Emilio Sagi-Barba

Emilio Sagi-Barba

Emilio Sagi Barba nació en Mataró (Barcelona) el día 26 de Marzo de 1876 y falleció en Polop de la Marina (Alicante) el 7 de Agosto de 1949 (73 años).


BIOGRAFIA. Barítono, compositor y director.  Estaba casado con la bailarina Concepción Liñán, de la que se separó a comienzos del siglo XX, y con la que tuvo a su hijo Enrique, cantante y a Emilio, famoso futbolista. Con unas dotes naturales para el canto, estudió solfeo con Guberna y violonchelo con García, siendo condiscípulo de Casals, aunque su dedicación principal fue la de cantante, también se dedicó a la composición y dirección. A los dieciséis años obtuvo en la Escuela de Música de Barcelona un primer premio de canto que también consiguió María Barrientos. En 1903 estrenó en el teatro Lírico de Madrid Inés de Castro o Reinar después de morir de Rafael Calleja y Vicente Lleó. Muy pronto se fue de gira por América, actuando en Argentina y Uruguay. En uno de los viajes conoció en Montevideo a la soprano Luisa Vela con la que se casó, y formó con ella una compañía con la que viajaron de continuo a Hispanoamérica representando ópera y, fundamentalmente, zarzuela y opereta. Con esta compañía se presentó en México en 1910, donde dejaron el recuerdo de ser uno de los mejores elencos que había pisado el país.
Cuando regresaban a España reorganizaban la compañía, y se dedicaban a estrenar obras nuevas, de esta manera consiguieron uno de sus primeros éxitos con el estreno en 1908 en el Price de la opereta de Lehár La viuda alegre, éxito aumentado con el estreno en 1914 de la zarzuela Las golondrinas de José María Usandizada; su presentación en el teatro de la Zarzuela lo situó en el panorama español como cantante de primera fila. Entorno a este estreno nació su primer hijo, Luis Sagi-Vela. Ese mismo año estrenaron otras dos obras importantes: La vida breve de Manuel de Falla y Margot de Joaquín Turina, y con ello se convirtieron en figuras destacadas del momento y un activo del cambio que se estaba produciendo en la música española de entonces. Siguieron otros estrenos como Una mujer indecisa de Rafael Millán y El rey de la banca de José Serrano, ambas en la Zarzuela en 1915.
Su compañía atrajo en la década de los veinte a varias de las mejores voces de la zarzuela como Federico Caballé, José Mardones, Luis Bori, Felisa Herrero, Tana Lluró, Antonio Martelo, Amparo Romo, Matilde Rossy y Amparo Saus y con el empresario José Gilber realizaron en el teatro de la Zarzuela una excepcional temporada en 1921-22. En aquel momento, por incompatibilidades con la empresa, se despidió de la Zarzuela, y con su esposa Luisa Vela, fueron contratados en el teatro Tívoli de Barcelona donde estrenó La alsaciana con enorme éxito, 1921; el Tívoli fue el escenario en el que presentaron en Barcelona nuevas partituras La Dogaresa, 1920, El pájaro azul, y Los buscadores de oro, 1922, todas de Rafael Millán, o Don Joan de Serrallonga de Enric Morera, 1922. Sagi-Barba estrenó un numero importante de obras a lo largo de su carrera como la citada La alsaciana de Jacinto Guerrero, lo que inició una gran amistad entre músico y cantante; de él estrenó posteriormente La rosa del azafrán, 1930, y La fama del tartanero, 1931. En 1923, de nuevo en la Zarzuela, reaparecieron con Benamor de Pablo Luna y el estreno de La moza de campanillas de Pablo Luna, 1923. Posteriormente estrenó La aventurera de Ernesto Rosillo y La del soto del parral de Reveriano Soutullo y Juan Vert, ambas en La Latina, 1927, María la Tempranica de Gerónimo Giménez, que Federico Moreno Torroba transformó en ópera, 1930. En 1932 Sagi-Barba fue el protagonista de otro estreno trascendental, Luisa Fernanda de Federico Moreno Torroba donde encarnaba a Vidal. A pesar de esta gran actividad de estrenos, no olvidó el repertorio tradicional con obras como El grumete y Marina de Emilio Arrieta, El juramento de Joaquín Gaztambide, La bruja y El Rey que rabió de Ruperto Chapí, El guitarrico de Agustín Pérez Soriano, una de las máximas creaciones de Sagi-Barba, como lo fue Por una mujer de Juan Bautista Lambert, en la que con la romanza "Carretera castellana" consiguió uno de los mayores éxitos de su gloriosa carrera.
Dotado de una magnífica voz de barítono, tan fundamental en la historia de la zarzuela, pertenece a la élite de los grandes barítonos del género, siguiendo la saga de José Carbonell, Tirso Obregón, Ramón Cubero, Enrique Ferrer, Francisco Fuentes, José Iruela, Antonio Carceller, Federico Caballé, Uliverri o Matías Ferret. Tenía el tipo de voz denominada en la zarzuela "barítono tenoril", intermedia e híbrida, con un cuerpo central rico y potente, y la parte aguda algo más corta; era una voz perfectamente impostada, con ciertas resonancias nasales y muy flexible y dúctil. Para ella compusieron numerosas obras compositores como Francisco Alonso, Jacinto Guerrero, Federico Moreno Torroba y Pablo Sorozábal. Poseía una gran capacidad de solfista, lo que le facilitaba aprender las obras con rapidez. Era además un impresionante actor, esencial para la representación del repertorio zarzuelístico.
Hombre inteligente, emprendedor y de gran talento, compuso varias zarzuelas. En el archivo de la SGAE en Madrid se conservan algunas de ellas: El desterrado, en colaboración con Concordio Gelabert; El maestro ilusión (Estrellas y nubes), en colaboración con Juan Bautista Lambert; Las palomas; Me caso a las once.
Grabó numerosas obras, aunque la casi totalidad de las matrices de cera que se guardaban en el almacén de Barcelona de la casa EMI, se perdió durante Guerra Civil.

DISCOGRAFIA.  


Información obtenida del Diccionario de la Zarzuela de Emilio Casares.

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