don Baltasar! ¡Don Baltasar! ¡Elisa! He logrado que mi tío me preste cinco mil reales y vengo a ofrecérselos.

BALTASAR
¡Hombre!... ¿Ves, Elisa? Lo que ahora mismo te estaba diciendo: Sebastián es un hombre honrado y trabajador; y de un hombre así se puede esperar mucho. Vengan... Vengan esos cinco, muchacho. (Le da la mano) Los otros cinco...

SEBASTIAN
Se los traeré mañana.

BALTASAR
Cuando quieras. (Hablan aparte Sebastián y Elisa) ¡Nada, que estoy de suerte! ¿Pero qué demonios estará diciéndoles ese hombre? Es un vivales. Voy a ver por el tabique, (Se sube a una silla y mira) ¿Eh? ¿Cómo? ¡Pues no les está pagando! ¡Y en billetes!... ¡Ay, Dios mío de mi vida, que les está dando billetes falsos! Porque no cabe duda que son falsos. Ese hombre me pierde. (Bajo) Sinsonte... ¡No! ¡No! ¡Sinsonte! ¡No!... (Aparte) No me oye) (Baja de la silla descorazonado y se acerca a Elisa y Sebastián) ¡Ay, ay, Sebastián!... ¡Ay, Elisa! ¡Estoy perdido!

ELISA
¿Pero qué pasa?

BALTASAR
¡Socorredme! ¡Ayudadme! ¡No me soltéis! (Agarrándose a ellos)

SEBASTIAN
¿Qué ocurre?

BALTASAR
Que en cuanto se enteren me dejan pa almóndigas. ¡Y la policía! ¿Pero cómo hace ese hombre una atrocidad así sin consultarme?

GENEROSO
(Gritando con voz cavernosa) ¡Don Baltasar! ¡Don Baltasar!

BALTASAR
¡Ay! ¡Ay, que se ha enterao!... ¡Ay, que me lisia!

GENEROSO
¿Dónde está? (Pasando a donde está Baltasar)

BALTASAR
(Arrodillándose) ¡Generoso, por Dios! ¡Yo soy inocente!

GENEROSO
¡A mis brazos!

BALTASAR
(A Elisa y Sebastián) No me soltéis, que me ahoga.

GENEROSO
Ya puede usté pedir a mi tienda todo lo que se le antoje.

BALTASAR
¿De veras?

GENEROSO
Palabra.

BALTASAR
(Aparte) (¡Pues no se ha enterao!)

GENEROSO
Ahora mismo le convido a usté a lo que quiera. Voy a cambiar un billete.

BALTASAR
¡No! No lo cambie usté que es malo.

GENEROSO
¿Cómo?

BALTASAR
Que es malo cambiar porque se gasta. Yo pago. ¡No faltaba más!

DAMIAN
¿Dónde está ese hombre? (Pasando a la derecha)

BALTASAR
(Asustadísimo) ¡Ay! ¡Otro! ¡Otro!

DAMIAN
¡Y lo sabía y no nos lo dice! ¡Falso! ¡Falso! (Alegremente)

BALTASAR
(Muy apurado) ¡Damián, que yo no sé nada! ¡Que yo no he sido!

DAMIAN
Cuente usté con un amigo.

BALTASAR
(Aparte) ¡En cuanto cambien los billetes será ella!

PAZ
(Pasando a la derecha con gran alegría) ¡Le hacemos tiras! ¡Le hacemos tiras!

BALTASAR
¡Ay! (Medio desmayándose)

PAZ
Tiras para llevar en un dije su retrato. ¡Qué hombre! ¡Un abrazo! ¡Baltasar, hijo mío! (Le abraza)

OLAZAGUTIA
(Lloroso) ¡Perdona insultos, amo de mi corasón! (Le abraza también)

BALTASAR
(Aparte) (¡Dios mío, qué poco entienden de papel moneda!)

SEBASTIAN
(Aparte a Baltasar) ¿Pero qué significa esto?

BALTASAR
(Aparte a Sebastián) No me lo preguntes, Sebastián, y prepárame la huida en aeroplano.

POMPEYO
Terminadas las cuentas, amigo don Baltasar, ¿sabe?

BALTASAR
(Saliendo a su encuentro) ¿Pero qué ha hecho usté?

POMPEYO
Pagar a todos.

BALTASAR
Usté quiere perderme.

POMPEYO
Como lo que debía el amigo Villadiego eran cinco mil pesetas, quiere que acepte usté otras cinco mil como premio.

BALTASAR
(Aparte) (¡Pero esté tío tiene fábrica de moneda falsa!)

POMPEYO
Pagadas mil novecientas ochenta y tres a los señores, quedan ocho mil diecisiete, que le entrego. (Le da un fajo de billetes)

BALTASAR
Sí... Sí... Gracias. (Azoradísimo deja los billetes sobre una mesa. Aparte) (Es el colmo de la frescura)

GENEROSO
¡Qué desprecio hace este hombre del dinero!

POMPEYO
Cumplida la misión, me retiro.

BALTASAR
Sí, hombre, sí. Váyase, váyase cuanto antes, no le descubran.

POMPEYO
Señores... Honradísimo. (Aparte) (Pensé tener otra acogida más cariñosa.') (Mutis por la derecha)

BALTASAR
(Aparte) (Es preciso decirles la verdad) (A los otros) ¡Amigos míos! ¡Perdón!

TODOS
¿Eh?

BALTASAR Debo confesarles a ustedes... Todo esto es una mentira.

TODOS
¿Pero qué dice?

GENEROSO
¿Y el amigo Sinsonte?

BALTASAR
Falso.

DAMIAN
¿Y los billetes?

BALTASAR
¡Falsos! (Aparte) (Ahora es cuando me dan en la nuca)

GENEROSO
¿Falsos? (Todos ellos se ponen a mirar los billetes al trasluz, paseando nerviosamente)

TODOS
¿Falsos?

GENEROSO
Sí. Este escudo es demasiado ancho. (Mirando al trasluz)

PAZ
Y esta cola del león no pega... Esta cola no pega con lo demás.

DAMIAN
Pues esta Jota del cajero, no me gusta nada.

OLAZAGUTIA
(Admirado de verlos mirar a lo alto con los billetes por delante) ¿Hay eclipse ó así?

GENEROSO
(Furioso) ¡Eran falsos!

PAZ
¡Falsos!

DAMIAN
(Amenazador, a don Baltasar) ¡Es usté un sinvergüenza! ¡Un bandido!

GENEROSO
¡A la cárcel con él! (Van a rodearle amenazadores)

ELISA
(Suplicante) ¡No, por Dios! ¡Papá! ¡Papá!

SEBASTIAN
(Interponiéndose) ¡Alto ahí! A ese hombre no se le toca.

(Olazagutia se ríe a carcajadas, adivinando en todo una broma)


ESCENA ULTIMA

Dichos y Matute. Al final la Bella Tanguito y las Chulas 1ª y 2ª, el Madera y Chulos 1° y 2°

MATUTE
(Entra trágicamente. Al ver la escena se acerca a don Baltasar y se echa a sus pies suplicante) ¡Don Baltasar! ¡Perdón!

BALTASAR
¡Quítate de mi vista, que me has perdido!

MATUTE
No es culpa mía, el amigo no está en Madrid. No he encontrao otro a quien enviar.

BALTASAR
¿Pero qué estás diciendo? ¿Y Sinsonte?

MATUTE
¿Qué dice usté de Sinsonte?

BALTASAR
¿Pero no has enviado un americano a pagar con billetes fasos?

MATUTE
¡Yo no! ¡Si no he encontrao ninguno!

BALTASAR
Entonces... (loco de alegría) ¡Ese Sinsonte es Sinsonte de veras! ¡Los billetes son buenos!... ¡Villadiego me devuelve lo que me robó!... ¡Sinsonte! ¡Sinsonte! ¡Traédmele en seguida!

(Generoso y Damián salen en su busca)

LOS DOS
¡Sinsonte! (Mutis)

GENEROSO
¡Son buenos!

TODOS
¡Son buenos!

BALTASAR
¿Y mis billetes? ¡Mis billetes! ¡Vengan mis billetes! (los coge de la mesa) ¡Pico! ¡Soy rico! ¡Eres rica! ¡Somos ricos! ¡A ver! Que no se cobre a nadie, yo convido. (Los chulos que ocupan los reservados del foro asoman curiosos)

ELISA
¡Papá!

SEBASTIAN
Don Baltasar...

BALTASAR
¡Soy rico! ¡No debo nada! ¡Champagne para todos! ¡Liquido el restaurant!

SEBASTIAN
No, don Baltasar. Nada de locuras. Yo me hago cargo del establecimiento, y con tiempo y trabajo esto será un río de oro.

POMPEYO
(Saliendo con los otros) ¿Me llamaba, amigaso?

BALTASAR
(Abrazándole) ¡Sinsonte de mi vida! Hoy cenamos juntos, y después a la bacanal hispano-americana.

ELISA
¡Pero papá!

BALTASAR
Tú te casas y te callas. Yo a gozar y a vivir, que ya es hora. ¡A ver, un auto, dos autos, tres autos para todos. ¡Viva la orgía y viva la Pepa!

CHULOS
(Que se asomaron cantan burlones)

(Música)

¡Pepa! ¡Pepa!
que nadie lo sepa, etc.

(Cuadro animadísimo. Los acreedores bailan locos de contentos. Fuerte en la orquesta. Telón)



FIN DE LA OBRA


Información obtenida en:
https://archive.org/details/idealfestinzarzu438alon

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